Literatura De La Conquista
Enviado por renecito2014 • 7 de Marzo de 2014 • 1.772 Palabras (8 Páginas) • 704 Visitas
Literatura de la Conquista
Artículo principal: Literatura del descubrimiento y conquista del Perú.
Con la conquista española llegó al Perú el idioma castellano (mal llamado español) y las tendencias literarias europeas. Se inicia un proceso que con el tiempo dará origen a una literatura mestiza o peruana, aunque inicialmente acuse de una preeminencia hispánica.
Francisco Carrillo Espejo ha acuñado el término de literatura del descubrimiento y conquista, con el que se designa al período que abarca todas las obras escritas durante el proceso de descubrimiento y conquista del Perú, que se inicia en 1532 en Cajamarca con la captura del último Inca, Atahualpa, y finaliza con la desarticulación del Imperio Incaico. La literatura de este período, aunque no necesariamente escrita durante este marco temporal, sí se vincula a los eventos desarrollados antes o durante este.
Las primeras manifestaciones literarias fueron las coplas recitadas por los conquistadores; un ejemplo es la célebre copla escrita por un soldado durante el segundo viaje de Pizarro, quejándose ante el gobernador de Panamá de las penalidades que padecían:
Pues, señor Gobernador,
mírelo bien por entero,
que allá va el recogedor
y aquí queda el carnicero.
Luego aparecieron las crónicas, cartas de descubrimiento y relaciones. Particularmente, las crónicas constituyen un interesante género literario que mezcla la historia, el ensayo literario y la novela. Las primeras crónicas, escritas por los soldados y secretarios de las expediciones militares, tienen un estilo rudo y seco. Luego aparecieron otras obras mejor trabajadas, como la de Pedro Cieza de León (1518-1554), autor de una Crónica del Perú, dividida en cuatro partes, que constituye el primer gran proyecto de una historia andina global. Debido a ello, algunos consideran a Cieza como el primer historiador del Perú. Finalmente, el Inca Garcilaso de la Vega, mestizo, hijo de un español y una noble inca, publicó a principios del siglo XVII sus Comentarios Reales de los Incas, obra que supera las exigencias de una simple crónica para convertirse en una obra maestra de la literatura, la primera escrita por un mestizo hispanoamericano.
El crítico Augusto Tamayo Vargas ha dividido a los cronistas en españoles, indígenas, mestizos y criollos.
Literatura de los inicios del Virreinato
Hitos culturales importantes fueron la fundación de la Real y Pontificia Universidad de San Marcos de Lima el 12 de mayo de 1551 por Real Provisión de Carlos I de España y V de Alemania, la primera en América, y la instalación en Lima de la primera imprenta de Sudamérica, la del turinés Antonio Ricardo en 1583, instituciones que impulsaron el temprano desarrollo intelectual de los peruanos.
El modernismo y las vanguardias
El modernismo se desarrolla en el Perú a partir del poema «Al amor» de Manuel Gonzáles Prada, publicado en el diario El Comercio en 1867, donde el poeta fusiona un conjunto de géneros poéticos provenientes de Europa, dando como resultado el triolet. Esta tendencia, resultado del cosmopolitismo que vivía el Perú, pronto se desarrolló en otras partes de América Latina, tal es el caso de Cuba mediante la poesía de José Martí, Nicaragua en la voz de Rubén Darío, Argentina mediante Leopoldo Lugones, Uruguay a través de Julio Herrera y Reissig, México en la obra de Manuel Gutiérrez Nájera. A pesar de sus tempranos antecedentes con Manuel Gonzáles Prada, el modernismo alcanzará en el Perú un pleno desarrollo tardíamente, a inicios del siglo XX. Descolló José Santos Chocano, cuya obra grandilocuente que gusta de la retórica y de la descripción de paisajes está en realidad más próxima a Walt Whitman y al romanticismo; Alberto Ureta, cuyos poemas, de tono reflexivo y melancólico poseen mayor calidad y Enrique Bustamante y Ballivián.
Vallejo, modernista en Los Heraldos Negros y vanguardista en Trilce
José María Eguren abrió el camino de la innovación en la poesía peruana con sus poemarios La Canción de las figuras 1916 y Simbólicas 1911, próximos al simbolismo y que reflejaban su mundo interior mediante imágenes oníricas, con las que reacciona contra la retórica y el formalismo modernistas.
Hasta 1920 el modernismo era la tendencia dominante en el cuento y la poesía, pero desde 1915 la vanguardia literaria hizo tímidamente su entrada en la musa nacional. César Vallejo, con sus obras fuertemente innovadoras en el lenguaje centradas en la angustia y en la condición humana, pertenece a este período, en el que también aparecieron los poetas Alberto Hidalgo, Alberto Guillén, Xavier Abril, Carlos Oquendo de Amat, Luis Valle Goicochea, Magda Portal y los surrealistas César Moro y Emilio Adolfo Westphalen.
El escritor más importante del momento es Abraham Valdelomar, quien en su breve vida cultivó el cuento, la novela, el teatro, la poesía, el periodismo y el ensayo. Sobresalen sobre todo sus cuentos, que narran con bastante ternura historias de las ciudades provincianas y, en menor medida, relatos de Lima o cosmopolitas. En 1916 fundó la revista Colónida que agrupó a varios jóvenes escritores y que, a pesar de su breve existencia (tan sólo se publicaron cuatro números) abrió el camino para la entrada de nuevos movimientos como la vanguardia en la literatura peruana.
Otros autores, que junto con Valdelomar inauguran el cuento en el Perú fueron Clemente Palma, que escribió cuentos decadentes, psicológicos y de terror, influido por el realismo ruso y por Edgar Allan Poe; y Ventura García Calderón, quien mayormente escribió cuentos exóticos sobre el Perú. También se encuentran Manuel Beingolea, Manuel Moncloa y Covarrubias, "Cloamón" y Fausto Gastañeta
En el plano del teatro, con escasas obras de valor en éste período, figuran las comedias del poeta festivo Leónidas Yerovi y, posteriormente las obras de denuncia social y cariz político de César Vallejo, que pasaron mucho tiempo antes de ser publicadas o representadas. Ya en los años '40 la influencia tardía del modernismo y del teatro poético se reflejará en las obras
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