Organización de instituciones.

¿Dirigir, gestionar o liderar?

El director “tiene la finalidad de solucionar la diversidad de los retos diarios que se presentan, debe liderar un proyecto en el que debe hacer partícipes al resto de los agentes escolares, convirtiéndose en un líder de líderes” citado por Collado (2012) de Sergiovanni, en González (2003, p.8), al citarlo Collado menciona la palabra liderar, donde entonces ya incluye un líder y no sólo un dirigente como suele considerarse al director.

La gestión de acuerdo a la UNESCO (2011) se define como el reunir los recursos y movilizarlos para lograr una meta, así mismo como la generación y mantenimiento de esos recursos para llegar a un objetivo, de acuerdo a los miembros lo considera como el mantener y generar conversaciones con los diferentes miembros y la relación entre estructura, estrategia, sistemas, estilo, capacidades, gente y objetivos superiores, tanto hacia el interior de la organización como hacia el entorno. Por tanto la gestión incluye una serie de aspectos para su desarrollo.

Un líder de acuerdo al IIPE, se refiere a la vinculación con la capacidad de generar procesos de sensibilización y convocatoria a trabajar en colaboración con otros, en el logro de los fines y los valores generalmente ignorados en las rutinas. Esta definición hace constar el cómo el líder logra unir para colaborar mediante estrategias para llegar a una meta utilizando los valores que están en desuso.

Los autores enfatizan en esas definiciones y promueven una unión de terminologías, sin embargo lo hacen no para que todos signifiquen lo mismo, sino para que un director sea un líder para gestionar, es decir unifican esos aspectos como condiciones de un director ideal.

En la actualidad los directores son actores importantes dentro del ámbito educativo, por lo que es primordial que cumplan con las características necesarias para establecer la mayor calidad educativa posible.

De acuerdo a Álvarez (2005) “La intervención del directivo debe expresar el reconocimiento de los derechos individuales y sociales. Explicitar y hacer estos propósitos, someterlos a análisis y reflexión, exponerlos a discusión y actualización sobre la base de las tareas en curso y los logros alcanzados y no alcanzados acciones propias del ejercicio de la conducción escolar.” Lo que se refiere a que debe haber alguien que señale a dónde se debe llegar mediante un consenso y un seguimiento de lo que pasa en el plantel.

Existen instituciones con directivos cuyas intervenciones son las más adecuadas y que no sólo comparten la situación del plantel sino que escuchan a los docentes y administrativos a su  alrededor para la construcción de estrategias; sin embargo hay planteles donde los directivos sólo quieren dirigir a los demás sin considerar la situación de ellos o su opinión, mientras que en otros casos algunos escuchan todas las opiniones de los trabajadores y dejan que todos hagan lo que quieren. Esta distinción de papeles de los directivos han resultado en planteles exitosos, funcionales o disfuncionales y tendientes al fracaso.

Pero, ¿qué papel tiene el docente en el desarrollo de una institución?

Los docentes fungen como un medio de enseñanza-aprendizaje para los alumnos y así como en el caso de los directivos los hay buenos y malos; sin embargo, sin aminorar su papel, un docente que lleva una mala práctica, debe rendir cuentas a sus alumnos, padres de familia y directivos, por lo que al hacer algo mal es más probable que ante el reclamo de alguno de los actores mencionados logre una mejoría y el daño de su práctica afecte a una sola generación; sin embargo un directivo que no lleva a cabo una buena práctica afecta el funcionamiento completo de un plantel.

Por lo anterior, es necesario definir la utilidad de cada característica del directivo; un buen director dirige, pero no a manera imperativa, sino por medio de acuerdos entre las partes involucradas y así conseguir el resultado esperado, ya que sin la cooperación de los diferentes factores será como ir nadando contra la marea, donde se hace mucho pero sin llegar a un destino claro y benéfico.

El directivo debe ser líder para poder establecer los acuerdos, guiar a un conjunto de personas hacia un objetivo que previamente ha sido establecido, motivar a las personas haciendo énfasis en sus valores y actitudes de compromiso con su profesión y con la institución, gestionar lo necesario y todo para una mejora de calidad.

Un buen director debe gestionar para poder conseguir aquello que su plantel requiere para llegar a la meta establecida, además de administrar lo existente en ayuda de estrategias adecuadas para conseguir el personal adecuado y comprometido en la búsqueda de conseguir los objetivos establecidos.

En la actualidad los maestros sufren una serie de problemáticas que no sólo han sido provocadas por ellos, sino que han sido resultado de un conjunto de malos maestros con malos directores, por lo que falta motivación por el trabajo proviene de la mala opinión pública, en conjunto con la inseguridad laboral que ha surgido a raíz de la reforma educativa, es decir si además de eso el líder no logra guiarlos adecuadamente es muy probable que el plantel funcione de forma mediocre.

Los lineamientos de evaluación que se establecieron manejan que el directivo debe evaluar el desempeño docente; sin embargo es necesario determinar de inicio si el directivo hace un buen trabajo, ya que no tiene sentido que el directivo evalúe si no hay quien lo evalúe a él, por lo que es necesario el establecimiento de acuerdos laborales en los planteles para evitar así que haya injusticias.

Actualmente los directivos basan su trabajo y delegación de responsabilidades en los compañeros con los que se llevan bien o con quien tienen afinidad de pensamiento, dejando de lado las aportaciones de maestros que quieren hacer algo positivo pero que se ven coartados porque son ignorados, lo cual no es lo adecuado para el desarrollo pleno de una escuela.

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