Hiperemésis Gravídica
Enviado por pirulo12 • 26 de Febrero de 2013 • 2.833 Palabras (12 Páginas) • 542 Visitas
Hiperémesisgravídica
Definición
Se llama “hiperémesis gravídica” a la presencia de náuseas y vómitos en forma grave, pudiendo producir un cuadro de deshidratación en la mujer. La embarazada tiene una intolerancia gástrica absoluta o casi absoluta, con vómitos persistentes y repetitivos que alteran su estado general, con desequilibrio de su medio interno, deficiencia nutricional y pérdida de peso mayor del 5% al peso inicial del embarazo.
Se denomina hiperémesis gravídica a la presencia de vómitos persistentes que aparecen en etapas tempranas del embarazo y que llevan a cuadros de deshidratación, con pérdida de sales del cuerpo (sodio y potasio) y pérdida de peso mayor del 5% al peso inicial del embarazo. Esta enfermedad ocurre afortunadamente en un 0,3 al 1% de los embarazos y tiende a recurrir en embarazos posteriores, presentándose con mayor frecuencia en madres primerizas y adolescentes.
Normalmente, durante las primeras semanas del embarazo aparecen nauseas y vómitos, principalmente entre las semanas 6 y la 16, que no producen serias consecuencias, sino una leve molestia a la mujer embarazada. En el 25% de los casos los síntomas son leves y pasajeros.
Este tipo de cuadro es una exageración de dichos vómitos que pueden poner en peligro la vida de la madre sino se toman los recaudos necesarios.
La hiperemesis gravídica puede tener 3 períodos:
1. Primer período es de enflaquecimiento: se produce pérdida de peso, que puede ser de más de 6 % del peso corporal. Puede presentar, además, oliguria, signos de hipovolemia y deshidratación (hipotensión, sequedad de las mucosas y pérdida de la elasticidad de la piel).
2. Segundo período es de taquicardia: la frecuencia cardíaca alcanza alrededor de 100 lat/min.
3. Tercer período es de fenómenos nerviosos: se puede desarrollar una neuritis periférica con disminución de los reflejos profundos.
Causas o etiología
Se desconoce con exactitud el origen de la “hiperémesis gravídica”, y aunque se han propuesto varias teorías, la causa de este cuadro clínico sigue siendo oscura, si bien la experiencia indica que son varios factores los que desencadenan los vómitos. Se mencionan algunas de las teorías propuestas.
1) Hormonal: si se enfoca a la “hiperémesis gravídica” desde un punto de vista orgánico, el factor más comúnmente asociado a este cuadro es la secreción de la hormona gonadotrofina coriónica humana, ya que se ve que los vómitos se inician desde el comienzo del embarazo coincidiendo su mayor intensidad con la máxima secreción de gonadotrofinas coriónicas. Un hecho que avalaría esta hipótesis es que la “hiperémesis gravídica” se presenta con más frecuencia en embarazos en los que hay una producción aumentada de esta hormona, como el de mellizos o molares (embarazo en que la placenta se forma mal y se transforma en una masa; el feto no se desarrolla o lo hace de forma defectuosa y no puede vivir).Se ha propuesto la influencia de otras hormonas como causa de la “hiperémesis gravídica”, como los estrógenos, los marcadores séricos placentarios, la hormona adrenocorticotrófica (ACTH) producida en las glándulas suprarrenales, la hormona del crecimiento y la prolactina. Las náuseas y los vómitos intensos se han asociado en algunos estudios con fetos femeninos.
2) Psicológica: Cuando se ha enfocado este cuadro clínico desde un punto de vista psicológico, llamó la atención que las mujeres con “hiperémesis gravídica” no desean estar embarazadas aunque continúe con su embarazo, situación conflictiva para la mujer que no se anima a expresar la ambivalencia de sentimientos que tiene ante la gestación. Al no poder expresar verbalmente este sentimiento, por miedo a ser criticadas o por autocensurarse, las embarazadas vomitan. Desde el punto de vista psicológico el vómito se interpreta como un acto simbólico de rechazo al embarazo, y sería una forma inconsciente de descargar sus sentimientos. Algunos estudios encuentran que tienen más vómitos las mujeres ansiosas, con tendencia a la depresión. Sin embargo también se presenta la “hiperémesis gravídica” en mujeres en las que no se encuentra ningún conflicto psicológico, con parejas y familias capaces de contenerlas y apoyarlas. Lo aconsejable es considerar cada caso en particular, sin generalizar, indicando las medidas adecuadas para aliviar los vómitos y mejorar el estado general, valorando si es necesario el apoyo psicológico. Hay autores que han comprobado que el 60% de las mujeres con “hiperémesis gravídica” desarrolla depresión secundaria.
Es muy bueno que la embarazada hable con su obstetra quien, le explicará que la “hiperémesis gravídica” es una situación transitoria, al mismo tiempo que le indica el tratamiento adecuado para evitar el deterioro de su salud.
3) Motilidad gástrica: durante el embarazo disminuye la motilidad muscular del estómago, lo que puede producir vómitos.
4) Déficit de vitaminas: la falta de vitamina “B puede producir vómitos.
5) Presencia de “Helycobacter pilory”: es una bacteria que vive exclusivamente en el medio ácido de estómago, y que infecta la mucosa gástrica, produciendo gastritis o úlcera gástrica.
• Altos niveles de HCG (gonadotropina coriónica humana): esta hormona aparece durante las primeras semanas del embarazo y es esencial para su correcto desarrollo durante el primer trimestre de gestación. Los altos niveles de esta hormona pueden excitar la parte del cerebro que controla el vómito, que entonces se desencadena con más facilidad. Esta situación es típica del embarazo molar.
• Cambios hormonales: además de la HCG, son muchas las hormonas que aumentan o disminuyen sus concentraciones en sangre, como los estrógenos, que afectan del mismo modo al centro del vómito cerebral.
• Relajación del aparato digestivo: los altos niveles de progesterona que se alcanzan en el embarazo hacen que el músculo liso del organismo tenga un tono disminuido, es decir, que aumente su flacidez. Gran parte de este músculo liso se encuentra en las paredes del tubo digestivo y, de esta forma, el aparato en su totalidad se encuentra más relajado, resultando más difícil el control de los esfínteres internos. Por ejemplo, la abertura superior del estómago que conecta con el esófago, el cardias, no tiene fuerza suficiente como para evitar el reflujo ácido, y es más fácil que se produzca el vómito.
• Presión abdominal: durante el desarrollo del embarazo el feto y el útero aumentan su tamaño desplazando así todas las vísceras abdominales internas. La presión sobre estas hace que el contenido gástrico tenga una predisposición a ascender por el esófago en forma de vómito o reflujo ácido.
• Dieta rica
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