Nene Caca

ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL ANEXA A LA NORMAL DE TEXCOCO

ASIGNATURA: Comprensión lectora y redacción II

TÍTULO DEL LIBRO: “Nene Caca”
                                (Álvaro de Laiglesia)

NOMBRE: Cabrera Hernández Yoselin

PROFESOR: Hernández Gómez Juan José

GRADO: 1°[pic 1]

                             GRUPO: II

Este libro comienza describiendo una aeronave que estaba inmóvil en las tinieblas, cuando de repente se escuchó una voz que avisaba a los “pasajeritos”, que en realidad eran los bebés que viajaban en ésta, dicha aeronave tenía destino hacía España, viajarían a la velocidad de la luz, misma luz que verían al nacer, o por lo menos eso fue lo que dijo aquella voz angelical que ya se ha mencionado. En una parte, se describe la aeronave, una muy común y corriente como las de la vida real, la única diferencia es que ésta estaba hecha con materiales muy sutiles, exactamente para bebés; al terminar de describir la aeronave, de pronto apareció una azafata, ella era de carne y hueso, ella les entregó un chupón a cada uno de los pasajeritos explicándoles que era para practicar porque pronto nacerían.

En cuanto a los pasajeritos, primero, comienza a hablar de 2, una muchacha, y un rubio, y cuándo empiezan a entablar una conversación éstos dos, comienzan a aparecer los otros 3 restantes; un negrito, un gordito y un jorobadito, en ese momento está hablando la muchacha, está contando su historia, diciendo que en su casa esperaban un niño, sus padres ya habían comprado todo azul, y de hecho, ya hasta habían planeado su nombre “Bernardo”, lo cual la ponía triste, pero en ese inicio, de podía denotar que el niño rubio era el más optimista, y fue quien le dijo que eso tenía solución, que se podía llamar “Bernardina”.

Después de que Bernardina contó lo que sus padres estaban planeando; el jorobadito comenzó a hablar de la suya, y le dijo a ella que nacer era fácil, pero en cambio él, él era un “adefesio” así se autonombró, por su joroba, un raquítico que; según él sus padres no iban a aceptar; de pronto, el rubio, una vez más intervino con su positivismo, diciéndole que él podía ser un orgullo para sus padres, pero que eligiera una carrera amena para él, porque, por ejemplo, si elegía querer ser un actor, “galán de telenovelas” obviamente iba a fracasar, según la ideología del rubio. Pero que iba a ser un gran escritor, uno al que no le iban a robar sus obras debido a su condición. En ese momento el gordito intervino, dijo que si para que no se roben el conocimiento tenía que tener algún tipo de condición, que iba a ser de ese “cochino” mundo, el rubio intervino, defendiendo aquello y diciéndole al gordito que no le dijera cochino al mundo, que era maravilloso. Pero el gordito decía que… ¿Para qué nacer? Si todo en este mundo es rutinario, y él hubiese preferido quedarse en la nada donde estaba antes de haber llegado a esa aeronave. Al continuar con la charla, los niños platicaban de lo que esperaban en cuanto llegaran al mundo, y el rubio mencionó, que algo muy hermoso pasaría al llegar al mundo, el amor por ejemplo; el ser correspondido con el verdadero amor, pero el gordito intervino diciendo que para él era fácil decirlo puesto que él era muy guapo, no como él; entonces, el negrito habló, a pesar de estar alejado del resto, diciendo que eso era cierto puesto que verídicamente sí, él era muy guapo, pero el rubio, siempre positivo, muchísimo más que el resto habló, y le dijo al negrito que para él habría chicas negritas como él, pero el problema es que el negrito quería una blanca, y pensó que una blanca jamás le haría caso. El gordito comenzó a hablar de su familia, su padre era muy rico, pero se quejaba porque iba a heredar todo eso, e iba a estar repleto de cuidadoras, gente desconocida, entre otros, y fue cuándo el rubio, una vez más, intervino, diciéndole que no reprochara eso, que se imaginará a él, puesto que al rubio le iba a tocar nacer en un matrimonio pobre y además siendo el séptimo.

El niño y optimista rubio, intentaba demostrarle a los demás niños que el mundo tenía mucho que ofrecerles, aunque después de un largo debate, Bernardina se interesó en la historia del optimista rubio. Él mencionó que en cuanto el naciera no iba a iniciar una felicidad, sino una desdicha, puesto que iba a nacer en esas condiciones, e iba a ser difícil para sus padres. Pero en fin, el punto es que, para el rubio cada uno de ellos y él, tenían suerte, iban a tener la suerte de nacer en las condiciones que fueran, aunque iban a tener que presentar dificultades iniciales.
El negrito comenzó a contar su historia, y valla sorpresa que se llevó el rubio, cuándo el negrito le dijo que su padre y su madre, ambos pareja, eran de color de piel blanca; para los niños era algo incongruente, e incluso el jorobadito comenzó a pensar que su mamá le había sido infiel a su padre, pero el rubio lo calló antes de que éste hablara, el negrito menciono que sus padres no sabían que por su sangre corría sangre negra, y él iba a ser lo que los doctores llamaban “un salto atrás”, esto fue lo que dijo a su favor el atlético negrito, el gordito tomó esto con mucho humor y replicó, “salto atrás el que darán tus padres cuándo nazcas y se den cuenta que eres negrito”, ante su condición, el negrito comenzó a imaginar que como su padre era racista y su madre igual, muy probablemente se iban a desquitar con él golpeándolo, pero el rubio, de nuevo, optimista, intervino, diciéndole que no dijera disparates, porque para el rubio, todas las madres quieren a sus hijos y para ella el negrito iba a ser más blanco, que la pureza que tenía al nacer. El rubio le predecía un futuro de atleta, puesto que su cuerpo denotaba fuerza, entonces, eso era lo mejor. Terminaron convenciendo al negrito de que sería un gran boxeador y deportista, así causaría mucho orgullo a sus padres.

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