Identidad, conocimiento y aprendizaje
Enviado por veeraluis • 10 de Enero de 2023 • Ensayo • 2.479 Palabras (10 Páginas) • 62 Visitas
UACM
Universidad Autónoma
de la ciudad de México
Programa de integración
Taller: Identidad, conocimiento y aprendizaje
Trabajo de indagación:
Identidades en la era digital
Luis Giovani Hernández Vera
Conceptos
Globalización: Proceso económico, tecnológico y cultural de alto impacto encaminado en unificar sociedades y culturas (González, 2014)
Cultura: Sistema de valores que da sentido a cómo hacemos las cosas transmitido de manera no genética y que nos humaniza.
Subjetividad: Procesos de producción de sentido conscientes e inconscientes por los cuales los individuos, así como los colectivos sociales, construyen y actúan sobre la realidad, elaborando con ellos su experiencia existencial y sus sentidos de vida (Torres Carrillo, 2006).
Digital: Intercambio de información a través del mundo, donde un computador procesa millones de datos por segundo, codificando y decodificando dicha información en lenguaje binario. (Álvarez, 2020).
Virtual: Separación del entorno físico y temporal mediante el cual nos relacionamos entre personas a través de textos o videollamadas, cuya rapidez para comunicamos convierte nuestra privacidad en algo cada vez más público (Álvarez, 2020).
Identidades e influencia de lo tecnológico, virtual y digital en los estudiantes del programa de integración en la UACM plantel San Lorenzo Tezonco.
Con esta indagación pretendo conocer qué es la identidad para los estudiantes del programa de integración en UACM San Lorenzo Tezonco turno vespertino. Tomando en cuenta que la gran mayoría de ellos les toco crecer, sociabilizar y estudiar en pleno auge tecnológico, virtual y digital, es inevitable indagar la influencia de estos tres medios (de distinta connotación pero que son parte del mismo contexto) desempaña en su ambiente personal y académico. Conocer en qué medida y de qué manera los de sitios web, redes sociales y aplicaciones facilitan o complican su ser como estudiantes. De igual forma, deseo descubrir qué les gusta, qué les disgusta y cómo perciben el futuro con el crecimiento exponencial de lo tecnológico.
Con esto, quiero averiguar con que se identifican y si se habían cuestionado este tema. Saber también si la cultura de la inmediatez dirigida por la velocidad que supone el avance tecnológico está moldeando al estudiante universitario impidiéndole el desarrollo de un pensamiento reflexivo, crítico y constructivo. Expondré (de manera elemental un aspecto bien sabido por la mayoría de los usuarios de redes sociales) que las extensiones virtuales de sentidos como la vista y el oído lo enajenan de su entorno físico y social, modificando en gran medida el valor que da las relaciones humanas, poniendo como ejemplo el concepto de amistad, algo que pareciera volverse algo cada vez más banal e invaloro. Así
Quizá al leer esto usted se pregunte: ¿Y qué si los estudiantes no se cuestionan el impacto de la tecnología, la virtualidad y lo digital en la constitución de sus identidades? Bien, no ahondar en esta cuestión es ceder la autonomía personal a esta globalización desmedida que elimina las particularidades y pone en juego las herencias culturales del mundo. Es permitir quedar atrapados a las ideas simplistas y hegemónicas de otros. Dejarnos guiar ciegamente por la vida virtual, el crecimiento exponencial de la tecnología y la cultura de la inmediatez es seguir creyendo que nuestro progreso como especie es crear aplicaciones y gadgets que nos faciliten todo y desarrollar pocas o nulas habilidades que nos aseguren un futuro más humano. imposibilitándonos un porvenir en el cual podamos coexistir con todo lo que nos rodea, o por lo menos, con nosotros mismos.
Primero la identidad
Aun cuando se nos ha hecho creer lo contrario, la identidad no es un fin en sí mismo, ni algo que debamos encontrar, sino que es eso que se está construyendo a lo largo de nuestra vida, esa inquietud que nos impulsa a querer saber quiénes somos y a que pertenecemos. Ese algo que siempre estamos buscando y que, por fortuna, nunca encontramos ni concretamos de manera total. Ahondar en la identidad es preguntarse, desde la objetividad y la subjetividad, quién soy yo, el problema es que no existe una respuesta, sino varias, pues experimentamos varias influencias y transiciones tanto físicas como ideológicas a lo largo de nuestra vida. Cambios que se dan en ocasiones de manera casi imperceptible y de forma no lineal.
Identidad más que apropiarse, debe ser “liberarse de uno mismo, desprenderse del conjunto de instituciones externas que terminan constituyendo el sujeto individual que creemos ser” (Facultad Libre, 2016). Una de las máximas del Oráculo de Delfos incitaba al viajero a conocer su esencia como punto de partida para conocer el mundo, pero al preguntarnos por quién somos, el sujeto que pregunta es solo una parte del ser al que queremos conocer. Es como mirarnos al espejo, vemos una proyección externa que no nos permite observar lo interno. Un buen ejercicio seria analizar con ojos críticos lo que estamos siendo o lo que están haciendo de nosotros y reconocernos como un otro antes de asegurar ser un yo.
Entendiendo que nos vamos identificando en procesos temporales y nunca permanentes, sería prudente que durante nuestra interacción con la tecnología nos preguntemos ¿Quién y con qué fin nos está diciendo o haciendo creer qué? Esto sin duda supondría un buen filtro para la infinita información y estímulos a los que nos exponemos diariamente no solo en los virtual/digital, sino también fuera de ellas.
Las subjetividades son el pilar fundamental en esta cuestión, pues tienen relevancia en los procesos internos tanto en los externos del sujeto, ella al igual que la identidad (y la cultura) no podemos entenderla como algo fijo que nos fue dado de nacimiento o transmitido de manera genética, sino que se construye en la reflexión interna, así como en la interacción con el otro (Torres Carrillo, 2006).
¿Estudiante o sujeto con identidad digital globalizada?
¿Habían reflexionado acerca de las identidades los estudiantes del turno vespertino inscritos en el programa de integración del plantel San Lorenzo Tezonco? Realice un cuestionario escrito con esta y otras trece preguntas a 50 estudiantes de cinco grupos distintos y 19 respondieron que sí, ya se lo habían cuestionado con anterioridad, los 39 restantes jamás lo habían pensado. Se le hubieran cuestionado o no, la mayoría afirmó tener una identidad clara y constituida solo por ellos, en la cual la tecnología, lo virtual y lo digital no tenían ninguna influencia. ¿Es posible esto en un país donde el 91,5 % de la población cuenta con dispositivos móviles a través de los cuales recibe diariamente estímulos audiovisuales? Si analizamos las estrategias meticulosas de la mercadotecnia nos podremos dar cuenta que no. Cabe destacar que colocar el nombre en dicho cuestionario era opcional y este campo solo fue llenado por 17 compañeros. Con esto podríamos interpretar que el anonimato virtual nos acomoda cada vez mejor en lo real, pues supone una salida rápida en la cual no es necesario hacernos cargo de nuestros actos o palabras, ya que en diversas plataformas podemos emitir juicios sin temor a las consecuencias, sabiendo que evitarlas es tan simple como creer una nueva cuenta o cambiar de usuario (bots de Facebook o YouTube).
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