Evaluar en tiempos de pandemia

Bruno Racca

Listado que permitirán resignificar e implementar en mis prácticas evaluativas:

Distribución del tiempo: Esta dimensión interesante se refiere a lo que convencionalmente se denomina tiempo de enseñanza y tiempo de evaluación. El tiempo es un aspecto fundamental de todo encuentro pedagógico, principalmente porque su uso y distribución influyen en que el aprendizaje sea significativo, pues para que este sea efectivo es importante que el tiempo se organice de buena forma; que esté bien equilibrada su distribución para tareas como la perseverancia de los estudiantes en actividades específicas, para internalizar conceptos, lograr el compromiso con el aprendizaje, motivar a quienes tienen intereses y aptitudes diferentes, entre otros. Por otro lado, es importante tener en mente que el tiempo es limitado y muchas veces se invierte una gran cantidad de este recurso en múltiples actividades que no son estrictamente académicas, como los cambios de sala, la organización del curso, los traslados a laboratorios y otras actividades similares que acortan de forma significativa el tiempo disponible real para el proceso de enseñanza-aprendizaje propiamente tal. Por último, la distribución de tiempo planificado evidencia que el momento de la evaluación es un tiempo de conocimiento, como diría Celman.

Búsqueda de Indicios: Ya sea a través de la observación o de ciertas formas de medición se obtiene información, esa información constituyen los indicios visibles de aquellos procesos o elementos más complejos que son objeto de nuestra evaluación. En este sentido siempre hay que tener presente que toda acción de evaluación finalmente se lleva a cabo sobre un conjunto de indicios que se seleccionan de modo no caprichoso sino sistemático y planificado, pero no por ello dejan de ser indicios. Por ejemplo, la indagación sobre la adquisición de determinadas competencias por parte de un grupo de alumnos requiere de la búsqueda de indicios, de pistas que nos permitan estimar la presencia o ausencia de dichas competencias.

La búsqueda de indicios es una tarea artesanal y absolutamente singular que busca reconstruir huellas una vez que los procesos se están desplegando o se han llevado a cabo. Esta idea de recolección de indicios parte de la premisa de que no existen instrumentos infalibles y perfectos para “verificar” lo que aprendieron nuestros estudiantes. El problema no sería, entonces, de los instrumentos, sino de la imposibilidad de capturar que no sería posible capturar el aprendizaje mediante estos instrumentos. Asumir esta imposibilidad implica, de algún modo, conformarnos con las huellas, los rastros, los supuestos y las incertidumbres en cualquier contexto de evaluación, previo a la emergencia y ahora también.

Criterios de Evaluación: Los criterios de evaluación son un medio que permite seleccionar los aprendizajes más relevantes de un objetivo de aprendizaje, ya sean de tipo conceptual, procedimental o actitudinal. Constituye de algún modo “la puesta en escena” de todo lo pensado previamente para la enseñanza y la evaluación. Allí se traducen los objetivos de aprendizaje a través de las características que debe asumir la tarea propuesta a los alumnos. Por eso, un buen ejercicio para construir criterios de evaluación es tratar de responder la siguiente pregunta ¿qué no puede faltar a esta tarea para que esté bien realizada? Desde esta respuesta el docente podrá ir graduando modos de comprensión de sus estudiantes. Los criterios de evaluación pueden estar centrado en:

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