Lograr la calidad

Lograr la calidad en cualquier nivel; desde la persona como ser único familia, lugar de trabajo y demás entornos en los que se mueva, es un compromiso y responsabilidad que cada uno de nosotros debemos asumir, sin embargo, aunque la teoría es conocida por muchos en la práctica esto no se observa. Normalmente nos escudamos de forma constate en el alrededor para explicar las fallas que se presentan, la no calidad de nuestras vidas.

Es evidente que el ser humano es inconforme y en algunas regiones como la nuestra, la mirada que hacemos de nuestras formas de vida es negativa, nos enfocamos en lo malo y no reconocemos las buenas cosas con que contamos, sufrimos de un delirio de persecución constante que no nos permite identificar las causas reales de los problemas que se nos presentan y que además se convierten en un velo que impide ver oportunidades de éxito. No hay cultura de búsqueda de soluciones pocas veces nos tomamos el tiempo en analizar las situaciones para efectos de realizar planeación, que nos permitan tomar decisiones acertada en búsqueda de esa calidad que todos queremos, lamentablemente, este tipo de actividades son vistas como pérdidas de tiempo somos demasiado reactivos.

Este factor desde mi trabajo lo vivo día a día, en las empresas es difícil conseguir el tiempo para ejercicios de planeación y mejora, adicionalmente la actitud de la mayor parte de las personas es negativa no demuestran estar conformes con su labor y con lo que les rodea a título personal, laboral y familiar, la constante en las reuniones es la queja por x o y motivo pero muy pocas soluciones propuestas. En contraste, observo personas con éxito en su vida que demuestran ser positivas, ven el lado bueno de todo lo que sucede y así aparentemente sea negativo, encuentran y aplican las enseñanzas de cada situación.

Dichas personas con actitud positiva que miran más allá de cada situación son personas de calidad que reflejan en todo lo que hacen esa cultura, aprenden de los errores y logran el éxito tan anhelado por todos nosotros, la clave es tener una meta clara y lógica y luchar para su consecución. Esto demuestra que funciona, que en realidad la calidad es una cultura y ese es el motivo por el cual su verdadera implementación se complica, ya que se trata de casi “reformar” a cada individuo, lograr demostrar que es importante y que puede brindar enormes beneficios al aplicarlo de manera adecuada.

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