La evaluación auténtica centrada en el desempeño: Una alternativa para evaluar el aprendizaje centrado y la enseñanza.

La evaluación  auténtica centrada en el desempeño:

Una alternativa para evaluar el aprendizaje centrado y la enseñanza.

¿Qué es la evaluación autentica? ¿En que se enfoca? ¿Cómo nos puede ayudar a ser mejores a la hora de emitir una evaluación? la evaluación autentica es aquella que se enfoca en que el alumno pueda comprender y analizar los nuevos conocimientos, dejando atrás la enseñanza tradicional en la que el profesor era la fuente principal del conocimiento  y en la que el alumno tenía que retener esa información, es decir se favorecía en un gran porcentaje a la memorización.

En la enseñanza autentica se pretende que al momento de que el profesor emita una calificación, haya habido una movilización de saberes que vuelva los aprendizajes de manera significativa y que cada uno de los educandos sea capaz de llevar cada una de las situaciones abordadas en clase a el medio en el que se desarrolla, es decir involucrarlos con su vida cotidiana.

Además cada una de las evaluaciones que un docente pueda emitir deben ser aquellas que le permitan conocer a alumno en cuanto a su dominio y avance en cada una de las situaciones didácticas en las que se desarrollan en clase y que el avance que valla logrando cada alumno se vea dentro de cada uno de los instrumentos para la evaluación, es decir rubricas en las que se evalué formativamente en los aspectos: actitudinal, procedimental y conceptual.

La teoría educativa favorecida en la enseñanza tradicional era a conductista, llevar al alumno de la mano para que aprendiera solo lo que el docente quería, es decir era una pequeña caja receptora y repetidora, mientras que por el contrario el modelo que se viene implementando en las aulas de nuestras escuelas de todos los niveles de formación es el constructivista en el que la educación y la evaluación están estrechamente relacionados.

Para que la evaluación sea autentica debe estar entrada en el desempeño de los alumnos y que cada uno de los sujetos en formación demuestren que poseen habilidades en cada prueba. La evaluación auténtica va un paso más allá en el sentido de que destaca la importancia de la aplicación de la habilidad en el contexto de una situación de la vida real. Se favorece en todo sentido que el estudiante pueda aplicar en todos sentido sus conocimientos a situaciones que estén relacionados con su vida diaria, dejando de lado en todo sentido el aspecto memorístico, pues debemos valor siempre las habilidades del alumno para resolver un desafío y estar atentos en cada una de las puestas en común sobre cómo le hizo el alumno y cuál fue su estrategia, para poder emitir una evaluación asada en su desempeño y no en lo que retuvo.

La meta principal de la evaluación autentica es ayudar a cada estudiante a que desarrolle la capacidad de evaluar su propio trabajo, es decir hacer una pequeña autoevaluación. Esta evaluación debe centrarse en el desempeño para valorar las competencias que el alumno puede desarrollar en clases y volverlas significativas, es decir llevarlas a su contexto.

Esta forma de evaluar, la auténtica favorece el desarrollo de la clase y presenta ventajas como: llevar al salón de clases de la vida real para la solución de problemas tanto reales como intelectuales, Conduce a “transparentar” y aplicar consistentemente los criterios desarrollados por el docente y obtener consenso con los alumnos, con otros docentes e incluso con los padres u otros participantes en la experiencia educativa, no se basa o se limita a la aplicación de exámenes, sino que la evaluación va en un sentido más amplio, pues ofrece oportunidades y muchas opciones para documentar el desempeño mostrado por cada sujeto en su proceso formativo. Y una parte esencial es la autoevaluación.

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