Etica Policial Ecuador

RESUMEN DEL LIBRO ETICA POLICIAL

En el Ecuador consensualmente a través de la percepción ciudadana es fácil advertir que se sufre una crisis moral que además está sindicalizada y mercantilizada, en medio de un doble discurso de sus dirigentes, que se opusieron a la modernización de la seguridad social de todos los trabajadores ecuatorianos, pero sí administran privada y separadamente los fondos de pensiones de sus afiliados, y se aprestan a construir un ambicioso plan de viviendas. Bien por ellos, mal por los demás.

Los escándalos políticos, las contrataciones de obras públicas, el manejo de numerosas instituciones, las evidencias inequívocas de cómo se influencian fiscales y magistrados, la forma como se manipula la justicia, para exculpar delincuentes o perseguir enemigos, el caso del notario de Machala o la grabación de la fiscal, son algunos episodios recientes que ponen en evidencia la profunda crisis moral que vive el Ecuador.

Sin embargo no todo esta perdido, la sencillez de su gente en la vida, la entrega sana esta en la entrega de tradiciones de honor, trabajo y decencia. La Policía Nacional tiene que tomar la iniciativa para poder explotar este potencial, nutriéndose de conocimiento de lo que es ético, depurando de su propia realidad interna y poniendo todo su coraje para cumplir con su misión constitucional.

La Ética esta estrechamente vinculada con la filosofía; ética es una parte de la Filosofía que reflexiona sobre la moral. Su instrumento es la razón y su cometido es analítico, se ocupa de distinguir y caracterizar principios, mandatos, preceptos, valores, ideales y sus relaciones en sistemas más o menos coherentes, pero también normativo. De ese modo orientamos nuestras acciones morales racionalmente y elegimos entre las morales imperantes o deseadas.

El término ética, etimológicamente, deriva de la palabra griega ETHIKOS que significa relativo al carácter y ethos que significa "costumbre". Las costumbres son consecuencias de las ideas fundamentales que adopta una sociedad a través de su historia y de la realidad natural de su asiento geográfico; así como del temperamento propio de su grupo étnico y las influencias que recibe de otros grupos humanos y sus tendencias culturales.

Por ende Ética es el conjunto de principios que el hombre, sustentado en su carácter, se impone o adopta para darle rasgos distintivos a sus costumbres y a su conducta, en procura de una vida civilizada y armónica que dignifique la convivencia humana. Permite el gobierno consiente de los actos humanos, orientándoles hacia en bien, la justicia y lo correcto.

El bien y la bondad no es lo mismo, y existe la tendencia general de confundirlos, debido a que ambos se ubican en el mismo campo de la ética. El bien es la justificación de un acto moral, es una proyección de la inteligencia, proceso racional que se manifiesta con la intervención de la voluntad. La bondad se inspira en los sentimientos que nacen del amor, la comprensión, el perdón,… las concesiones de todo orden. La bondad busca un efecto inmediato y transitorio muchas veces suspendiendo las normas severas. Primero viene el bien y dentro de sus practicas tratar de ser bondadoso, pero nunca permitir que la bondad atente contra el bien.

De esta manera actuaremos siempre en lo correcto. En la palabra correcto, el prefijo “co” indica relación directa con lo “recto”. Esta rectitud se encuentran enmarcadas en la aceptación social, en las tradiciones y costumbres. Lo cual generalmente está aceptado en las leyes y normas debido a que son consuetudinarias.

Así se llegará en campo policial a la aplicación de las normas de la ética general en el ejercicio de las funciones asignadas al policía y en la vida de este, para constituirse en auténtico baluarte y ejemplo de la sociedad, enaltecerse a si mismo, honrar a su familia y ser digno de la grandeza de la Patria, llegando a constituirse en la moral policial.

En el mismo sentido podremos calar en una conciencia moral, que se va arraigando en el espíritu humano y constituye al mismo tiempo: idea y sentimiento, de modo que condiciona el comportamiento de las personas de forma permanente. La presencia del amor, en todas sus manifestaciones es sustancial para fomentar la conciencia moral, que finalmente se convierte en código ético, donde se definen claramente el bien y el mal, con la voluntad de realizar el bien hasta el límite de la evolución en la conciencia moral y de rechazar el mal.

La conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar.

Los valores morales son la proyección de la conciencia moral para crear, desarrollar y difundir el bien; constituyen corrientes de energía espiritual que permiten al hombre avanzar en el camino de su propia construcción, como una contribución para el mejoramiento de la vida de la sociedad a la que pertenece. Los valores morales dignifican y dan respetabilidad a cuanto intente el hombre en el vasto campo de sus actuaciones: familia, nación, el trabajo, el deporte, etc.

Para el policía resultará imperativo la practica de valores morales tales como: El honor policial: Éste se entiende como una “suprema cualidad moral”, es decir, una exigencia ética que obliga en conciencia y por convicción valórica, asumiendo en plenitud la dimensión moral de la persona humana, en cuanto ser dotado de razón y libertad.

La honestidad que comprende que el bien común y el interés institucional prevalecen siempre por sobre las aspiraciones particulares, desechando la utilización de su cargo y autoridad para obtener beneficios personales o de terceros. Además, denuncia oportunamente aquellas acciones u omisiones que conduzcan a una conducta corruptiva o que pongan en riesgo la misión, doctrina y prestigio institucional, así como la fe pública.

La abnegación es una virtud y un gesto deseable, es un sacrificio voluntario que se hace para conseguir un bien determinado; por ejemplo un triunfo académico, deportivo, etc. o un bien idealizado; por ejemplo, el servicio a los necesitados o el amor a la patria. Así cuando un policía se mantiene vigilante para mantener a los habitantes de una ciudad en lugar de descansar.

El carácter que se desarrolla a través de la autodisciplina y una fuerte voluntad, para corregir las explosiones temperamentales y vencer las pasiones

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