La fotografía como documento social

La fotografía como documento social

La fotografía ha sido una de las creaciones hechas por el hombre más importantes de la historia. La necesidad de guardar y coleccionar imágenes ha sido siempre indispensable para las personas, nos ayuda a inmortalizar momentos históricos e importantes, a contar historias o simplemente por vanidad. El ser humano siempre ha querido plasmar lo que pasa a su alrededor y lo que  conforma su entorno para llevar un registro de sus experiencias.

Los primeros registros de las imágenes vienen desde la edad de piedra, el hombre de la prehistoria pintaba en las cuevas, se desconoce el origen de sus pinturas, si eran de sus experiencias diarias o si eran parte de ritos, pero es evidente que desde sus inicios en la Tierra el hombre ha registrado su historia para que trascienda.

Mucho después surgieron los pintores que trataban de imitar las formas de la naturaleza y del mismo hombre. Pintaban las historias de sus dioses, a sus monarcas. La pintura fue la principal forma de poder contar historias en una imagen. Hasta que después de muchos años surgió el primer prototipo de las cámaras que conocemos en la actualidad.

Cada nuevo invento o descubrimiento da origen a innumerables problemas, desafía lo ya establecido, cambia los paradigmas y se crean nuevas teorías. Casi siempre un nuevo descubrimiento es una muestra de progreso, pero tiene un precio y en el caso de la fotografía fue amenazar y posteriormente dejar obsoletas algunas actividades que ejercían los artistas, como los miniaturistas, que perdieron sus trabajos por la novedad y avance tecnológico que suponía la fotografía.

Las fotografía no era considerado un arte porque cualquier persona que tuviera los instrumentos necesarios podía tomar una foto de alguien. No era necesario tener un talento específico o una gran habilidad. Pero no todos pensaban de esa forma, había quienes decían que el arte de la fotografía era indiscutible porque podía plasmar de manera real las expresiones de las personas, captar la esencia y las emociones. Uno de los fotógrafos que reforzó la creencia de que la fotografía sí era arte fue Nadar. Él capturaba la verdadera personalidad de sus clientes, con los que tenia un relación estrecha, el arte de sus fotos era innegable.

Muchos artistas querían imitar la realidad en sus pinturas, hacerle un homenaje a la naturaleza. Pintaban exactamente como sus ojos interpretaban lo que había en su entorno. Estos artistas crearon una nueva vanguardia que se llamaba realismo o naturalismo. Despreciaban por completo la fotografía, aunque esta era la única que podía copiar perfectamente y sin errores las formas de la naturaleza de una manera objetiva e imparcial.

En cada etapa histórica los cánones cambian según el contexto social que se este viviendo en determinado tiempo, el sistema político también influenciaba mucho en la expresión artística. El principal motivo de esto es que los artistas se adaptaban a lo que acontecía en esos momentos porque sabían lo que la gente estaba buscando en sus obras, como se sentían identificados y si no seguían esos términos que se estaban utilizando, su arte no era bien visto, se consideraba que no cumplía con las exigencias de la Academia. Las críticas y el rechazo siempre existieron porque cada vez que se establecían paradigmas artísticos llegaba un nuevo artista con nuevas ideas y nuevas ideologías y las plasmaba en sus obras, la gente los rechazaba hasta que otros iban adoptando las nuevas vanguardias y así se creaban nuevos cánones.

El primer paso de la fotografía fueron los retratos, de acuerdo con el contexto histórico social, en ese tiempo la burguesía estaba en auge, acababan de derrocar a la monarquía en Francia, la clase burguesa estaba en asenso. Por tanto la necesidad de éstas personas era evidenciar el poder que poseían y lo que éste representaba para los demás. A pesar de que la monarquía ya no tenía poder político,  socialmente siempre fue sinónimo de la elegancia y buen gusto, por eso la gente solía seguir las tendencias y costumbres de los monarcas de la época. Los retratos eran exclusivos en la elite social, ya que sólo se retraba a gente importe o con cierto grado de poder, pero con el fin de la monarquía también esto se termino, ahora todos podían retratarse si tenían los medios para hacerlo.         

Existieron varias creaciones que fueron abriendo paso a la fotografía, sus predecesores más importantes fueron; el retrato miniatura, el découper de silhouette, el fisionotrazo y el más importante y decisivo en la historia: darregotipo

El primero consistía en hacer pinturas diminutas que servían de souvenirs para la clase burguesa, podían llevar el retrato de las personas que eran importantes consigo en dijes o guardapelos. Los miniaturistas a pesar de que su clientela era de clase alta, cobraban muy poco por su trabajo y aunque realizaban muchos retratos al año, su sueldo apenas les alcanzaba para subsistencia.

El découper de silhuoette eran recortes en charol negro  de los perfiles de  la gente que asistía a fiestas, eran realizadas por un grupo de personas que tenían la habilidad de copiar los rasgos de perfil, perfeccionando y grabando las formas con una aguja. Se presentaban a los eventos sociales importantes, y de nuevo, los precios por este arte eran muy bajos. Pero su popularidad se hizo muy grande debido a lo novedoso y la rapidez con la que la gente podía obtener algo que los representara.

El fisionatrazo fue inventado por Guilles-Louis Chrétien, era un aparato que funcionaba en una base horizontal y plana. Podía trazar el contorno de un dibujo, en éste caso de un rostro. Lo novedoso era que el retrato podía tener cualquier  escala que quisieran. Fue en este punto donde la gente empezó a cuestionar si las nuevas técnicas de representación eran arte o no, ya que no se requería ninguna habilidad artística, sólo la habilidad de manejar la maquinaria que básicamente todos podían hacerlo. Éste nuevo invento tuvo mucho éxito, tanto que dejó sin empleo a los miniaturistas y pintores de retratos.

El darregotipo fue inventado por Nicéphore Niépce en 1824 y por su socio Darregue. Niépce era un joven burgués intelectual que estaba interesado en la química y la ciencia, encontró la forma de plasmar los rostros en una placa de metal; todo el procedimiento era muy rustico y básico hasta que su socio lo perfeccionó. Este nuevo sistema de copiado de la realidad no fue tan exitoso en sus inicios, Niépce constantemente estaba buscando mecenas o socios para que lo apoyaran con los medios necesarios para perfeccionar su obra. Murió sin que su invento fuera del todo aceptado. Pero no paso mucho tiempo hasta que las personas se vieran interesadas por el nuevo invento, la aceptación pública va de la mano con el crecimiento del capitalismo; la fotografía se adaptaba a las nuevas formas de producción en masa y al pensamiento industrializado.

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