Estomago
Enviado por Leidydiel • 8 de Noviembre de 2013 • Examen • 790 Palabras (4 Páginas) • 197 Visitas
EL ESTÓMAGO
El estómago afirma, en entrevista, que es injusto que lo recorten para adelgazar; “permanezco pequeño, si no abusan”, dice: “Soy más que una bolsa popular”.
Aunque la comparación no es muy elegante, el estómago es al cuerpo lo que el tanque de la gasolina es al carro: cuando está vacío o tiene corrosión y fugas, la maquinaria marcha a medias.
“Por eso soy el órgano más popular de todos. La gente tiene, necesariamente, que pensar en mi o mencionarme varias veces al día”, señala el estómago. Y no le falta razón: su influencia en algunos es tan marcada que la gente lo relaciona con comportamientos y lo culpa hasta del mal genio; por eso no es raro oír frases como: “A los hombres se los conquista por el estómago”, “Carlos piensa con el estómago”, “barriga llena, corazón contento” o “siento un vacío (o mariposas) en el estómago”. “La buena y la mala vida- dice este órgano- pasan por mi”.
Puede decirse que usted es un depósito…
A ver, no lo diga como si fuera una bodega para guardar comida; también
Pero es una bolsa…
Bueno, si: soy un talego de músculo liso, en forma de J, un poco aplanada, y me encuentran en el abdomen, arriba a la izquierda. Tengo una puerta de entrada superior, que se llama cardias y se comunica con el esófago, y otra de salida, el píloro, que da al duodeno, que ya es intestino.
¿Qué es lo que hace a la comida?
Produzco los jugos gástricos, que son esencialmente ácido clorhídrico; unas proteínas para absorber vitaminas, y algunas enzimas. Gracias a eso puedo romper en pedazos pequeños las proteínas del churrasco, la grasa de los chicharrones y las harinas del pan que se comen; así son útiles.
Si puede disolver hasta una bandeja paisa, ¿Por qué no se autodestruye?
Primera pregunta inteligente: a ver, eso ocurriría si no fuera porque por dentro estoy recubierto por un tapete mucoso que hace las veces de un teflón para los ácidos.
Pero el teflón también se daña…
Eso ya no es culpa mía, sino de los malos hábitos de la gente. El abuso de alcohol, de remedios para el dolor, el estrés, las comidas a deshoras y el efecto de algunas bacterias me “pelan” por dentro, hasta abrir huecos, que duelen terriblemente con los ácidos. Esas son úlceras, que puedes sangrar; eso, claro, no es de lo único que sufro… (Ver ¿De qué más se enferma?).
¿De qué más se enferma?
“Cuando me llenan demasiado me quedo corto en la tarea y me indigesto” dice el estómago, que también se queja de la ventaja que le han cogido virus y bacterias, que lo inflaman y le causan gastritis.
“Hay una a la que le tengo pánico; es la helicobacter pylori”. Es tan mala que, si no me la quitan de encima, pues yo solo no puedo, vuelve mis células cancerosas. ¡Un peligro! Para colmo de males, ahora se está volviendo
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