La enseñanza en tiempos del peronismo: Educación y adoctrinamiento

La enseñanza en tiempos del peronismo: Educación y adoctrinamiento

Sobre fines de la década de los `40 comenzó a generarse una visión

“económico-centrista” del papel de la educación. De la mano de la teoría del capital

humano, la educación dejó de ser vista como un gasto social para transformarse en

una inversión que tenía como principal objetivo alcanzar un renta individual y social,

los factores considerados tradicionales por la economía clásica (materias primas,

capital, trabajo y tecnología) ya no alcanzaban para explicar el crecimiento de los

países. A partir de la teoría del “efecto residual” la capacidad de generar “capital

humano” altamente calificado, paso a ser una de las más importantes ventajas

comparativas en la carrera hacia el crecimiento.

La presidencia de Perón (1946-1952) se inserta en un contexto donde la

educación no solo es incorporada como un derecho de los ciudadanos, sino también

como una estrategia de capacitación de mano de obra para satisfacer la demanda de

la creciente industria, donde los nuevos roles ocupacionales exigían una alfabetización

básica que el sistema educativo debía brindar. También comenzaron a requerir ciertos

niveles técnicos - profesionales y conocimientos de oficios y especialidades que no

podían ser aprendidos solo en el lugar de trabajo.

En el marco de la expansión del Capitalismo, se hicieron presentes una serie

de cambios culturales que atravesaron y reestructuraron la sociedad, entre ellos, cabe

destacar que la sensibilidad hacia los niños y la valorización de la infancia no dejó de

crecer y expandirse en distintos ámbitos de la sociedad y el quehacer público. Los

niños eran el centro de la vida familiar, las madres debían dedicar su vida a cuidarlos y

el estado tenía como tarea prioritaria garantizar su bienestar. La niñez era considerada

el futuro de la nación.

El peronismo significó un quiebre en la vida social, política y económica. Es por

ello que los trabajadores adquirieron derechos sociales y ocuparon el centro de la

escena. Pero, desde este punto de vista, el peronismo se presentó a sí mismo como

un hito de la historia del país. Un hito que hoy en día seguimos rememorando.

Fue así que, en ese marco, la corriente política, le dio un nuevo significado al

valor adjudicado a la infancia, considerando el lema: “los únicos privilegiados son los

niños” ahí, se dejaba implícita la idea de que la justicia social había puesto fin a las

desigualdades y que el Estado otorgaba una atención preferencial a la niñez en el

plano simbólico y material. No obstante, el peronismo estableció una relación directa,

sin intervención alguna, con los niños. En muchos casos esta “politización” de la

infancia se desarrolló a través del sistema educativo pero también se usaron otros

medios, como la distribución de regalos, los campeonatos de fútbol y las excursiones,

esto sucedía en nombre de la fundación Eva Perón.

Por aquellos tiempos, la educación fue uno de los canales a través de los

cuales avanzó la acción del estado peronista, la búsqueda de una unanimidad,

mediante el apoyo de los trabajadores, el carisma de los líderes y, crecientemente, los

recortes a la libertad política y la censura de los disensos.

En este contexto, cabe destacar que el primer Plan Quinquenal introdujo

reformas en el sistema educativo y en particular en la educación técnica con el objetivo

de redefinir la relación pedagógica entre educación y trabajo y dotar al alumno de una

orientación y formación profesionales más definidas. En esta misma dirección fue

creada en 1952 la Universidad Obrera Nacional

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