Hablemos un poco de pedagogía
Enviado por minniedulzura • 9 de Febrero de 2016 • Trabajo • 2.049 Palabras (9 Páginas) • 309 Visitas
Pedagogía Crítica de las Diferencias
La pedagogía es la ciencia que estudia la enseñanza y el aprendizaje.
¿Por qué es crítica? Porque tiene que ver con reflexionar sobre los aspectos negativos de la propia práctica para poder mejorarla. Por eso es una propuesta pedagógica integral.
¿Por qué de las diferencias? Porque avanza, como dice Carballeda: “El hombre se ha transformado en un nuevo sujeto “inesperado”, lo que produce nuevas formas de subjetividad, nuevas expresiones de los problemas sociales que marcan relaciones conflictivas y violentas”.
No hay un solo modelo de alumno, aunque los docentes tienen un modelo de alumno esperado. Todos son diferentes, pero esas diferencias los complementan.
Al momento de realizar nuestra tarea no debemos hacer lecturas previas de la trayectoria escolar de los alumnos/as porque caeríamos en determinismos, en rótulos condenándolos o justificando aquello que no podemos abordar.
La tarea docente implica elaborar y poner en práctica propuestas que permitan trabajar la diversidad en el aula, para que esas diferencias no sean un obstáculo en el aprendizaje, sino una fuente de enriquecimiento para crear una sociedad más igualitaria donde todos tengamos los mismos derechos y oportunidades.
Como dice Sacristán en “Hacerse cargo de la heterogeneidad”: todos nos manifestamos como seres singulares, diversos, no coincidentes; iguales en el sentido de que somos personas y tenemos los mismos derechos e igualdad de oportunidades. Lo único es que pensamos, actuamos y sentimos de formas diferentes.
Un ejemplo claro: la película “Francia”.
Mariana y su familia no logran encajar del todo en lo que hacen, o con quien se relacionan, no se sienten cómodos y el sentido de “pertenecer a” se vuelve difícil. A Mariana no le gusta su colegio. No le gustan sus maestras ni la directora. La escuela tampoco siente que la niña pertenezca a ese lugar. Hay resistencia y discriminación.
Se reflejan cuestiones que hacen al rol docente con todos sus estereotipos, a la responsabilidad educativa y al respeto por la libertad del otro.
No se preocupan por acercarse a la niña y ver qué es lo que le pasa. Pero por el otro lado, para la docente y la directora tiene un comportamiento alarmante. Entonces ¿qué pasa? es ignorada, tratada con indiferencia e incluso maltratada físicamente. Están más preocupados por deshacerse de ella que revisar sus propias prácticas, superarlas y mejorarlas para el bien de la niña.
Directamente no hay diálogo. ¿Por qué? ¿Por qué hay ausencia de ello? El diálogo es la esencia de la educación como práctica de la libertad. El hombre no se hace en el silencio, sino en la palabra, la acción y la reflexión. Es la base del aprendizaje.
Hay ausencia porque el diálogo debe contener amor, humildad, fe, confianza, esperanza. Y en esta película, sólo existe el rechazo, la indiferencia. Cuando en realidad tendría que ser una herramienta que construya la identidad cultural y el conocimiento a través de un pensar crítico en donde la palabra debe ser entendida como práxis de acción y reflexión para generar saberes socialmente productivos. Acción y reflexión como práctica a la libertad que lleva a superar las situaciones límites y la cuestión del opresor – oprimido.
El maestro debería convertirse en un sujeto social y transformador. Giroux en su “Teoría de la Resistencia” hace este reclamo hacia el docente y critica la dominación del opresor-oprimido, ofreciendo oportunidades de reflexión y lucha por la emancipación personal y social.
Sin embargo, la escuela reemplaza el diálogo por el uso de adjetivaciones de la inteligencia a las que hace referencia Kaplán C., aplicándolas a Mariana sin reflexionar:
- Disciplina escolar y hábitos de trabajo: no hace nada, se dispersa, no demuestra inteligencia.
- Interés por aprender: desinteresada, viene a la escuela por obligación.
- Características cognitivo-académicas: poca inteligencia, le cuesta.
- Creatividad: no pregunta, no es creativa.
- Características socio-familiares: con problemas en la casa, fracasa en la escuela.
A raíz de este ejemplo, podemos plantearnos las siguientes preguntas:
- ¿Qué es un buen alumno o un alumno inteligente?
- ¿Será que el problema está en Mariana o estará en la maestra, o en la institución?
- ¿Qué condiciones influyen en los problemas de aprendizaje?
Es hora de entender que no existe un buen alumno o un alumno inteligente, sino que tienen habilidades diferentes más o menos desarrolladas. No se trata de encontrar respuesta a esas preguntas, se trata de atender a la diversidad, de involucrarse en las condiciones que afectan a cada chico en su aprendizaje para ayudarlo en ese largo proceso. Que el alumno al final del camino, pueda ver el mundo con ojos nuevos y decidir qué rumbo seguir.
Es importante tener en cuenta que las actitudes y valoraciones de los docentes poseen una gran influencia sobre el comportamiento y el rendimiento escolar del alumno.
Las representaciones que los maestros construyen acerca de sus alumnos toman la forma de esquemas clasificatorios que permiten distinguirlos y categorizarlos considerando ciertos rasgos que los distinguen y desechando otros según su propia perspectiva.
Los maestros clasifican a los alumnos por su conducta, su obrar bien frente a la tarea propuesta, su capacidad de atención, habilidades, vínculos, valores…
Estas variaciones (+) o (-) es lo que marca la # entre 2 grupos antagónicos: el buen alumno que triunfa en la escuela (acorde a las normas y reglas de la institución y las expectativas docentes) y el mal alumno, que es el que fracasa porque no responde a la imagen del alumno ideal construida por el maestro. Cito a Carballeda “lo desconocido genera rechazo, miedo, porque no se sabe cómo actuar, qué hacer frente a algo que causa sorpresa, desasociego…”.
Hoy estamos atravesando una sociedad excluyente y opresiva a causa de la marca generada por el neoliberalismo y las nuevas formas de subjetividad de las que nadie quiere hacerse cargo.
En el texto “la construcción social de la inteligencia” se plantea que la misma se presenta a los sujetos pedagógicos como justificación del éxito o fracaso escolar”.
Como dice Kaplán, hay que re-nombrar la inteligencia. Pluralizarla: las inteligencias ligadas a contextos sociales y culturales específicos. La esperanza se pone en los maestros que reconocen la diversidad, las identidades de los alumnos no como déficit sino como el desafío para una escuela democrática e igualitaria.
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