La búsqueda del sentido

La búsqueda del sentido "facilita la construcción de la propia identidad e ilumina el quehacer más apropiado (...) A la vez, el crecimiento personal y las decisiones correctas orientan la búsqueda por el sentido de la vida" puesto que la vida es aquello que da qué pensar y se relaciona estrechamente con la ética, ya que ésta define un modo de ser.

Los seres humanos tenemos que pensarnos , hacernos, construirnos. Entonces, la vida se muestra como una tarea, como algo que hay que crear. En esta tarea, la búsqueda del sentido adquiere su mayor dimensión.

Para Frankl, el sentido se encuentra de tres modos distintos: realizando una acción, teniendo algún principio y a través del sufrimiento (Cfr. Frankl, 1995), lo que se vincula a las dimensiones fundamentales de la existencia: la relación hombre-mundo, hombre-comunidad, hombre-muerte, hombre-historia. Tener la certidumbre de que la vida humana tiene sentido "no es todavía saber su sentido: ¿dónde buscarlo? (...) en la totalidad de las experiencias fundamentales que todos los hombres viven cada día: el hombre inmerso en el mundo, en comunión interpersonal con los otros, destinado a la muerte, situado en la historia y, por eso, abierto al futuro por venir"

De tal manera, el sentido está presente en todo momento y en todo lugar, en todo aquello que implica la existencia humana, incluyendo sus posibilidades de llegar a ser siempre más, dado que el ser humano se realiza en el mundo y no fuera de él. Se realiza con los otros y es allí donde aprende a ser persona.

Asimismo, la aspiración humana por una existencia significativa es un tema espiritual, un tema que se liga a la relación ser humano-Dios, lo que trasciende a hombres y mujeres en cuanto tales: una realidad de la cual se distingue el sujeto y que está más allá de la realidad que le es inmediatamente accesible. Entonces, "el auténtico y verdadero sentido, el que responde a las exigencias más hondas e íntimas del ser humano, es el sentido que se inspira en la dimensión trascendente de la persona, que no es otro, que el sentido que se funda en Dios como el acto de ser perfecto que posee la plenitud de sentido"

En el hecho de pensarnos a nosotros(as) mismos(as) ya se presenta el sentido de la vida, ésta empieza a mostrar su sabor, dulce o amargo, pero sabor a fin de cuentas.

...