Integrador de pedagogia
Enviado por Lorena Rafael • 5 de Noviembre de 2020 • Ensayo • 2.163 Palabras (9 Páginas) • 62 Visitas
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ODISEA DE UN TREN…. ¿CON UN CAMINO INCIERTO?
RAFAEL, LORENA EDITH
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ODISEA DE UN TREN…. ¿CON UN CAMINO INCIERTO?
Es un día normal, miro mi reloj y me doy cuenta que ya tengo que emprender mi marcha, y abordar el tren, llego y observo una multitud de personas en la estación, me ubico cerca de la ventanilla y presto atención al transitar de algunas personas con equipaje, otras viajan de forma ligera, serán solo de paso; cada una esperando su momento para subir e iniciar este largo viaje que nos depare el tiempo. De repente se escucha el sonido que libera a la máquina, nos indica que el viaje continua, cuyo punto de partida parece rememorar un pasado y un presente juntos. Se puede oír el ruido de sus rieles, que demarcan el recorrido que deben seguir, en ese avance lento pero constante, en donde se puede casi palpar su estructura rígida por momentos. En cada estación, puedo observar desde mi lugar, como cambian los paisajes, las personas y las diferentes prácticas, con pasajeros que abordan a vagones distintos según sus posibilidades, los tickets marcan el lugar que podrán ocupar en su viaje como si fuera predestinado ¿será así?; podrán deambular y socializar de vagón en vagón tratando de conocer diferentes perspectivas de un paisaje en movimiento, pero en algún punto alguien les pedirá que retornen a su lugar hasta llegar a su destino.
Sin embargo, este tren, no es como cualquier viaje, no voy como mera espectadora, recorro cada vagón como personal abordo cumpliendo una doble función, el de acompañar como también, de escuchar y ser escuchada en y para cada pasajero, para hacer de su estadía transitoria una experiencia memorable y significativa para cada uno. Ahora bien, déjenme invitarlos a dar un recorrido casi turístico y conocer mejor cada parte de esta estructura y superestructura denominada tren, que hemos abordado en este viaje que inicio un día sábado 22 de Agosto del 2020 pero cuyo destino aún puede parecer incierto, que nos invita a redescubrir, repensar y buscar transformar lugares desde diferentes perspectivas y mirarlos con nuevos ojos. Mi rol en este recorrido, será de brindar información pertinente que dialoguemos, y que sea bajo su mirada la de interpretar y de conocer cómo funciona cada sección del tren y de quienes están involucrados directa e indirectamente en su funcionamiento, llevándolos a utilizar su imaginación a modo comparativo y metafórico con lo pedagógico, la educación, las diferentes prácticas educativas y sus actores e instituciones involucradas en el viaje que, si presenta un lugar de partida, pero aun no finaliza… queda mucho por recorrer. Como todo circuito, iniciamos con aquello que es indispensable en el funcionamiento del tren, situada al frente allí se encuentra el motor que permite que avance; a esta empresa la conocemos bajo el nombre de ESCUELA.
Una mirada general a la estructura del Tren Escuela:
El Tren escuela y sus vagones son parte de un universo de instituciones ensambladas, dentro de un contexto social y político, no podemos ignorar que su estructura y funcionalidad sea algo excepcional; si lo observamos, sus vagones pueden aparentar ser iguales en su imagen externa, puede parecer como un espejismo, algo bello y uniforme a la distancia, pero en su interior pueden evidenciarse diferencias, las comodidades y servicios son en función de que parte del tren se sitúa el vagón, si lo pensamos en ese afán de que todos suban, es posible evidenciar que divide la calidad de oportunidades en quienes lo utilizan y que a veces invisibiliza las expectativas y valoraciones de aquellos pasajeros-alumnos en acceder e inclusive transitan de vagón en vagón. Es así que, su ubicación mientras más cercano a la locomotora, encontraremos asientos reclinables, personal que funciona como auxiliares, para serviles algún tipo de infusión o desgustar algún producto gastronómico exclusivo, pero a medida que transitamos el tren escuela, más alejado del frente, vemos como esas comodidades desaparecen, estas desigualdades son el espejo mismo de una realidad social sin importar el tiempo, lugar ni estación que recorramos. Es desafiante la tarea que me toca realizar como personal a bordo, de ser resiliente, adaptarme, y atender a tan variada cantidad de pasajeros alumnos, de llegar a cada sujeto social y político que tiene igual derecho de utilizar este transporte, pero parte de mi rol es de brindarles la posibilidad de conocer cada servicio que se ofrece y que él mismo, tome decisiones de lo que desea ver y recorrer del tren.
En cuanto a los rieles, otro aspecto importante del funcionamiento del tren escuela que, en ese avance lento y continuo de este viaje, se puede ver el paso del tiempo, se mantienen estáticas, se actualizan, pero siempre es el mismo trazado, es ese sistema escolar inventado solo para tomar ese camino, ya que el tren no puede desviarse solo avanzar. Esta odisea que inicio hace aproximadamente seis semanas; y en el cual desde hace tres estaciones he aprovechado al tomar la oportunidad de bajar, aunque sea por un instante, para observar los rieles, entender su desgaste, este modelo universal enmarcado por decisiones de cómo deben ser diseñados tanto su estructura como tren-escuela como así también el camino que deben transitar omitiendo a veces las singularidades de los pasajeros y personal a bordo que busca incansablemente mirar los mismos paisajes desde otra perspectiva.
En un aspecto más amplio, se encuentra la sección en donde se reúne el personal auxiliar y de trabajos manuales, quienes deben estar listos, checkear paso a paso el trabajo encomendado, algunas personas que llevan adelante esta tarea no las veremos, pero ello no significa
que no estén presentes, su trabajo también es parte de esa educación, el cual requiere en forma constante un mantenimiento, como si fuese un hacer educativo, puede considerarse como parte de una práctica social e histórica que es transformada en su andar; ya que implica conocer que algunas piezas deben ser reemplazadas, mejorarlas y adecuarlas; alimentan la locomotora para que todo marche sobre rieles, y que la experiencia de viaje sea gratificante para ese pasajero temporal, que posteriormente a modo anecdótico (este pasajero – alumno) pueda contar su historia, sus vivencias e incentivar a que otros aprendan de el en su vida cotidiana.
El personal a bordo
El personal a bordo, es ese conjunto de personas que pasan a veces desapercibidas, atentos a cada solicitud, no es un trabajo sencillo ya que deben contar con la predisposición en todo momento y que tienen el gran desafío de atender a cada pasajero-alumno de cada vagón, está en su formación implementar esas prácticas pedagógicas a bordo del tren escuela, de brindan su servicio. Es ese personal que previamente fue entrenado con libros en forma casi estricta, que estaban repletos de contenidos, procedimientos, estrategias y objetivos a lograr en su correcto desempeño y dispuestos bajo una estructura organizada en su función, pero que en la acción lo llevan solo como una guía en las buenas prácticas de prestar un servicio personalizado en la atención al cliente, su tarea radica no solo en observar sino también en trabajar en las particularidades de cada pasajero-alumno, quienes solicitan ser escuchados en sus necesidades, en un aprendizaje mutuo y transformar ese conocimiento en algo que ellos puedan recrear en su vida así sea durante su viaje o bien una vez que se bajen del tren. Dependerá exclusivamente del personal a bordo quienes deben “pensar”, “actuar” y “responsabilizarse por llegar a cada rincón del tren, de su preparación en estrategias didácticas, de buscar los recursos necesarios, de observar que todo esté en su lugar sin importar en que estación estén, o si el tren se encuentra en marcha.
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