Informática y valores humanos.

Informática y valores humanos

Las Tecnologías de la Información y las Comunicación (TIC) son incuestionables y están ahí, forman parte de la cultura tecnológica que nos rodea y con la que debemos convivir. Amplían nuestras capacidades físicas y mentales además de las posibilidades de desarrollo social.

Las TIC están invadiendo todos los aspectos de la existencia humana y están planteando serios desafíos a valores individuales y sociales que se consideraban firmemente establecidos. Es cierto que las tecnologías de la computación, Internet y la World Wide Web han creado posibilidades a nivel global que no estaban antes disponibles ni para los individuos ni para las organizaciones.. Pero también es cierto que han surgido nuevas cuestiones éticas porque los cambios están afectando las relaciones humanas, las instituciones sociales y principios morales básicos.

 Las TIC, siguiendo el ritmo de los continuos avances científicos y en un marco de globalización económica y cultural, contribuyen a la rápida obsolescencia de los conocimientos y a la emergencia de nuevos valores, provocando continuas transformaciones en nuestras estructuras económicas, sociales y culturales, e incidiendo en casi todos los aspectos de nuestra vida: el acceso al mercado de trabajo, la sanidad, la comunicación, la organización de las empresas e instituciones... Su gran impacto en todos los ámbitos de nuestra vida hace cada vez más difícil que podamos actuar eficientemente prescindiendo de ellas.

En el presente trabajo se consideran algunas de los aspectos en los que la informática contribuye a los valores humanos. Entre ellos se pueden diferenciar:

Relaciones humanas: las aplicaciones informáticas han supuesto una revolución en el modo en el que las personas nos relacionamos. Desde mi punto de vista conllevan una serie de ventajas así como algunos inconvenientes. Entre los aspectos beneficios  que encuentro: Por un lado, Internet permite acceder a la información de manera inmediata e ilimitada. A esto se le une la ventaja de entretenerse en cualquier sitio. Además, esta comodidad se ha llevado a las relaciones personales, cuya profundidad es tan relativa como el medio en que se refuercen. En esta época de migraciones, estar lejos ya no significa estar incomunicado. Las noticias que se pueden enviar de manera constante permiten sentir cercano a quien no lo está físicamente, y trabajar la confianza de manera virtual, pero real, con quien no se puede estar tomando un café. Incluso, se puede llegar a tener más relación con alguien que vive en otro país, que con el vecino de al lado. Porque en eso, el cambio de las relaciones es indiscutible. Se puede ser más amigo de alguien que nunca hemos visto en persona que del que se sienta al lado de uno en el trabajo. La confianza se gana con el roce, pero hoy, el roce también es virtual. Y con el ritmo frenético de vida de la sociedad de la información, es mucho más cómodo contar lo que pasa por la cabeza vía chat, que buscar un hueco para hacerlo en persona. Se puede pensar lo que se quiere decir, escribirlo, borrarlo, reescribirlo y enviarlo. Contar en todo momento lo que se hace y lo que se piensa. Aunque esto, en realidad, no siempre es bueno.

Privacidad y anonimato: como he comentado en el punto anterior, al fácil y rápido acceso a la información, se une también la facilidad de almacenarla, modificarla y transmitirla sin límites poniendo en peligro la privacidad y anonimato de las personas. Como vimos en la unidad 4 cuando estudiamos el secreto profesional y la protección de datos, ha sido necesario redactar nuevas leyes como La Ley Orgánica 5/1992, de 29 de octubre, de regulación del tratamiento automatizado de los datos de carácter personal (LORTAD), que es un claro ejemplo de la importancia atribuida por el regulador al tratamiento de este tipo de datos.

La protección de datos es una expresión de reserva y secreto de información que se relaciona directamente con criterios deontológicos del buen hacer profesional.

Propiedad intelectual y responsabilidad: en la actualidad, el concepto de riqueza va más allá del dinero que posee una persona, la posesión y control de la información es incluso más poderoso que el hombre con más dinero del mundo.

La propiedad intelectual ha intentado mantener un equilibrio entre los intereses del creador, y la sociedad. Con la llegada de la era digital y las concentraciones de los medios audiovisuales se ha producido una ruptura en dicho equilibrio, en el que los autores ha empezado a presionar al poder legislativo para evitar el cambio, es decir, para perpetuar su monopolio a través de unas leyes obsoletas que han perdido el contacto con la realidad actual. La regulación llevada a cabo por las instituciones respecto a la vulneración de derechos de propiedad intelectual, han traído una enorme polémica, como determinar que es el ánimo de lucro, delimitar la reproducción en la Era digital, sistemas anti copia, copia privada....

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