Lean Construction

Sobre el objetivo sub-subespecífico 2.2.1:

Virgilio Ghio sostiene que en nuestro país, a partir de finales de los años 90 y principios del 2000, el concepto de competencia en el sector construcción ha adquirido un nuevo nivel de significancia. Ahora la competencia no se da solamente entre diferentes empresas sino también concentra una serie de problemas tales como la falta de leyes adecuadas y la informalidad, objeto de este capítulo, la cual empezó su crecimiento a partir de la crisis externa de finales del milenio pasado.

Sabemos que muchas veces, como consecuencia de las crisis, las empresas tienden a reestructurarse o a plantear nuevas alternativas para mejorar o reestablecer sus niveles de productividad, sin embargo, de los muchos caminos existentes, el de la informalidad suele ser el más tentador y muchas empresas optan por él, como consecuencia de esto se genera un desbalance en los estándares de competitividad. “En una situación de crisis (como la que se vive a principios del milenio), siempre existen caminos opuestos que buscan aumentar la competitividad de nuestras empresas. El camino de la informalidad, sin embargo, nos hace más pobres y menos competitivos en términos reales” (Ghio 2001:76)

La incursión de empresas extranjeras en nuestro medio, además de las mencionadas consecuencias de la informalidad y los niveles de competencia poco equitativos ha generado una preocupante actitud de mediocridad en muchos trabajadores y empresas. La premisa “Produzco poco porque no me pagan lo que merezco” se está volviendo más común y refleja claramente una falta de despliegue de las verdaderas capacidades de una empresa. “Un esfuerzo mediocre solo conseguirá una mayor pobreza para repartirse entre muchos. La medianía en algunos profesionales se excusa parcialmente por los bajos salarios que perciben, a los que responden ilógicamente con trabajo menguado y malo, actitud del todo injustificada.” (Ghio 2001:80)

Sobre el objetivo sub-subespecífico 2.2.3:

La construcción, en comparación con otros sectores, es quizás una de las actividades que emplea de manera mucho más intensiva a la mano de obra, y que mayor número de trabajadores requiere. A partir de esta premisa, lo ideal para obtener niveles de productividad óptimos es realizar una adecuada planificación para facilitar el desempeño de la mano de obra y por ende mejorar su rendimiento.

Desde el lado de la informalidad esta consideración muy pocas veces es tomada en cuenta, lo cual supone un problema para el trabajador ya que si sus tareas no están debidamente esquematizadas y no existe una planificación detallada tenderá a confundirse con mayor probabilidad y su labor le resultará mucho más difícil, como consecuencia de esto se generarán desperdicios, contrariamente a la creencia que en un sistema informal la utilidad es mayor debido a que se “evitan” una serie de costos.

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