INFERTILIDAD
Enviado por gabyromen • 13 de Noviembre de 2013 • 3.947 Palabras (16 Páginas) • 575 Visitas
INFERTILIDAD
I. Tratamiento de la infertilidad y sus antecedentes históricos.
A través de la historia y sus civilizaciones, la mujer siempre ha sido el símbolo de fertilidad. De la prehistoria datan numerosas pinturas rupestres de figuras femeninas redondeadas, representativas de numerosas Venus, que invocaban la fertilidad y la prosperidad.
Por el contrario, la infertilidad ha sido uno de los mayores problemas sociales y médicos desde los albores de la humanidad, vivida como una amenaza para la supervivencia del clan, para la transmisión del poder y el mantenimiento de las estructuras sociales.
Durante casi toda la historia de la humanidad, el hombre tuvo un desconocimiento total de cómo era el proceso de reproducción natural, sobre todo de la participación masculina. Esto pasó porque entre la relación sexual y el nacimiento pasaban 9 meses y, durante ese tiempo, podían ocurrir una serie de eventos responsables del embarazo como cambios meteorológicos, comportamientos diferentes, etc. Por eso se consideró a la mujer como la encargada de la reproducción y al hombre como un espectador más o menos inocente.
EGIPCIOS
La descripción del proceso de reproducción natural se inicia con esta civilización, porque los registros de otras más antiguas, como los sumerios (3200-2000 a.C.), son muy difíciles de analizar debido a la escasez de datos existentes. El estatus social de la mujer egipcia era semejante al del hombre, lo que se podía considerar una posi privilegiada dentro de las civilizaciones antiguas.
Las parejas eran proléficas y la infertilidad era un problema real y cotidiano que no se consideraba un castigo divino, como en otras civilizaciones, sino una enfermedad que debía ser diagnosticada y tratada. La medicina egipcia mostró una considerable atención al problema de la infertilidad y a su diagnóstico, aunque no proporcionó ningún tratamiento satisfactorio.
El papiro de Ebers fue el más famoso de los papiros egipcios. Escrito en la dinastía XVIII (1550 a.C.), es uno de los más valiosos textos médicos que ha legado el Egipto faraúnico. En él se recogen datos sobre ginecología, distintas afecciones del aparato respiratorio, entre ellas una que podría identificarse con la asmática, etc.
El conocimiento de los egipcios sobre anatomía probablemente era algo muy somero. Se utilizaban alrededor de una centena de términos anatómicos, incluyendo cuatro para el tracto genital: útero, vulva, labios y tal vez cérvix. Los egipcios fueron sobresalientes en el desarrollo del diagnóstico temprano del embarazo tratando granos de trigo y cebada con la orina de mujeres embarazadas. La técnica consistía en que las mujeres grávidas debían orinar sobre una mezcla de trigo y cebada combinada con arena y dútiles; si los granos germinaban (por la accion de la hormona HCG), significaba que estaban embarazadas; si sólo crecía el trigo, el hijo será varón y si sólo crecía la cebada, será mujer.
HEBREOS
Una de las principales fuentes de conocimiento relacionadas con la medicina judía es la Biblia. La no del pecado original predominaba y las mujeres tenían pocos derechos y libertades, incluso los varones podían repudiar a sus mujeres. "Sed fructíferos, multiplicaos, y repoblar la tierra" fue la orden que Dios les dio a Adán y a Eva al comienzo del libro del Génesis (1:28).
En este contexto se puede entender que la infertilidad fuera un castigo divino, al tiempo que la infertilidad masculina no fuera reconocida. Sin embargo, Dios podría privar de descendientes a una pareja para castigarla por un pecado. En el libro del Génesis (30:2), cuando Jacob se enfada con su mujer Raquel, él dice: "¿soy yo acaso Dios?, ¿que te impidió el fruto de tu vientre?. Pero sobre todo el embarazo es un regalo del Señor; Eva dice: ?Yo he recibido un hombre del Señor? (Génesis 4:1).
En el Antiguo Testamento varios versos cuentan la historia de la mujer infértil que concibió gracias a la intervencion divina: por ejemplo Sara, la mujer de Abraham (Génesis 20:18), o Rebeca, la mujer de Isaac (Génesis 25:21), o en el Nuevo Testamento, Isabel (prima de la Virgen María), la mujer de Zacarías (Lucas 1:5-24). En la Biblia, por tanto, la infertilidad a menudo se asocia con distintas concepciones: el castigo divino (en el Antiguo Testamento), que refleja la posición de sumisión de la mujer en la sociedad hebrea, o el embarazo como regalo de Dios.
GRIEGOS
La medicina occidental encuentra sus primeras bases en Grecia, donde coexistian las prácticas sagradas y profanas. El gran reformador de la época fue Hipócrates (460-377 a.C.). Él quiso transformar la medicina que se estaba practicando en su tiempo, la cual estaba más cercana a la magia que a un sistema de observa, y construir un sistema médico coherente con el racionalismo de los filósofos griegos. Esto lo escribió en varios tratados que representaron la base de la medicina de esa época.
Hipócrates estaba muy familiarizado con el problema de la infertilidad y tenía varias recetas para diagnosticarla inspiradas en los egipcios. Para él la infertilidad se debía a las siguientes causas:
⦁ Mala posición del cérvix.
⦁ Debilidad de la cavidad interna debido a un origen congénito o adquirido subsecuentemente a una cicatriz de úlceras.
⦁ Obstrucción del orificio uterino debido a una amenorrea.
⦁ Flujo menstrual excesivo, que hará al útero incapaz de fijar la semilla.
⦁ Prolapso uterino.
Los tratamientos eran numerosos: cuando el cérvix está demasiado cerrado el orificio interno debe ser abierto mediante una mezcla especial compuesta por nitro rojo, comino, resina y miel. Los griegos también usaban una túnica que consistía en dilatar el cuello uterino e insertar una sonda de plomo a través de la cual vertían al útero sustancias emolientes. Otro de los grandes médicos griegos después de Hipócrates fue Galeno (129-199), cuyos estudios anatómicos en animales y observaciones sobre las funciones del cuerpo humano dominaron la teoría y la práctica médica durante 1.400 años.
ROMANOS Y BIZANTINOS
En esta época el papel de los dioses era tan importante como en la época griega, de hecho las patricias jóvenes que querían salir embarazadas iban al templo de Juno. Allí los sacerdotes del dios Pan o Luperques las recibían y, desnudas y postradas, las flagelaban con un látigo de piel de macho cabrío, conocido por su potencia sexual.
Uno de los grandes ginecólogos y obstetras de la antiguedad fue sin duda Sorano de Efeso (78-177); de origen griego que se formó en la escuela de Alejandría y practicó la medicina en Roma en tiempos de Trajano y Adriano. Sorano fue el primero en proporcionar una forma real y estructurada a las comadronas. Esta
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