La Pedagogía Por Inventar
Enviado por cams206 • 30 de Octubre de 2017 • Apuntes • 2.259 Palabras (10 Páginas) • 619 Visitas
*Epistemologías constipadas:
El lenguaje y la historia estuvieron cancelados, el conocimiento, la propia subjetividad, se pretendía despojar de las marcas de las experiencias. La experiencia se expone en el espesor del lenguaje recreando ese saber intransferible, sin pretensiones de suscribirlo a las reglas del deber ser.
Al hablar o nombrar a la educación en términos de transmisiones fallidas o logradas, así en función de resultados, arrinconándola en la esfera de los productos fabricados, va quedando fuera la densidad de una travesía que guarda acontecimientos, singularidades, relaciones múltiples y fluidas.
Se retoman aquí algunas ideas abordadas en otros textos de Carina Rattero.
En la misma lógica, modelo-ejecución; enseñanza-aprendizaje, teoría-práctica se ordenan linealmente, como si la segunda se definiera en continuidad con la primera, resultando por eso siempre fallida, desviada. Tan diferente, como imprevisible, azarosa, humana... es la trama en que se ofrece y recibe una enseñanza. De este modo, aquello que se revela como afirmación plural y múltiple, la singularidad, aparece como (no adecuación), se mide como falla, deficiencia, carencia, fracaso.
Algunas palabras resuenan en los sentidos habituales de nuestro gastado vocabulario pedagógico: Gestión, consenso, inclusión, diversidad, respeto, adaptación.
Toda una imaginería pedagógica vinculada al mundo administrado va diagramando los límites de lo visible, lo programable como posible-viable, la gestión y administración de lo dado. Ideas tan devastadoras como entrañables a la pretensión pedagógica “la adecuación y “la realidad” (en el sentido común: “lo que hay” / “lo que las cosas son”) construyen un campo semántico que ordena la sujeción del hacer a la lógica proyectual. Reducen la esfera de la política al despliegue de la administración y gestión.
Gestión de aprendizajes, gestión curricular, gestión inclusiva…
La única profesión que ha quedado en pie es la del gestor de políticas… La política se ha condensado, mimetizando y refugiado en la gestión. Adquisición de su lenguaje, filosofía, y su noción de la realidad.
La gestión de la que hablamos es principalmente un hecho lingüístico.
La globalización es un hecho de gestión. ¿Qué significa esa gestión en el terreno de la llamada globalización? _ Nada que no fuera un intento sobreentendido de proclamar que se abandone la idea de la política como pensamiento y decisión en el seno de una sociedad colectiva e histórica.
Los conceptos, las categorías pueden limitar la esfera de lo posible. Si todos somos gestores nos quedamos sin maestros, repartidores de signos, inventores de mundos. Cuando la educación es separada de la esfera de discusión política pública, queda sujeta a la manipulación tecnocrática.
Aunque “La acción casi nunca logra su propósito” (Arendt, 1995). Las pedagogías gerenciales intentan- fracasando siempre-describir y predecir, planificar y fabricar, formatear el imponderable acontecer.
En las mismas redes de la administración de lo dado, el orden del discurso pedagógico va configurando en torno del “consenso”,
Pertenencias y exclusiones:
Inclusión es un vocablo que suena reiterado, lo repetimos sin prestar demasiada atención a sus usos abusivos ni a sus efectos de sentido que va produciendo la escena escolar.
La escuela moderna se dibujaba sobre una promesa de igualdad e inclusión, proponiendo un discurso de inclusión por homogeneización. La construcción de una identidad común sobre la base de saberes socialmente legitimados, pautas disciplinarias claras, aceptación de ciertos valores compartidos, disciplinamiento ético y estético.
La escuela argentina signada por la homogeneización, fue una maquinaria estatal encargada de construir lo común, nivelar las diferencias, socializar, transmitir saberes, pautas y normas a los inmigrantes. No solo se encargaba de enseñar a leer y escribir, sino también a aprender a ser argentinos (enseñando la lengua y valores de la Nación).
El disciplinamiento escolar fijaba los marcos de una identidad colectiva y la sumisión al molde cultural único y común que la escuela ofrecía, permitiendo la promesa de inclusión social: Ser parte del futuro, del progreso y del acceso al consumo en términos materiales y simbólicos.
Lo que estaba pautado y por todos aceptado es hoy objeto de discusiones y perplejidades: “hoy la escuela y las familias deben sentarse a discutir que se entiende por faltar el respeto. Los chicos cuestionan y renegocian límites y derechos. Los padres no ponen en cuestión el saber y la autoridad del maestro.
¿Qué es hoy lo común?, ¿podemos seguir pensando lo común como lo homogéneo?
Nuestra subjetividad, a pesar de vivir en tiempos de fluidez está asentada en otra representación. Construimos la cotidianeidad desde imaginerías de solidez, contornos e identidades macizas.
Nos encontramos con una serie de situaciones que desbaratan nuestros planes en la contingencia permanentemente. Y llega como un eco las palabras, “desgaste”, “choque de emociones”, “incertidumbre”, “miedo y vulnerabilidad de los adultos”, “nos sentimos desprovistos”. Nos sentimos desprovistos, porque no hay prescripción posible. Nos vemos así, asomados al propio vértigo de pensar desde fragmentos. Sin embargo, seguimos construyendo los problemas desde una imaginería de la solidez, estabilidad, identidades, cristalizadas e instituciones disciplinarias.
En blanco/ negro.
Estas oposiciones pueden hacernos olvidar que el segundo término no existe fuera del primero, no es su opuesto negativo sino la imagen velada del primero.
El sociólogo francés Robert Castel (1997), nos enseña tres formas cualitativamente distintas de exclusión. 1era mediante prácticas de expulsión o exterminio. 2da la exclusión como mecanismo de confinamiento o reclusión (el destino asignado a los leprosos, delincuentes, indigentes y los locos, los “deficientes” escondidos en instituciones
“especiales” o recluidos, las prisiones son también un ejemplo de tipo de dispositivo de exclusión.
La tercera modalidad practica excluyente consiste en segregar incluyendo, atribuir un status especial determinada clase de individuos, los cuales no son ni exterminados físicamente ni recluidos en instituciones especiales (es el caso de los niños de las calles, los inmigrantes clandestinos, los sin techo, entre otros). Esta forma de exclusión significa aceptar que determinados individuos están dotando de las condiciones necesarias como para convivir con los incluidos.
La inclusión resulta una figura sustitutiva de la exclusión. No sería lo contrario, sino un mecanismo
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