Enfoque Ecológico (Una perspectiva sistémica del ámbito familiar y educativo)

Enfoque Ecológico (Una perspectiva sistémica del ámbito familiar y educativo)

El enfoque ecológico es una rama del enfoque sistémico, en éste, se ve al ser humano dentro del ambiente, tomando en cuenta los entornos que le rodean.

Según Shea (2000) “una perspectiva ecológica es aquella donde se concibe que el individuo se desarrolla en una relación dinámica y como parte inseparable de los escenarios en los que funciona durante toda su vida” (p.7). Es mediante este enfoque ecológico, que se puede entender y estudiar al ser humano en relación con distintos ambientes, por lo que si llegamos a comprender a un estudiante que tiene dificultades de aprendizaje, tenemos que entenderlo no sólo desde el entorno educativo, sino también desde el entorno familiar, esto para ayudarlo en su problema de aprendizaje de una manera más eficaz.

Con respecto a lo dinámico, las personas somos seres humanos con la capacidad de actuar y lograr un efecto en nuestro entorno, esto nos llevaría a pensar que no sólo el entorno influye en nosotros sino también influimos en los entornos que nos rodean y en nosotros mismo de ahí surge la frase “me influyo a mí mismo”.

Según Bronferbrenner (2005):

La ecología del desarrollo humano es el estudio científico de la acomodación progresiva, recíproca, durante toda la vida, entre un activo ser humano en crecimiento y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que vive la persona en desarrollo, ya que este proceso se ve afectado por la las relaciones entre estos ajustes, y por el contexto más amplio en el que van incluidos estos ajustes. (p. 107).

Y si analizamos lo anterior, todos los días sufrimos ajustes y cambios en nuestro entorno, de ahí la capacidad de sobreponernos a esas circunstancias o ajustes. Toda la vida sufrimos cambios, tanto en nuestros entornos como en nuestro cuerpo, el cual también es un sistema y cambia día a día, todo nacemos, crecemos y envejecemos tanto física como mentalmente.

“En el enfoque ecológico, todos los individuos se conciben como personas dinámicas y en crecimiento, que se mueven en forma progresiva hacia los escenarios en que se encuentran y los reestructuran” (Shea, 2000. p.7). Es así como todos los individuos podemos no sólo crecer, sino producir cambios significativos en distintos entornos donde nos relacionemos; si un estudiante decide así mismo salir adelante con su problema de aprendizaje y se esfuerza en su proceso de aprendizaje, entonces realmente podrá realizar cambios y obtener buenos resultados.

Así mismo es también de suma importancia tomar en cuenta la motivación que debe tener un niño(a) para que realice algo que se quiere o que se oriente a la meta como lo es el aprendizaje y específicamente el aprendizaje de la lectoescritura.

Las características de la persona en un momento dado en su vida son una función conjunta de las características de la persona y del medio ambiente a lo largo de la vida que la persona vive hasta ese momento. Así, la ciencia define el desarrollo como el conjunto de procesos mediante los cuales las propiedades de la persona y el medio ambiente interactúan para producir la constancia y el cambio en las características biopsicosociales de la persona a través de la vida (Bronfenbrenner, 2005, p.119).

Es importante sacar a relucir como Bronfenbrenner se centra en el desarrollo como la interacción entre persona y ambiente, debido a que muchas veces si nos ponemos a pensar en el desarrollo humano, podríamos dejar de lado lo ambiental y enfocarnos sólo en la persona misma.

Sobre el desarrollo humano Bronfenbrenner (1979) comenta:

He definido el desarrollo humano como el proceso mediante el cual la persona adquiere cada vez una concepción más amplia, diferenciada y válida del entorno ecológico, y se convierte motivados y capaces de involucrarse en actividades que revelan las propiedades de, mantener o reestructurar ese ambiente en los niveles de igual o mayor complejidad en la forma y el contenido, (p.288 y 289).

Durante su proceso de desarrollo, el niño necesita de entornos alrededor de él y relaciones con las demás personas que le ayuden adecuadamente a enfrentar las dificultades que va teniendo en su vida diaria, de lo contrario se estaría afectando su desarrollo y posiblemente otros aspectos de su vida.

Bronfenbrenner (2005) menciona sobre disfunción de desarrollo lo siguiente:

La disfunción de desarrollo a largo plazo se refiere a la manifestación de las dificultades para mantener el control y la integración de las conductas a través de una variedad de situaciones. Por el contrario, la competencia se refiere a los conocimientos y habilidades ya sea intelectual, físico, emocional, o una combinación de ellos (por ejemplo, aprender a cuidar a un bebé implica los tres), (p.242).

Para lograr estas competencias en el niño o niña es necesario fortalecer estas partes anteriormente mencionadas, como lo son la intelectual, la física y la emocional; pero no es tan fácil, ya que el aspecto emocional además de ser difícil de abordar por el personal docente de la Institución, debido a la gran cantidad de niños que asisten; lo que pasa dentro del hogar muchas veces queda fuera o ignorado del ambiente escolar, volviendo complicada la intervención.

Podríamos llegar a pensar que el desarrollo es algo que se da y punto, pero esto no es así; es mucho lo que podríamos llegar a influir positivamente en un niño para que tenga un adecuado desarrollo, tanto el docente, como el padre de familia y el equipo interdisciplinario.

“En el curso del desarrollo, los individuos inevitablemente crecen, maduran y cambian. En el mismo período de tiempo, se producen cambios en sus sociedades, sus comunidades, sus redes sociales, sus familias y sus relaciones personales”. (Bronferbrenner, 2005, p. 17 y 18). Esto anterior nos lleva a pensar que el ser humano es más dinámico de lo que pensamos ya que no sólo actuamos en nuestro entorno, sino tenemos la capacidad de cambiar. Los cambios que realizamos los seres humanos pueden ser positivos o negativos. Si se da un cambio negativo en un niño con respecto a su problema de aprendizaje debemos analizar qué aspecto de su entorno podría estar afectándole, y si este aspecto es del entorno familiar y del educativo; así como la posible solución en pro de ayudar el niño en su aspecto emocional y de aprendizaje.

Siguiendo con Vigotsky mencionado por Bronfenbrenner (2005) En 1929 Vigotsky escribió:

En el proceso de desarrollo del niño, él no sólo domina los elementos de la experiencia cultural, sino los hábitos y formas de comportamiento cultural y prácticas culturales, de razonamiento. Debemos, por tanto, distinguir las líneas

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