LITERATURA QUECHUA
Enviado por Palmiritarojas • 12 de Abril de 2015 • Tesis • 1.335 Palabras (6 Páginas) • 780 Visitas
LITERATURA QUECHUA
Introducción
La literatura quechua conoció un alto desarrollo en tiempos prehispánicos con numerosas formas líricas, épicas, narrativas y dramáticas o casi dramáticas. Se trata de un conjunto que no nos ha dejado textos escritos, pues solo lo ha hecho a través de la información y compilación realizada por algunos cronistas, predicadores y funcionarios coloniales. Fue por lo tanto, transmitida oralmente. Estas manifestaciones formaban parte del quehacer cotidiano. Funerales, fiestas, parrandas nupcias, peleas, guerras, entre otros. Estaban enmarcadas en una ritualización expresada a través del arte.
Proceso
Literatura quechua en la época de la colonia española
Los primeros autores que usaron el quechua por lo menos parcialmente y fijaron las tradiciones oral en sus obras escritas, sobre todo en traducción castellana, fueron Felipe Guaman Poma de Ayala y Garcilaso Inca de la Vega. Para escribir el quechua se usaron modificaciones del alfabeto español. Casi todos los textos quechuas de esta época fueron religiosos, entre ellos la Doctrina cristiana en castellano, quechua, aymara y puquina, el primer libro impreso en el Perú en 1584. Una excepción fue el manuscrito de Huarochirí escrito por encargo del obispo Francisco de Ávila para luchar contra la idolatría y el paganismo, que contiene mitos recopilados en la provincia de Huarochirí.
En la Colonia fueron también escritos los dramas anónimos Apu Ollantay, la Tragedia del fin de Atahualpa y una elaboración dramática del Hijo pródigo, que fueron representados en el teatro del Cusco a inicios del siglo XVIII.
Un poeta importante que luchó por la independencia y cayó en el combate contra los españoles fue Juan Wallparrimachi de Potosí, que pese a ser bilingüe escribió solamente en quechua.
Poesía quechua desde la independencia
Después de la Independencia, la literatura quechua sufrió negligencia.
A fines del siglo XIX, Luis Cordero Crespo, luego presidente del Ecuador, escribió poemas en quechua y un diccionario quechua-castellano-quechua.
En el Perú, el poeta Andrés Alencastre Gutiérrez (1909-1984), más conocido como Killku Warak'a, publico su colección Taki parwa en 1952.
José María Arguedas, que también recopiló muchas canciones y muchos cuentos quechuas, parcialmente junto con Jorge Lira, y escribió (en castellano) sobre el mundo indígena, tradujo el manuscrito de Huarochirí del quechua al castellano en 1966. Publicó también unos textos en quechua como Pongoq Mosqoynin en 1965.
La poesía quechua cuenta con dos importantes referentes en Ranulfo Fuentes y Víctor Tenorio, ambos destacados docentes de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y promotores de actividades literarias en Ayacucho, con especial énfasis en la poesía y narrativa en quechua, idioma que hablan cinco millones de peruanos, como nos lo recuerda la breve introducción de este nuevo volumen de la colección Biblioteca de Cultura Quechua Contemporánea.
Ranulfo Fuentes (Ayacucho, 1940) ha reunido en Llaqtaypa harawin (Poesía de mi pueblo) diversas odas acerca de los entrañables vínculos entre el hombre y la naturaleza, así como las tribulaciones y alegrías del habitante de los Andes. Autor de diversos cancioneros, Fuentes utiliza la forma típica del cuarteto para ensalzar al telúrico río, la majestad del cóndor o la ternura de la flor silvestre. El poeta homenajea las labores del campo y el amor como manifestaciones de la unión y solidaridad que deben existir entre los seres frente a la adversidad. Víctor Tenorio (Huamanga, Ayacucho, 1941) practica la poesía visual, lo cual en cierto modo rompe en el plano formal con un estándar, al disponer los vocablos quechuas con evidente afán lúdico. Autor de diversos poemarios y libros de cuentos, así como estudioso de la tradición oral, su poesía se distingue por la conversión del impulso creativo y caótico en palabra concreta que renombra al mundo. Musquykunapa qillqan (Escritura de los sueños) se divide en dos partes: “Musqusqa harawikuna” (“Poemas soñados”) y “Sunqupa harawinkuna” (“Poemas del corazón”). Conciencia de la existencia, el erotismo y la valoración de las costumbres populares constituyen los principales ejes de la poética de Tenorio. Podemos considerar este volumen como un valioso aporte al conocimiento de la poesía quechua reciente y como una muestra más por superar aquel prejuicio sobre la poesía andina, cuyo estudio se detiene sólo en la era prehispánica o la Colonia. Gracias a la obra de importantes investigaciones, no sólo desde el punto de vista antropológico, sino también a partir de la posición de los estudios literarios, la poesía escrita se convierte en el rostro viviente
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