LICENCIATURA EN EDUCACION.
Enviado por maviav • 17 de Mayo de 2016 • Informe • 1.766 Palabras (8 Páginas) • 188 Visitas
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHILECITO
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA
CATEDRA: TALLER DE PRÁCTICAS INSTITUCIONALES
PROFESORA: SUSANA CIRAOLO
COHORTE: 2013
AÑO: PRIMERO
Trabajo integrador – 1º cuatrimestre
ESTUDIANTE :
Ávila María Victoria
Díaz Rosa Cintia
Desarrollo de las actividades.
a) Mapa conceptual integrador
b)- Temáticas que requieren un mayor abordaje en el campo educativo.
Introducción:
En este último tiempo desde nuestra trayectoria en la formación docente, hasta hoy en nuestras prácticas profesionales, hemos oído muchas voces que aluden a ciertos cambios en las actitudes, percepciones y prácticas de los docentes, vinculando ese movimiento con una nueva o distinta realidad escolar. Nuevos sujetos ingresan a las instituciones educativas. Los mismos, es decir los que tradicionalmente ingresan, ya no son los mismos. Nuevos escenarios sociales y culturales ingresan en las escuelas a pesa de ser estas instituciones fuertemente conservadoras. La cultura de la imagen en donde proliferan los medios por donde fluyen y circulan los conocimientos y la información. El respeto por las particularidades y la construcción de valores locales. Los acuerdos, la convivencia. Fenómenos de pobreza, fracaso y marginalidad. Las crisis, la fragmentación y la dualidad. Los avances científicos y tecnológicos. La existencia de nuevas competencias y destrezas de los sujetos que pertenecen e ingresan a la institución educativa. Distintos modelos de organización familiar. Acentuación de las diferencias intergeneracionales, los cambios en la niñez.
Y así podríamos continuar...
Abordar todas estas problemáticas seria óptimo para la formación docente, pero extenso para los requerimientos de esta cátedra. Por esta razón solo hemos seleccionado dos posibles temáticas para seguir profundizando.
- Una mirada crítica hacia el “ser” docente
Todos los ítems mencionados anteriormente lograron filtrarse e ingresar a las instituciones escolares, configurando otras “realidades”. Sin embargo no estamos tan seguras que los marcos de apreciación y valoración de gran parte de los docentes sean tan diferentes a los aplicados en los escenarios educativos pasados. Gran parte de nuestras prácticas pueden ser interpretadas como acentuaciones de ciertos rasgos que caracterizaron desde sus orígenes al oficio de enseñar y que evidentemente han dejado marcas o huellas en el accionar docente de hoy.
Siempre que surge un nuevo modelo de sociedad comienzan a tambalearse las estructuras que hasta entonces habían sido consideradas como inamovibles por gran parte de los ciudadanos. Al mismo tiempo los subsistemas constitutivos de esa sociedad, como es el educativo, inician un proceso de transformación y acomodación al nuevo status precisando plantear con ello nuevos esquemas.
Tenemos aquí un primer motivo que justifica el cambio: la necesidad.
¿Será posible reestructurar estos esquemas para gestar el cambio? ¿Será posible desterrar métodos y técnicas tan arraigados en nuestro “ser” como educadores?
Durante nuestro trabajo de campo. Pudimos observar que la mayoría de las docentes, aún continúan adhiriendo a modelos tradicionalistas.
Nos resulta interesante detenernos en mencionar que muchas de las actitudes que las docentes comparten a la hora de “la inmediatez…el aquí el ahora” (Jackson. 1991), también son compartidas por la mayoría de los docentes en otros contextos institucionales.
La realidad social es distinta, de eso no hay dudas, y muchas veces nos desborda y ante esta emergencia recurrimos a nuestros “esquemas prácticos” y si nos permite salir del apuro…continuaremos recurriendo a ellos.
Como mencionamos anteriormente mucha de nuestras prácticas son fruto de un largo proceso de socialización profesional que los maestros hemos vivido. Nos refiero a todo lo que hemos aprendido “en situación” en todos los años que fuimos alumnos, es lo que vivimos y experimentamos, formal e informalmente; explicita e implícitamente en la prolongada estadía que uno pasa por las instituciones escolares. Si tenemos en cuenta que muchos de nosotros fuimos formados por docenes, que en su gran mayoría adherían a modelos pedagógicos tradicionalistas, podemos comprender que estos hayas dejado huellas, que conformen mi “imagen docente”.
Esto no es casual. Concretamente nos referimos a que el docente trae incorporado esquemas mentales que ha adquirido a lo largo de toda su trayectoria escolar vivida y que se filtran en sus prácticas.
Lo que intentamos es cuestionar nuestras prácticas para poder avanzar y generar el cambio. Un cambio que hace mucho tiempo se viene gestando pero que a los docentes se les dificulta dar a luz.
Nosotros los maestros seremos quienes evoquemos y reconstruyamos nuestro pasado escolar vivido. Para ello podemos utilizar técnicas autobiográficas donde nos remitamos al pasado escolar vivido, significándolo desde la perspectiva del presente.
La autobiografía es una descripción espontánea y en primera persona que un individuo hace de sus propias acciones y experiencias, las que indefectiblemente están ligadas a sus sensaciones y creencias.
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