Gente Toxica
Enviado por george175 • 16 de Marzo de 2015 • 4.071 Palabras (17 Páginas) • 201 Visitas
Gente tóxica
Se trata de «personas tóxicas» que potencian nuestras
debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones. Ellas,
por cierto, saben todo lo que pasa en el ojo ajeno, pero se
olvidan de ver lo que tienen en el propio. ¡No permitas que
nadie tome el control de tu vida ni boicotee tus sueños!
Conéctate con la gente correcta, confía en ti. ¡Estás capacitado para hacerlo! Si tienes claro tu propósito y tus
sueños podrás tener el control de tus emociones y de decidir a quiénes quieres elegir para que te acompañen. El problema surge cuando decidimos quién nos acompañará mucho antes de tener claro adónde queremos llegar.
El propósito de tu vida es tuyo y sólo a ti te pertenece
diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada día a más, a sólo a ti te pertenece
diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada día a más, a
mucho más. Habrá personas que darán valor a tus sueños.
Otras menospreciarán todo lo que te propongas. No des
crédito a ninguna de aquellas palabras o sugerencias que
provengan de «los tóxicos.»
El que no se alegra de tu avance o de tus sueños, que
diga lo que quiera; tú prosigue hacia la meta, no te amarres
a quienes no se alegran con tus éxitos. Desprecia la opinión
de la «gente tóxica», sé libre de los críticos y serás libre de
cada una de sus palabras y de sus acciones.
No idealices.
No esperes nada de nadie.
Cada capítulo de este libro es independiente; cada uno
de ellos tiene un principio y un final pero un mismo tema
que los une: la «gente tóxica». Puedes comenzar por el que
más te guste, o por el que te haga pensar «éste es para mí»,
y recuerda que podemos liberarnos de toda clase de «gente
tóxica». En este texto, encontrarás técnicas que podrás poner en marcha. Una vez ejercitadas, vislumbrarás el camino
hacia la autonomía mental, liberándote de culpas falsas y
ajenas. Es tiempo de proponernos, cada uno en lo suyo, ser sociedad, somos seres sociales y, por lo tanto, necesitamos aprender a relacionarnos de forma saludable. ¡Bienvenido al mundo de los humanos! Convivir es difícil, pero se
puede.
Por cierto, quiero puntualizar que la utilización del término «tóxico» referido a los efectos perjudiciales de las conductas de ciertas personas no es un invento mío. A partir de
la década de 1980, aproximadamente, se utiliza ese término
con referencia a las relaciones humanas. Se habla, por ejemplo, de «costumbres tóxicas», «personas tóxicas», «relaciones tóxicas», «líderes tóxicos» e incluso de «organizaciones
tóxicas».
Capítulo 1: Los mete-culpas
Con todo lo que yo hice por ti, ahora ¿me pagas así?
UNA MADRE A SU HIJO
1. ¿Culpable o Inocente?
La culpa es uno de los sentimientos más negativos que puede tener el ser humano y, al mismo
tiempo, una de las maneras más utilizadas para manipular a los otros. Los psicólogos establecen que la
culpa es la diferencia entre lo que hice y lo que debería haber hecho, entre lo que quiero y lo que
debería hacer. La culpa es una emoción que nos paraliza, que nos impide seguir desarrollando todo el
potencial que tenemos; la culpa es venganza, bronca y boicot contra uno mismo.
Vivir con culpa es vivir con cadena perpetua. Es condenarse a vivir insatisfecho, victimizándose
todo el tiempo por la vida que nos ha tocado vivir.
"De noventa enfermedades, cincuenta son producidas por la culpa y las otras cuarenta por la
ignorancia." Anónimo
Ahora bien, la pregunta es: ¿nos tocó vivir esta clase de vida o hemos elegido erróneamente,
decidido equivocadamente?
La búsqueda central de todos los seres humanos está orientada a encontrar la felicidad. Somos
seres que fuimos creados para gozar, crecer, desarrollamos, cumplir nuestro propósito, satisfacer
nuestras necesidades y alcanzar la tan anhelada alegría.
El ser humano tiene necesidades básicas que requiere desarrollar para poder vivir libre de culpas
y así bloquear cada obstáculo que intente detenerlo. Veamos algunas de estas necesidades:
• La necesidad física: podemos satisfacerla cumpliendo determinadas pautas tales como
comer sano, practicar ejercicio o realizar controles médicos periódicamente.
• La necesidad emocional: el ser humano es un "ser social" y, como tal, debe establecer
vínculos sanos con su entorno, recordando que puede compartir con otros pero sin dejar de ser él
mismo. Aquellos que saben elegir y relacionarse con pares que agregan valor a su vida, •alcanzan
un bienestar emocional saludable que les permite sentirse plenos y aptos para crecer y
desarrollarse dentro del sistema cultural en el cual están inmersos.
• La necesidad intelectual: ésta se satisface a medida que vamos creciendo y nos vamos
nutriendo de sabiduría, desechando paradigmas erróneos, eligiendo mentores y expandiendo
nuestra mente con creencias verdaderas.
• La necesidad espiritual: todos los seres humanos nacemos con un espíritu que requiere
ser alimentado. Tal vez te preguntes: ¿cómo hacerlo? Esta necesidad se satisface sirviendo a
Dios, descubriendo el propósito de nuestra vida y desarrollando una fe sólida que nos permita
avanzar y sortear los obstáculos que puedan presentarse. Cada uno de nosotros hemos nacido con
un propósito único y especial, con un sueño que sólo nosotros mismos podemos cumplir.
Cuando una de las áreas de nuestras vidas no alcanza toda su capacidad de expresión nos
sentimos con culpa, nos volvemos vulnerables a la queja, a las demandas y a la manipulación. Si le
damos permiso a la culpa que para que crezca y ocupe cada vez más espacio dentro de nuestras
emociones, ésta se convertirá en la causante de una depresión que sabremos dónde comienza pero no
dónde termina.
2. Pecado original
Desde el comienzo de la humanidad, a partir de la misma creación del primer hombre, Adán, la
culpa y la victimización se metieron en el ser humano. La primera culpa nació en Adán por haberle
hecho caso a Eva y haber comido del fruto prohibido. Entonces, por culpa, Adán comenzó a tapar su
cuerpo: ya no podía mostrarse desnudo delante de su Creador. Por culpa de Eva, dice la historia, Adán
cayó.
Ahora bien: ¿a dónde quedó la capacidad de Adán para decidir comer o no
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