LA INFIEL
Enviado por silviarios • 28 de Octubre de 2012 • 1.368 Palabras (6 Páginas) • 648 Visitas
"LA INFIEL"
Autor: MARO
Al mirar arriba, un escalofrío lo desconcertó, no había reparado en la figura de la gárgola, que parecía que lo observaba. Durante meses había abordado el autobús en esa esquina con su novia. Esa mañana por primera vez reparo en la gárgola. Bajo de la acera para apreciarla mejor, apenas fue un segundo, un rechinar de llantas y un golpe mortal. Desde lo alto del edificio podía ver el drama. Veía gritar a su novia enloquecida, a la gente estupefacta, y se veía asimismo inmóvil, en un charco de sangre y con un cuerpo de piedra con alas. Recordó una leyenda, donde la gente muere y su alma sale proyectada y se estampa prácticamente con lo primero que encuentra, por eso hay gente que creen ver figuras en las paredes, sobre todo en las húmedas, en la corteza de los árboles, en el piso, en fin en lo primero que choca la energía del muerto. ¿Seria esto verdad? Desde lo alto vio como llegaba el forense. El drama de sus familiares y luego como se llevaban su cuerpo en un vehículo. Casi dos horas después ya habían lavado la mancha de su sangre, parecía que nada hubiese sucedido.
La lluvia resbalaba por su frío cuerpo, la oscuridad gano a la luz, y la luz dominaba a la oscuridad, en un suceder de soles y lunas vacíos. Atrapado en el cuerpo de la gárgola se había cansado de preguntarse, de buscar un porque, y sobre todo, a casi mas de un mes del suceso, no había vuelto a ver a su amada. Por fin un día los ojos le brillaron, quizás fue él roció de la mañana, pero sintió gotas resbalando por sus ojos, quiso gritarle y no pudo, intento una y otra vez moverse y no lo logro. La vio tomar el autobús cabizbaja. Así día tras día, se alegraba con solo verla y esto se convirtió en su máxima ilusión.
Hasta que... la vio acompañada. Al principio se sorprendió y esta sorpresa al paso de los días se torno en molestia, al ver como poco a poco, crecía la confianza entre su amada y su acompañante. Que poco le había sido fiel, en menos de dos meses otro la consolaba ¡Y le daba besitos delante de él!
Quizás fue aquel pequeño temblor, quien sabe, lo cierto es que al sentir el sismo, su amada y el nuevo novio cruzaron la calle, y pasaron justo bajo sus pies. Fue solo un instante en que por fin pudo moverse y sentir que caía y caía, justo en el cuerpo de su amada. Casi dos horas después llego el forense, la calle había sido lavada. Aún así, hay gente que jura ver dos figuras, justo donde quedo muerta la joven.
"LA INFIEL Y LA GARGOLA"
Autor: MARO
Había estado ahí, dia tras dia, noche tras, noche soportando el frío, el calor. Las nubes negras dejaban caer la lluvia que resbalaba por su rostro, y lo mojaban, pareciera que lagrimas de verdad salían de sus ojos. Que ironía tenia alas y no podía volar. Era musculoso y no podía moverse. Miraba siempre hacia abajo con sus ojos de noche, mirando a los transeúntes y la había descubierto. Desde que la vio su alma renació, solo esperaba el momento de verla, para con la mente tenerla.
La miraba fijamente pero ella nunca volteaba a verlo, se había enamorado tanto, que odiaba al amado de su amada. Como deseaba tener vida para ir en pos de ella.
Entonces recordó una vieja sentencia "Si algún día caes encima de alguien odiado podrás liberarte". Había estado cientos de años acechando, solo esperando una oportunidad y por fin se podía presentar la ocasión que podría liberarlo de su cuerpo inanimado de roca. Pero como llamar la atención de su odiado rival si siempre iban tomados de la mano y se paraban en la contra esquina esperando su transporte. Habían pasado los meses, y cada vez se desesperaba más, hasta que ese hombre volteo a verlo, y se bajo de la banqueta para observarlo mejor. Fue en un santiamén, un carro lo atropello y quedo tendido en el pavimento.
Desde lo alto pudo ver como su amada gritaba de dolor, como rápidamente la esquina se convertía en un caos. Llego el forense, levanto el cuerpo, lavaron la banqueta llena de sangre y llego la calma. Aturdido pensaba que había perdido la oportunidad de escapar de ese cuerpo de roca pues su odiado rival murió inesperadamente. Los dias de nuevo se hicieron grises, monótonos hasta que vio a la mujer, los primeros dias cabizbaja, sola esperando el transporte,
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