Ensayo argumentativo del centro educativo como núcleo de desarrollo profesional

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DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

Daniel Alberto Acosta Agredo

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Ensayo argumentativo del centro educativo como núcleo de desarrollo profesional

Unidad (1)

Dr Gustavo Delgado Lechuga

19/09/2021

El centro educativo como núcleo de desarrollo profesional

Introducción

Durante el impredecible y atípico año 2020, pudimos contemplar una nueva modalidad educativa generada por la pandemia del SarsCov-2 o covid-19, en la cual los educadores a nivel nacional se vieron obligados a generar distintas formas de trabajo desde casa, estrategias virtuales improvisadas y en muchos casos una semipresencialidad que permitiera a los estudiantes obtener su derecho a la educación y al mismo tiempo a los maestros cumplir con sus respectivas obligaciones como educadores; en este contexto se pudo vislumbrar abiertamente las falencias que tienen los diferentes centros educativos y en especial aquellos caracterizados rurales en los niveles de inversión en infraestructura, tecnologías de la información y la comunicación, acceso a internet, formación docente pertinente, equipos tecnológicos y recursos educativos afines a la situación. A los conocidos problemas geográficos, de conflicto, socio emocionales y el abandono estatal se sumó esta nueva problemática, que lo único que hizo fue destapar lo que los distintos movimientos docentes han reclamado por años el atraso y abandono gubernamental en el sector educativo. Por ello, queremos resaltar desde la academia, el legado que deja esta pandemia en el desarrollo profesional del docente en un distinto centro educativo, al igual que los futuros retos que implica retornar a los establecimientos a desarrollar sus actividades en una nueva “normalidad”.

Desarrollo

Es muy claro para la comunidad educativa que el hecho de “retornar a presencialidad”, concibe muchos riesgos para todos los actores involucrados, padres de familia, estudiantes y cuerpo docente.

Anteriormente el docente se encontraba seguro en su salón de clase, su entorno podía variar con gran cantidad de problemáticas socio emocionales, conflictos y violencia, orden institucional etc. Pero nunca antes se había visto en juego su salud, tanto física como mental a estos niveles; en el pasado el docente desarrollaba su profesión en su lugar de trabajo y este iba evolucionando con el pasar de la experiencia social vivida con su comunidad, es decir,  a medida que el docente se compenetraba socialmente con su comunidad sus experiencias tanto en la parte académica y pedagógica como en la parte comportamental, le permitían crecer y con el pasar del tiempo mejorar cada vez más sus prácticas docentes y sus relaciones interpersonales, se hacía partícipe de su contexto.

Al presentarse este incidente de pandemia, el centro educativo cambió de lugar, pasó de estar en el ámbito físico o sea un establecimiento como tal a un ambiente de aprendizaje virtual, donde estar presente no significaba ya un gozo o una ventaja sino más bien un riesgo. Obviamente esto afectó el desarrollo de la profesión docente, ya que la interacción entre el maestro y el alumno es fundamental para el aprendizaje significativo en sus diferentes formas como lo describe Mares, et al., (2004) y Correa, (2006).

Así mismo el centro educativo se transformó de tal manera que produjo cambios en el ambiente laboral además de cambios en el rol del magisterio en medio de la emergencia sanitaria, de acuerdo al informe COVID-19, CEPAL-UNESCO el profesorado no solo debió flexibilizar y adaptar todo su proceso educativo, crear diversas estrategias tanto en comunicación con la comunidad educativa sino también en la metodología de trabajo, además de servir a su población en actividades como distribución de alimentos o kits escolares y productos de bioseguridad, entre otros. CEPAL-UNESCO (Agosto 2020).

Mientras el docente se convirtió en piedra angular del cambio y el centro educativo le generaba más y más compromisos diariamente, el reto se fue incrementando y aún continúa, debido a que muchos docentes no se encontraban preparados en habilidades tecnológicas, por lo cual el estado se vio en la necesidad de realizar una formación docente orientada en ese sentido, a pesar de que en la encuesta internacional sobre enseñanza y aprendizaje (TALIS) de la OCDE (2019) informan que el magisterio recibió formación en herramientas de TIC en niveles que llegan al  75% en Colombia; pero esa carga adicional únicamente incrementaba la tarea del desarrollo profesional docente de manera acelerada y bajo un esquema de centro educativo virtual, prácticamente los docentes se dieron cuenta de que debían fortalecerse en ese aspecto por su cuenta y algunas veces los directivos eran quienes creaban la oportunidad de formarse en estas áreas tecnológicas.

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