Experiencia pedagógica de innovación: “inclusión Alimentaria”

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Experiencia pedagógica

de innovación:

 “inclusión Alimentaria”

Jardín Infantil Lican-Ray

2018

Directora: Vilma Palacios Mancilla.

Participantes

Sala cuna menor:

Educadora: Mirian Cisternas

Técnicos: Idilia Abarca, Cecilia Ortiz

Sala cuna mayor:

Educadora: Anahí Ramos

Técnicos: Edith Alarcón, Nilse Avalos, Priscila Vera    

Sala cuna heterogénea:

Educadora: Fernanda Villegas

Técnicos: Chesare Salinas, Elena Flores    

Medio menor:

Educadora: Daniela González

Técnicos: María Teresa Droguet, Vania Muñoz    

Medio Mayor A:

Educadora: Beatriz Cuevas

Técnicos: Carmen Díaz, Yanina Villarroel    

Medio Mayor B:

Educadora: Jessica Pérez

Técnicos:  Evelyn Pïña  

Introducción

El siguiente proyecto apunta a la necesidad que surge respecto a las diferencias individuales de los niños y niñas del jardín infantil en cuanto a su alimentación, favoreciendo de este modo a la inclusión alimentaria de los niños y niñas que poseen discapacidad visceral.  

Es una realidad el incremento de niños y niñas con alergias alimentarias, situación que en muchos casos se convierte en un impedimento para  asistir al jardín infantil, debido a los riesgos y cuidados que requiere su proceso de alimentación.

El tema de la discapacidad visceral no solo se convierte en un obstáculo para que niños y niñas accedan a la educación, sino también repercute en el ámbito económico debido a que las familias deben incurrir en una alimentación más costosa de lo normal.

La discapacidad visceral al igual que otros tipos de discapacidad  requiere del compromiso social, con el fin de que estos niños y niñas puedan desarrollarse al igual que sus pares y además brindarle la oportunidad a la familia para que sus padres y madres puedan trabajar.  

En este proyecto se plantean acciones concretas a desarrollar en el jardín infantil con el fin de mantener un rol activo de la comunidad educativa, en favor de la inclusión alimentaria de los niños y niñas de nuestro jardín infantil.

Fundamentación

Integración en educación y educación inclusiva

Tanto el concepto de integración como el de inclusión en educación presentan antecedentes históricos que han puesto como centro de atención a aquellos niños que han presentado dificultades para acceder al currículo común de su grupo de clase. Sin embargo, ambos conceptos han sido resultados de cambios paradigmáticos originados por movimientos sociales y organizaciones mundiales, que solicitan mayores compromisos para prestar una educación debida y de calidad, y que miran con preocupación los vertiginosos avances que afectan a los contextos educativos. Estos procesos educativos deben ser socioculturalmente significativos para quienes participan en ellos y deben contar con las ayudas necesarias para el avance en la construcción de aprendizajes situados en contextos definidos, dinámicos y particulares (Coll, Martín & Onrubia, 2001).

La organización de las naciones unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), define como educación inclusiva a “un proceso permanente, cuyo objetivo es ofrecer una educación de calidad para todos, respetando la diversidad y las distintas necesidades aptitudes, características y  expectativas de aprendizaje, de los educandos y de las comunidades, eliminando todo tipo de discriminación”.

En nuestro país puede verse plasmada la necesidad de integración y el compromiso social, a través de los marcos generales de educación, en el caso de educación parvularia puede observarse en las Bases Curriculares de la Educación Parvularia (BCEP),  mencionando en sus objetivos generales el  “propiciar aprendizajes de calidad en niños y niñas que sean pertinentes y consideren las diferencias individuales asociadas a su etnia, genero, lingüística y necesidades educativas especiales.

En el caso de JUNJI lo plantea en su misión donde se espera: “brindar una educación de calidad a niños y niñas preferentemente menores de cuatro años, en situación de vulnerabilidad social, en el marco del  Sistema de Protección Integral de la infancia Chile Crece Contigo, de modo de garantizar su desarrollo en igualdad de oportunidades, a través de la creación, promoción, supervisión y certificación de salas cuna y jardines infantiles administrados directamente o por terceros”, por tanto hoy es un desafío permitir el acceso a una educación equitativa y de calidad, para todos y todas, lo cual significa la esencia de una educación inclusiva.    

Discapacidad visceral

Las personas con discapacidad visceral son aquellos individuos que, debido a alguna deficiencia en la función de órganos internos, por ejemplo, el cardíaco o el diabético, se encuentran impedidas de desarrollar su vida con total plenitud (aunque no tengan complicaciones en el campo intelectual, en sus funciones sensoriales o motoras).

Dicha discapacidad puede afectar a las funciones de los sistema cardiovascular, hematológico, inmunológico y respiratorio, digestivo, metabólico, endocrino, entre otros.

Considerando la necesidad de integrar a los niños y niñas que requieren de una alimentación especial debido a la discapacidad visceral, es que desde el año 2016 JUNJI y MINSAL acordaron favorecer alternativas  para niños y niñas con discapacidad visceral, permitiendo que estos traigan al jardín alimentos preparados bajo ciertas condiciones,  en el caso de que el Jardín Infantil no cuente con dichos alimentos especiales, situación que a la vez da cuenta de la apertura a la integración y el acceso de estos niños y niñas a la educación.

Otro ámbito importante a considerar si hablamos de inclusión alimentaria debe considerar un compromiso de la comunidad educativa abarcando de este modo a los funcionarios, familias y comunidad circundante, con el objetivo de trabajar en conjunto para alcanzar la integración de los niños y niñas con esta discapacidad.

Objetivos y Metodología

Para el desarrollo del presente proyecto se consideran la participación de los distintos estamentos que conforman el establecimiento educativo, a partir de las siguientes acciones:

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