PECADOS PROCESALES
Enviado por jmocantogarcia • 26 de Marzo de 2014 • 4.818 Palabras (20 Páginas) • 214 Visitas
LOS PECADOS PROCESALES
¿Los pecados también se encuentran en el proceso penal venezolano?, ¿Cuáles son los pecados que podemos encontrar en el proceso penal?; de aquí nace toda este análisis de los pecados en el procedimiento penal venezolano, afianzándonos en las normas que rigen dicho proceso y las funciones que poseen cada uno de los intervinientes en el mismo, los cuales son los que dan la razón de ser del procedimiento, en pro de la defensa de los derechos sociales, y con el fin de castigar a alguien que menoscabe estos derechos y que cometa acciones que sean calificadas como hechos punibles.
Es necesario conocer en termino general que es el pecado que no es más que aquella transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno, esta terminología es tomada en todos los aspectos como sociales, religiosos, culturales, históricas, artísticas, entre otros, ya que se toma al pecado como aquella acción que va en contra de los buenos preceptos de una religión o de la sociedad, incurriendo en su exceso que lleva a apartarse de lo que es considerado como recto y justo; es de aquí donde el autor de los pecados capitales parte de esa conducta anómala que en va en decremento de la sociedad y que afecta de una manera muy general a cada uno de las personas que habitan en una sociedad.
Conociendo así el carácter formal del pecado es que podemos decir los pecados capitales son sietes los cuales están conformados por la soberbia, pereza, gula, envidia, ira, avaricia y lujuria, los cuales son los llamados pecados tradicionales y considerados los pecados matrices ya que de aquí es que nacen cualquier conducta abstracta y errada que podemos considerar que van en contra de la sociedad. A pesar de que los podemos conocer como pecados tradicionales lo encontramos día a día en el desarrollo de la vida, ya que son aquellos intrínsecos del hombre y por el mismo egoísmo del humano, en solo pensar en su beneficio, son los que se practican sin parar.
Estos pecados se pueden decir que emanan de la propia satisfacción personal, ya que en el mundo actual solo se busca un incremento en lo económico-social, más que en lo espiritual e humanitario, considerándose para la sociedad que aquella persona que más bienes, dinero o estabilidad económica es la más capaz y digna de admirar, sin importar que no posea ningún tipo de beneficio personal sino que solo va a saciar el apetito social demostrando una “estabilidad”, por los lujos y no conformándose con lo que posee, sino queriendo más cada día sin importarle el beneficio del prójimo sino su propia complacencia.
Estos pecados van en contra de las acciones buenas de la humanidad y de la unión social que debemos llevar unos con otros, por tratar de opacar los sentimientos de ayuda de las personas y solo pensar en el beneficio propio a costa de cualquier cosa incluso del daño de nuestros prójimos, como son el caso de la soberbia que va directamente en contra de la humanidad, porque el soberbio no aceptas demás condiciones si no las impuestas por el y no le importa el sufrimiento ajeno mientras él consiga su propio beneficio; la avaricia va contra directamente de la generosidad, ya que siempre queremos todos para nosotros, lo observamos directamente con el dinero que a pesar que tengamos siempre queremos más y no lo compartimos ni con aquellos que lo necesitan mucho más aún que el que lo posee, por el simple hecho de satisfacer nuestros deseos de superioridad y de autosuficiencia.
Otras de las virtudes afectadas en nuestro andar diario es la paciencia, ya muy pocos gozan de ella porque andamos en una sociedad llena de ira, rabia y decepciones, que no nos deja ser condescendientes con nuestros similares, dándole pie a querer siempre lo que los otros poseen y justificándonos que por nuestra falta de diligencia no podemos lograr esos resultados; observándose así dos pecados más como la pereza y la envidia, que van en un aumento exorbitante porque se quiere lo que posee el otro pero sin esfuerzo y aun así se menosprecia al que se esfuerza para alcanzar lo que tiene, sino más bien cayéndose en la lujuria que se refiere al deseo incontrolado de algo, siempre relacionamos el termino de lujuria con deseos sexuales pero en el sentido más amplio de la palabra la lujuria es el deseo incontrolado a cualquier cosa que queramos como puede ser el dinero, dañando así el comportamiento normal que debemos tener para comportarnos socialmente.
Por consiguiente observamos cómo se apodera de los integrantes de la sociedad la falta de templanza, teniendo un desequilibrio entre los placeres in mantener limites, queriéndose disfrutar más de lo que podamos cayendo en gula y disminuyendo los extremos sociales para el beneficio propio, siendo caso ejemplo el aumento de los índices de obesidad a nivel mundial, porque esta gula conlleva a no medir límites y en el caso especial de la comida, comer y comer, sin medir las consecuencias que pueden hasta tener como resultado la perdida de la vida física.
Siendo así planteados los pecados capitales, y entrándonos en el sistema procesal penal venezolano, el cual es un sistema acusatorio garantista porque se fundamenta en la presunción de inocencia y en la protección de los derechos y garantías constitucionales, siendo el caso que a lo largo del proceso penal intervienen los sujetos procesales como son: el juez, secretario, alguacil, fiscal del ministerio público, defensa pública o privada, imputado o acusado o penado.
Subsumiendo las conductas de estos sujetos procesales en lo descritos como pecados capitales, podemos decir que cada uno de los sujetos puede incurrir en estos, ya que como dijimos con antelación los pecados provienen para beneficio propio, existiendo la posibilidad de que cada uno de los sujetos incurran en los pecados capitales a lo largo de dicho procedimiento; es por esto y basándonos en los sietes pecados mencionados en la obra es que inferimos:
El juez, por ser el administrador de justicia y el garante de la aplicación de la ley, con el fin de castigar la conducta anómala aflorada por una persona que se considere un hecho punible, puede incurrir en pecados como en efecto incurre en soberbia cuando a la hora de dictar una sentencia lo haga en contra a lo demostrado en el debate probatorio, allí se observa la soberbia del juez ya que a pesar que está haciendo un daño a la persona imputada o acusada también toma la decisión basándose en una satisfacción personal, basando su criterio en su ser, sin importarle lo demás; al igual la avaricia puede este pecar, cuando comete actos de corrupción para tomar una decisión favorable a alguna de las partes, teniendo o no la razón, partiendo de allí y dando pie a otros pecados como son la lujuria y la gula que como deseos descontrolados no puede limitarse para satisfacerlos, existiendo un desequilibrio
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