Masaje Para Bebes
Enviado por msgtt • 24 de Mayo de 2014 • 1.291 Palabras (6 Páginas) • 267 Visitas
El tacto como valor biológico Las caricias suaves y el contacto físico en general mejoran el funcionamiento del sistema respiratorio, circulatorio,
excretor, digestivo, nervioso y endocrino
El tacto como valor de la comunicación “Tocar” es un canal positivo y fundamental mediante el cual el niño expresa sus necesidades. Muchos mensajes y emociones se comunican mejor a través del tacto, siendo, en muchas ocasiones, la única forma de expresarlas. El contacto corporal, si es vivido de forma positiva, ayuda a disolver las tensiones corporales y emocionales del niño al proporcionarle un medio de salida a sus angustias y situaciones estresantes en general.
El tacto como valor psicológico
El contacto físico tiene gran importancia en la sensación de bienestar y seguridad del niño. El tacto es necesario para establecer la autoidentidad, para alcanzar una imagen corporal positiva y para desarrollar la autoestima. Diferentes autores han encontrado evidencias que confirman la importancia de la seguridad emocional en el niño para su correcto desarrollo
El tacto como valor de la experiencia social:
Recientes investigaciones indican que las personas desarrollan pautas que unen la calidad de las experiencias táctiles con la eficiencia en las relaciones interpersonales. De hecho, la capacidad para confiar en los demás y de ser sensibles están en relación directa con el tacto (Mead, 1999). Esta autora estudió el funcionamiento de las sociedades tribales; entre sus hallazgos puede destacarse que las tribus más violentas eran aquellas que no se tocaban durante la infancia. A su vez, diversos estudios interculturales han demostrado que en las tribus en las que los niños son cogidos en brazos de manera frecuente, son acunados, amamantados y reciben masajes de manera habitual, son menos agresivos y violentos al alcanzar la madurez
El lenguaje corporal es nuestra base y es donde primero se sustenta toda relación. Por tanto, entendemos que no “tenemos un cuerpo” sino que “somos un cuerpo”. En el cuerpo de una persona van quedando escritas a lo largo de toda su vida sus experiencias, vivencias, relaciones, compromisos, bloqueos, progresos, etc. Todas esas huellas configuran su personalidad, una personalidad que, por decirlo de algún modo, queda incorporada a ese cuerpo. Hay quien deja transparentar lo que lleva incorporado a ese cuerpo con más facilidad y quien lo lleva adherido muy dentro, protegido por una gruesa capa opaca. Hay también quien sabe interpretar y leer esas huellas que nos muestra el cuerpo y sintonizar con ellas. Los niños suelen tener una sensibilidad especial para estas emociones que les llegan. Por eso será tan importante tener en cuenta el cuerpo de los niños para provocar, canalizar, hacer surgir sus emociones”
(Palou, 2004, p. 42).
Una excelente manera para estimular el sentido del tacto es a través de los masajes, los cuales permiten expresar amor a nuestros hijos y satisfacer la necesidad de ser tocados y sentir el contacto piel a piel con sus padres. Es beneficioso tanto para el desarrollo psicomotor, el bienestar emocional del niño como también para que los padres puedan establecer una comunicación más intima con el bebé, fortaleciendo el vínculo afectivo entre ambos. El masaje consiste en la aplicación rítmica de movimientos con una secuencia y un objetivo específico
A nivel fisiológico
A nivel psicológico
• Ayuda a estimular el sistema inmunológico y propicia un mejor desarrollo del sistema nervioso.
• Proporciona la estimulación cerebral y motriz que el bebé necesita.
• Regula el sistema respiratorio, circulatorio y gastrointestinal.
• Permite aliviar molestias estomacales, ya que ayuda a mover los gases y la materia fecal.
• Es relajante, ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
• Ayuda a coordinar movimientos y a adquirir mayor movilidad.
• Mejora la textura de la piel, pues activa las glándulas sebáceas que vuelven la piel más estilizada y lisa.
• Permite que el niño tenga un sueño más tranquilo y profundo.
• Es relajante y tonificante de la musculatura, por lo que es recomendable para aquellos niños que presentan hipotonía e hipertonía muscular.
• Además de ello, los masajes permiten al bebé tener mayor conciencia de su cuerpo, a sentirlo ya que gracias a los estímulos táctiles va descubriendo las distintas partes sus manos, sus pies, etc.
• Permite aumentar el contacto afectivo de los padres con el bebé.
• Ayuda a fortalecer el vínculo afectivo y desarrolla
...