LAS ESCUELAS MULTIGRADO
Enviado por maricruz • 19 de Enero de 2013 • 1.904 Palabras (8 Páginas) • 749 Visitas
Los asesores pedagógicos somos profesionales encargados de ayudar, asesorar como su palabra indica, a toda persona implicada en el proceso educativo con el fin de mejorar la práctica educativa de estos. Aunque no existe una definición clara del papel de los asesores, podemos realizar una aproximación a ella. Aunque aparentemente estas funciones que realizamos las pueden realizar personas que no son asesores, el asesoramiento es más que eso, se trata de un conjunto de prácticas de apoyo que se desarrollan con distintos propósitos, con diversas estrategias. Lo cierto es que muchos profesionales que, sin ser asesores, han ido desarrollando este papel, adquiriendo el perfil de asesores.
Una de las funciones claves del asesor es trabajar con las personas implicadas en el proceso educativo con el fin de mejorar las relaciones que se dan entre estos y mejorar al mismo tiempo la organización del trabajo en el sistema. Podemos hablar del rol de asesor como una dualidad, por una parte se habla de rol como serie de expectativas de comportamiento que se le exigen a este al ocupar una posición social determinada y, por otro lado, se habla del rol como papel que surge al ocupar un determinado escenario. Al asesor se le asocian conceptos como son la fusión, la negociación, la percepción. Lo más importante es entender que el rol del asesor lo va construyendo él mismo, a medida que interactúa con los iguales, las expectativas que mantiene el profesorado y las escuelas, por lo que podemos decir que el papel del asesor no se trata de algo que esté marcado, que debe ser de una manera o de otra, sino que se trata de un papel que se va adquiriendo a medida que se trabaja y se adquiere según las expectativas que este tenga, según las relaciones que mantenga en el sistema, unos roles que se aprenden en la misma práctica educativa, en la interacción social, él negociará su propio rol en función de sus expectativas y exigencias.
No existe una única forma de entender el asesoramiento en educación, ya que existe una variedad de definiciones acerca a dicho concepto según el rol en que los asesores podrían desempeñar en los distintos contextos en los que se encuentren, asimismo como la variedad de funciones, actividades y tareas.
Principalmente tener en cuenta que la correspondencia de los roles en relación con el tipo de procesos de ayuda es distinta, ya que se distingue los contenidos o en los procesos a la hora de intervenir.
Desde mi opinión, será necesario para una buena mejora de los centros la combinación de los dos perfiles de asesores identificados, el asesor como especialista y portador de soluciones y el asesor facilitador de procesos o generalista, ya que uno se dedica a los procesos y otro a los contenidos, por ello sería buena que ambos interactuaran juntos para así poder abarcar todo lo que arriba hemos comentado, aunque también decir que hay cosas que no encajan en las posiciones de estos. También es importante destacar la cierta marginalidad en la que se encuentra el asesor dentro de su propio marco de actuación, esto se debe a que el asesor trabaja en un ámbito donde se dan muchas discrepancias entre sus agentes con respecto a las metas y actitudes de estos, donde el asesor intentará equilibrar estos aspectos y posicionarse ante ellos, un papel que no resulta nada fácil, por lo que además de esa fusión de los dos perfiles del asesor sería recomendable una mayor predisposición a la colaboración por parte de todos los agentes que intervienen en el ámbito educativo, como elemento fundamental e imprescindible a la hora de trabajar en el proceso de mejora de un centro.
El asesoramiento se entiende como un fenómeno procesual y dinámico que se dedica a la ayuda y apoyo en los centros escolares donde se encuentran implicados distintos agentes educativos que se encargarán de mejorar la escuela a través de la utilización de un conocimiento pedagógico. En este proceso de asesoramiento podemos distinguir distintas fases donde cada una de estas requiere formas distintas de actuación. Estas distintas actuaciones tienen como característica común la mejora del sistema educativo, y se relacionan en tres grandes momentos: planteamiento del cambio, el desarrollo o puesta en práctica y, por último, la institucionalización. De esta forma, el asesoramiento se irá materializando a través de la creación de una relación de aceptación, donde se concretarán las metas, los objetivos...etc.; la búsqueda de información, análisis de problemas, causas, contextos...etc.; alternativas de solución, formulación de planes de acción...etc.; puesta en práctica del plan de mejora, es decir, puesta en práctica de la actuación; y, por último, la evaluación y toma de decisiones para conocer los resultados del trabajo realizado. Se habla del establecimiento del contacto inicial como un punto clave en el asesoramiento, pues es cuando los distintos agentes se conocen y, además, se produce la negociación de los roles, que quizás es de lo que va a depender el buen funcionamiento del proceso de asesoramiento o, por el contrario, el no tan bueno. Es aquí cuando se intercambia información y se discute, alcanzándose acuerdos y compromisos de colaboración y también se organiza todo el programa de la actuación que se va a realizar. Por lo tanto podemos hablar en esta fase del proceso del establecimiento de un clima de confianza, de compromiso donde se clarifica cómo se va a actuar, cómo se secuenciará el proceso, cual va a ser el rol desempeñado por cada agente, qué es lo que se pretende conseguir.
Como aspecto importante decir que es en este momento cuando se empieza a configurar el rol del asesor. Debemos tener claro que esta relación
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