Fracaso Escolar En Matematicas

ELEMENTOS PARA EL ANALISIS DEL FRACASO ESCOLAR EN MATEMATICAS.

El termino “fracaso escolar” podría considerarse como ambiguo, puesto que el arbitro “escolar” solo alude al lugar donde se fracasa, la escuela sin especificar si el sujeto que fracasa es el alumno, que no logra aprender, la institución, que no consigue enseñanza sin embargo somos herederos de una larga tradición que atribuye al alumno la propiedad de fracasar, dispensando de toda responsabilidad a la escuela y, en particular al profesor. Se considera que los alumnos fracasan porque no quieren aprender, no les interesa la adquisición de conocimientos escolares, no pueden. Encontramos aquí que se establecen correlaciones estadísticas entre todo tipo de carencias en el medio familiar y el rendimiento escolar verificándose, la hipótesis de que la pobreza y el fracaso escolar están estrechamente vinculados. La teoría subyacente es la del déficit socio-cultural. Un vuelco considerable en el análisis de las causas del fracaso escolar se produce cuando la búsqueda comienza a orientarse hacia el otro polo de la relación niño-escuela. Las causas del fracaso escolar no solo en los atributos de los alumnos sino también en las características de la institución escolar. Observando diez grupos escolares localizados en Paris y sus suburbios encontraron que existe una correlación positiva entre el rendimiento en lecturas al final del año y el número de interacciones profesor-alumno durante el aprendizaje. Como introducir modificaciones al interior del trabajo escolar para promover el aprendizaje de todos los alumnos, incluidos aquellos que, por diversas razones, nos parecen menos dotados para aprender. La crítica a esta posición condujo a los investigadores a plantear comprender mejor el funcionamiento de la escuela práctica cotidiana contra el fracaso escolar pues es el análisis de los cambios que permite la mejor comprensión del funcionamiento general de la escuela. Para esto plantean el establecimiento de una relación igualitaria entre investigadores y maestros, con responsabilidad compartida frente a la comunidad escolar. Los maestros por su parte al ver que estos alumnos si pueden aprender cambian su actitud y comienzan a darles mas apoyo. Existen pues evidencias de que cuando se logra introducir modificaciones en la organización del trabajo escolar cambia a la estructura de participación de los alumnos se transforma la dinámica habitual de la clase y la diferencia entre alumnos buenos y malos tiende a borrarse. Cada alumno encuentra alguna actividad que si puede desempeñar bien o mejor que los demás y comienza a ser estimado en función de sus cualidades positivas. Los alumnos tradicionalmente rotulados como malos van modificando la relación que han establecido hacia el conocimiento escolar, se dan cuenta de que este no se saca ni de lo que dice el maestro ni de las ganas de complacerlo sino de una interacción con

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