Libro de Enfoques y Principios Teóricos de la Evaluación
Enviado por Angel_contador • 18 de Junio de 2015 • 2.300 Palabras (10 Páginas) • 166 Visitas
Analizando los capítulos que conforman el libro de Enfoques y Principios Teóricos de la Evaluación se puede percatar de la valoración que ésta tiene en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así mismo se desglosan las funciones que desempeña y algunas comparaciones que se hacen entre algunos conceptos que son propios de ella.
De los tiempos que conforman los procesos de evaluación se da a conocer la relación existente entre éstos y los momentos del proceso de enseñanza-aprendizaje, de la misma manera se da a conocer como altera el nuevo concepto de evaluación en las prácticas tradicionales.
Así mismo se distinguen las principales clasificaciones de la evaluación y los criterios con los que ha de ser medido y evaluado el aprendizaje. De igual manera se explica el que se evalúa y el papel que desempeñan los instrumentos utilizados a la hora de evaluar.
De las pruebas que se utilizan al momento de evaluar se hace la clasificación correspondiente, la manera en que cada una se desarrolla, sus principales características y las funciones que desempeñan al momento de ser utilizadas.
Dentro del proceso enseñanza-aprendizaje intervienen los profesores que son los encargados de diseñar los objetivos que se pretenden alcanzar, los ambientes de aprendizaje donde se desarrollaran y los instrumentos en que éstos serán medidos.
La evaluación juega un papel importante, de ahí se retoma en qué medida se está cumpliendo el aprendizaje a través de los objetivos planteados, si la manera en que fueron diseñados están logrando los fines que se quieren alcanzar, enjuiciando aquellos actos desprendidos de los aprendizajes que los alumnos obtuvieron dentro del proceso, así mismo se pueden establecer los déficits que este tiene y diseñar una nueva metodología para reestructurar los objetivos.
En general esta queda definida como “el conjunto de operaciones que tiene por objeto determinar y valorar los logros alcanzados por los alumnos en el proceso de enseñanza aprendizaje, con respecto a los objetivos planteados en los programas de estudio” (Carreño Huerta, 1991).
La funcionalidad de la evaluación se somete en diversas fases que orientan el aprendizaje de manera que una vez que se conocen los resultados es posible corregirlos si no se han obtenido los deseados. Considero que es muy eficiente la manera en que la retroalimentación se hace a los alumnos, porque de ahí es viable conocer en que se está fallando y de la misma manera establecer una solución a la problemática antes presentada.
Por ende esto sirve de orientación al mismo alumno haciéndolo conocedor de los aprendizajes que ha adquirido o llamado de otra manera el nivel que ha alcanzado y a través de las fallas hacer la mejora en la calidad del aprendizaje.
Desde un concepto otorgado de la evaluación es necesario hacer la distinción entre ésta y medir. La primera pude ser considerada como resultado de la valoración de la medición, mientras que la segunda se considera como antecedente de la evaluación, es decir, la medición se hace por cuantificar los aciertos, errores y la adjudicación de calificaciones siendo estos los primeros pasos a realizar para luego proseguir con la valoración de la realidad obtenida.
Es de suma importancia conocer en qué manera se ha logrado el aprendizaje, que es lo que el alumno conoce y de qué manera lo ha aprendido, para de ahí partir de una manera más acertada al siguiente paso.
A veces el error que ocurre es que solo se quedan estancados en la medición y no dan paso a lo que es la evaluación, de ahí nace la importancia de dar un seguimiento correcto, primeramente identificando los tópicos de aprendizaje, este se puede asemejar reconociendo a través de observaciones y apreciaciones y a través de instrumentos de evaluación hacer la medición correspondiente adjudicando calificaciones e interpretando las apreciaciones.
El proceso de enseñanza-aprendizaje cumple con algunas funciones de las que se despliegan la planeación donde se lleva cabo la estructuración de la metodología que se llevara a cabo para cumplir dicho objetivo al principio de cada proceso, la ejecución que son las actividades por las cuales se producirá el conocimiento y por último la evaluación donde se juzgara los procesos realizados.
El tiempo es un factor importante, ya que de él se dispone el logro de objetivos en un tiempo determinado, del cual el docente tiene que adaptar el ritmo del aprendizaje, determinando un óptimo aprovechamiento a través de los procedimientos implementados y al mismo tiempo ir perfeccionando el proceso.
Desde las prácticas tradicionales aplicadas en la evaluación desde tiempo atrás en donde solo se pretendía medir el conocimiento numéricamente, que más que evaluar solo era un limitante otorgado por la propia institución o creado por el mismo docente.
Durante el curso la evaluación debe hacerse cada vez que sea conveniente para que así el docente se pueda percatar de los posibles errores que pueden ir surgiendo y tener la posibilidad de modificar la metodología para que en el tiempo acordado pueda salir adelante con las estrategias diseñadas y se logre el objetivo establecido al principio del curso.
Se dice que al momento de efectuar las mediciones correspondientes tienen que aplicarse por igual a todos los alumnos, lo cual es muy conveniente porque así se está tomado el aprendizaje adquirido por cada alumno y de igual forma se puede comparar en qué medida lo están adquiriendo. Es conveniente emplear distintos instrumentos para que siempre arrojen distintos puntos que hagan más valido lo que se está midiendo y a su vez estos sean validos en cuanto informen sobre el logro de los objetivos del curso.
Para la evaluar existen tres tipologías de las cuales se pueden aplicar durante cierto tiempo en la estadía del curso, la evolución inicial, se aplica al inicio del proceso de enseñanza-aprendizaje, ésta permite adecuar las intenciones a los conocimientos previos y necesidades de los alumnos, de la misma manera se puede decidir qué tipo de ayuda es la más adecuada para acceder a nuevos aprendizajes y para ello se necesita conocer como se ha resuelto la fase anterior, los esquemas de conocimiento del alumno, su actitud, interés y su nivel de competencia.
También permite realizar una buena planeación y selección de los contenidos específicos para el curso, porque de alguna manera compara la realidad del estudiante con lo deseable al término del programa. Este tipo de evaluación es base para la formativa, sus resultados permiten valorar la naturaleza de los errores de los estudiantes, así como a la continua mejora
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