HACIA UNA GERENCIA PUBLICA MUNICIPAL ORIENTADA AL SERVICIO DEL CIUDADANO

La gerencia se trata de “las acciones asociadas con el asumir un compromiso con la coordinación y facilitación del buen desempeño de un “sistema” (Metcalf y Richards, 1990); si nos proponemos ubicar la función de la Gerencia Pública en el sector público y específicamente en el sector municipal, nos encontramos con que el enfoque principal de la Administración Pública Tradicional ha sido el cumplimiento de mandatos, el interés público ha sido definido por políticos o expertos y adicionalmente el rol de la participación ciudadana ha sido representado por el derecho a ejercer el voto y las metas gerenciales eran medidas por la capacidad de respuesta a las autoridades superiores; en este sentido se ha venido avanzando desde el Siglo XX mediante un cambio de enfoque, llegando a la Nueva Gerencia Pública cuyo enfoque principal ha sido la satisfacción de usuarios, la eficiencia y eficacia en los servicios prestados, donde se han venido incluyendo las preferencias individuales de la ciudadanía para los procesos de decisión, la ciudadanía da a conocer su nivel de satisfacción en los diferentes espacios diseñados con ese fin y las metas gerenciales son definidas por el desempeño.

Podría decirse que en los Gobiernos Locales de nuestro país, o Alcaldías Municipales como también se les conoce, actualmente implementan la Nueva Gerencia Pública, donde a partir del año 2006 se ha enfocado en la mejora de la calidad de los bienes y servicios públicos, incremento de la productividad y optimización de recursos y procesos; todo esto a raíz de las diferentes reestructuraciones organizacionales, reasignación de personal, implementación de sistemas de información que permiten la agilización de los procesos propios de las municipalidades, como son el Sistema de Catastro, Sistema de Información Municipal, TRANSMUNI (Transferencias Municipales), entre otros.

Así, a pesar de que han sido muchos los avances que se han dado en los diferentes gobiernos locales, principalmente gracias al control y seguimiento, todavía falta mucho por recorrer; uno de los principales retos que se presentan es la evolución que debe dar la Gerencia Municipal hacia un enfoque de Generación de Valor Público, es decir una Gestión orientada a resultados al servicio del ciudadano, a través de la entrega de servicios (educativo, salud, vivienda, infraestructura, etc.), la ejecución de programas y proyectos, cuyas principales metas sean el ganar la confianza y legitimidad por parte de la ciudadanía.

Es decir, en este nuevo enfoque la Gerencia Pública debe asegurar que las políticas y programas públicos respondan de manera valiosa, oportuna, eficaz y eficiente a problemas importantes de la ciudadanía, promoviendo así el logro del desarrollo de manera equitativa y sostenible.

Las municipalidades una vez adoptado el enfoque en el valor público contarán con un enfoque estratégico en el que priorizarán las respuestas a los ciudadanos, no prestando atención únicamente a los resultados de impacto, sino también a los procesos aplicados para generar dichos resultados, ya que las relaciones y los procesos con las diferentes empresas, instituciones y comunidades generan valor en sí mismos.

Este enfoque, adicionalmente provocará que las municipalidades contemplen las acciones necesarias para definir lo que la ciudadanía prefiere y, por ende, lo que genera valor para el pueblo. Una vez implementado este nuevo enfoque, influirá en que los gerentes estén pendientes de las diferentes percepciones y reacciones de la población, para mantener encaminadas las diferentes políticas a la realidad social, económica y cultural del grupo meta.

De esta forma, para que las municipalidades lleguen a implementar una gestión pública orientada a los resultados

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