La alteración de la verdad deforma el pasado, logrando obstaculizar evidentemente los procesos educativos

La alteración de la verdad deforma el pasado, logrando obstaculizar evidentemente los procesos educativos.

Colombia es un país sometido a la desinformación, ya que carece de pensamiento crítico frente a la manipulación de noticias. Así lo menciona (Creimer, en Ospina, 2018) explicando: “la realidad solo es una construcción política, pues el poder consiste en la posibilidad de definir que es real”.

En este momento,  los medios de comunicación y sociales se encuentran saturadas por información alterada, donde el espectador adopta una posición muy polarizada, y González (2018) hace referencia a que esta postura es la que genera variaciones de “la verdad”.

Hoy por hoy, todo sujeto tiene la capacidad de comunicar diversidad de información, sin necesidad de sustentar lo transmitido, esta práctica afecta a la sociedad colombiana, debido a que por lo general el espectador asume como verdadero todo aquello que encuentra a su alrededor sin darle importancia de donde provenga dicho reporte.

Como consecuencia de esto, se ve afectada la confianza de actores políticos, sociales e instruccionales, propagando violencia durante años, pues a pesar de que Colombia es un país que recientemente ha firmado un acuerdo de paz, es muy complejo cumplirlo a cabalidad, ya que se ha convivido tanto tiempo entre la guerra, no se conoce lo que realmente es el concepto de paz;  Ospina (2018)  afirma que la paz no es algo que simplemente se escribe en un papel.

A través de investigaciones realizadas por El Banco de La República, a las cuales se pueden acceder mediante el libro Los niños se piensan la paz, se logra evidenciar que la guerra no es únicamente  el producto de un conflicto armado, puesto que ellos la entienden como los golpes, los insultos, las agresiones en su hogar, o la indiferencia en  el mejor de los casos.

Para ello cabe resaltar los siguientes testimonios tomados de dicha obra: así lo describe un niño en Leticia: “el primer recuerdo de guerra que tengo es cuando mi papá se llevó a mi hermanita al puerto para que la manusiaran” o un niño de 13 años que define la violencia así: “cuando el papá llega todo borracho a golpear a la mamá y los hijos”.

Según lo dicho por Pérez Mejía, A y Naranjo Moreno, J (2015). Los niños piensan la paz. Banco de la República; Subgerencia Cultural. Los niños piensan la paz - Publicaciones - Banco de la República - Colecciones digitales - Biblioteca Virtual del Banco de la República (banrepcultural.org). Así como estos, hay más de 500 testimonios, donde los niños repudian la guerra; pues para los niños colombianos, sus recuerdos de guerra y deseos de paz tienen que ver directamente con los adultos que los rodean.

Para analizar esto, en el documento nombrado anteriormente se tuvo en cuenta las diferentes perspectivas de la población de las diferentes regiones del país, para poder mencionarlo en este escrito es de muy importante contextualizar al lector de las situaciones en las que se llevó a cabo cada uno de los talleres, por ejemplo, asistían personas que a pesar de ser mayores de 15 años, no sabía escribir. Otro factor que capta la atención es la escasez de un servicio vital como lo es el agua, motivo por el cual fueron cerradas algunas instituciones, como resultado hubo menor asistencia a las sesiones brindadas allí.

Los ejercicios que se realizaban con los niños, y adolescentes de todo el país, se basaban en después de una breve introducción de quien los acompañaba, que finalidad tenía allí, y cada uno de los asistentes al evento se presentará, se mostraban dos bolsitas, una con diferentes palabras, entre ellas (hermandad, guerra, miedo, asesinato, amor, familia, amistad, entre muchas otras) y la otra bolsita, solo contenía papelitos con el término paz, luego, se le pedía a cada participante que le diera un significado a cada una de las palabras, finalizando el ejercicio, se hacía una socialización, dependiendo de la decisión de los chicos, se hacía de forma anónima o no, encontrando historias tristes, perturbadores o alegres; eran testimonios que en ocasiones jamás habían sido expresados.

...