Globalizacion Neoliberal
Enviado por seisfebrero • 1 de Junio de 2014 • 2.758 Palabras (12 Páginas) • 240 Visitas
Es necesario señalar, que la globalización no es un fenómeno privativo de la contemporaneidad pues ya en la época de descomposición de la Comunidad Primitiva y el surgimiento del Esclavismo se evidenció cierto nivel de internacionalización aunque este proceso se vio frenado por la llegada del Feudalismo. A partir del descubrimiento de América, en 1492, la globalización alcanza su estatus o expresión moderna estrechamente relacionada con la no consideración de los intereses de las mayorías y el ataque a la identidad cultural, política y social de las naciones pobres.
En la actualidad el tipo de globalización que persiste es la neoliberal. Los teóricos de esta modalidad globalizadora, pretenden presentarla como un producto del desarrollo de la humanidad y la única alternativa posible para la internacionalización de las relaciones económicas y políticas a nivel global; cuestión que se debe tener presente para evitar interpretaciones y posiciones erróneas con respecto a este fenómeno.
En este sentido, el economista holandés Win Dierckxsens se pronunció al respecto y reconoció que “la globalización neoliberal, en esencia, es más un proceso de recomposición de la acumulación de capital a escala mundial basado en la concentración de la riqueza a costa del desarrollo, y no, como sus defensores plantean, un modelo que sería fruto de un avance del proceso tecnológico en el campo informativo y de la comunicación ”.
La globalización neoliberal tiene sus precedentes teóricos en el liberalismo económico de finales del siglo XVIII y principios del XIX, que se asentaba en tres pilares básicos: la desregulación estatal, la privatización y el libre comercio. Por estas razones, el liberalismo económico beneficia el desarrollo de una economía de mercado donde se reduzca a lo imprescindible la intervención estatal en los asuntos del mercado; si bien no niega la necesaria participación del Estado en los asuntos económicos.
El neoliberalismo tiene su génesis en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y su plataforma programática queda enunciada en el libro de Friedrich Hayek, “Camino de Servidumbre”. En esta obra, Hayek advierte sobre el peligro de la intervención del Estado en los asuntos económicos y su posición teórica se convirtió en la respuesta de las clases más reaccionarias contra el naciente Estado de Bienestar.
Pero el momento crucial para el desarrollo acelerado de la doctrina neoliberal fue, sin lugar a dudas, el derrumbe del campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética. A partir de este momento histórico y del fin de la guerra fría, el eje de enfrentamiento Este-Oeste se desplazó en la dirección del Norte-Sur y preconizó una política que pretende el saqueo de las riquezas de los países pobres por parte de las naciones poderosas. Todo esto, bajo el pretexto de que la humanidad participe en una economía de mercado y en un mundo sin fronteras.
A este hecho, se sumó el desarrollo de las fuerzas productivas y los avances de la tecnología que requieren la eliminación de las fronteras y la reducción de las barreras arancelarias fundamentalmente en los países pobres y permiten la anexión de las riquezas de dichas naciones a la élite capitalista.
La globalización tiene tres frentes. El primer frente es el frente económico. La globalización liberal es, esencialmente, un fenómeno económico y financiero. El segundo frente que se ha abierto después del 11 de septiembre es el frente militar. Los EE.UU. han asumido la función de ser el brazo armado de la globalización. Este segundo frente supone que todo aquel que se opone a la globalización corre el riesgo de ser acusado de terrorismo. Pero a estos dos frentes se añade un tercer frente, que en mi opinión es un frente central, y que es el frente ideológico. Es el frente de tratar de convencer a cada persona del planeta de que la globalización es lo mejor que le puede ocurrir al planeta. Esa es la idea. Y quien trabaja sobre ese frente son los medios de comunicación .
La doctrina neoliberal defiende como valor fundamental: la competencia, no sólo desde el punto de vista nacional y empresarial sino también entre las personas; a las cuales mide su valor de acuerdo a su capacidad para obtener ganancias, a sus triunfos en el aspecto económico. Además, pondera la internacionalización de las finanzas, el capital y las empresas; estrategia que sus ideólogos consideran inevitable e irreversible.
Otro aspecto básico del neoliberalismo, lo constituyen sus consideraciones sobre el papel del Estado en la dirección de los procesos económicos. Según su visión, el Estado es un obstáculo para la eficiencia del mercado, frena el proceso de acumulación y dificulta la libre circulación de bienes y capitales. Propugna la privatización de las actividades económicas, la disminución de los gastos públicos y una mayor participación de las empresas transnacionales en el espacio público. Todas estas medidas, despojan a los gobiernos de su papel en la regulación de las economías nacionales.
El debilitamiento del papel económico del Estado provoca grandes consecuencias para las economías nacionales. Estas secuelas se agrupan en dos direcciones fundamentales: en primer lugar, la capacidad para la promoción del desarrollo en los marcos nacionales es eclipsada por la acción de la competencia y la presión de mecanismos supranacionales como la OMC, el FMI y el Banco Mundial. Con este fin, se promueve la privatización de todas las propiedades estatales de interés para el capital transnacional. En segundo lugar, los estados se tornan incapaces de desarrollar la necesaria gobernabilidad para controlar los mecanismos de la economía internacional que están estrechamente relacionados con los espacios económicos nacionales.
Estrechamente vinculado a sus consideraciones respecto al papel del Estado, se encuentran sus planteamientos sobre el libre comercio. De acuerdo a su criterio, en un comercio libre el mercado funcionará de forma perfecta, dividirá de forma óptima los recursos y especializará a cada país en las producciones donde sea más eficiente. Para su buen funcionamiento, el Gobierno no debe participar en la dirección de los procesos económicos y está obligado a dejarlos al libre albedrío de la competencia.
La liberalización del comercio se asienta en la eliminación de las cuotas de importación y la reducción de la unificación de los aranceles. Esto produce un aumento del déficit presupuestario e impide que los gobiernos nacionales puedan efectuar una distribución efectiva del comercio exterior; afectando los productos nacionales que son sustituidos por los de importación. Además, la liberalización comercial no
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