PERFIL GERENCIAL DEL DIRECTOR PARA FORTALECER LA GESTIÓN EDUCATIVA EN EL SUBSISTEMA DE EDUCACIÓN
Enviado por anginger • 12 de Enero de 2014 • 14.000 Palabras (56 Páginas) • 592 Visitas
INTRODUCCIÓN
El contexto contemporáneo ofrece tres características resaltantes: la turbulencia de cambios cada vez más rápidos, profundos y globales; la impredecibilidad asociada a márgenes de riesgo que impiden la identificación de escenarios seguros y, finalmente, la complejidad determinada por la globalización de un entorno sistémico donde todo se relaciona con todo y nada se concibe al margen de ese sentido de totalidad. Estas características definen un ambiente en el cual los sujetos y las organizaciones deben sortear gran cantidad de inconvenientes en el día a día de su gestión. En este sentido, tanto unos como otros, deben desarrollar todos sus conocimientos y destrezas a fin de poder competir en un entorno turbulento. En este sentido, se indica que no puede haber competitividad empresarial sin el desarrollo de competencias personales; el conocimiento y las capacidades de los sujetos revelan las cartas del juego, y las actitudes y valores predicen cómo cada quien juega con las cartas que tiene. Por otra parte se afirma que posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible, está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del trabajo. En este sentido las organizaciones están llamadas a desarrollar al máximo, en las personas, las competencias que pueden determinar su lugar en el mundo empresarial. Las instituciones educativas no escapan a esta realidad; más aun, por ser entes formadores del talento humano, deben, en grado superlativo, ir a la vanguardia de este proceso. A los fines de establecer los lineamientos que deben tener los gerentes educativos en el marco de los cambios curriculares que se están dando en el sistema educativo venezolano, se debe proceder a desarrollar una investigación, la cual está estructurada de la siguiente manera: En el primer capítulo se contextualiza y delimita el problema estudiado, replantean las interrogantes del objeto de investigación, se formulan los objetivos, tanto general como específicos, la justificación del mismo, así como el sistema de variables empleado en su desarrollo. En el segundo capítulo, en el marco teórico, se señalan los antecedentes existentes relacionados con el tema que se está investigando, así como los fundamentos teóricos que orientan el trabajo realizado, y que explican los variados aspectos que se interrelacionan con el tema de los perfiles gerenciales del director educativo. En el tercer capítulo, se señala el tipo de investigación, el diseño metodológico utilizado, la técnica de recolección de datos y los resultados obtenidos. En el capítulo 4, se describen las conclusiones y recomendaciones derivadas del análisis de la situación estudiada, que permiten responder al objetivo general que se planteó al inicio del proceso de estudio.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
1.1 Contextualización y Delimitación del Problema
Dentro de las orientaciones para el mejoramiento de la calidad en las instituciones de educación superior en Venezuela, el fortalecimiento de la carrera docente constituye un aspecto muy importante en el rendimiento y competitividad de estas instituciones en la sociedad moderna de hoy.
Si bien es cierto que dicho mejoramiento debe partir de la estabilidad social y remunerativa del docente en todos sus sentidos, no deja de preocuparnos la poca formación integral del docente universitario en su ámbito profesional, directivo e investigativo.
Dentro de los cambios que expresa la educación superior para el nuevo milenio, la calidad sin duda representa el punto mediante el cual estas instituciones deben orientar grandes transformaciones en su quehacer académico.
Para la UNESCO (1998) la calidad de la educación lleva consigo el mejoramiento en todas las actividades académicas desde el proceso de enseñanza aprendizaje, pasando por la dotación y tecnologías, hasta el desarrollo directivo en todas sus esferas.
Para ello, las instituciones de educación superior deben diseñar una política de formación y desarrollo permanente de sus directivos a fin de actualizar y mejorar sus competencias, estimulando la innovación continua en todo el sistema pedagógico.
Esta necesidad obedece a partir del rol transformador de la educación superior en las sociedades post industriales en el contexto de la sociedad del conocimiento.
En este sentido, se asume la propuesta de Fernández (2001) al afirmar que la formación profesional es:
…conjunto de procesos sociales de preparación y conformación del sujeto, referido afines precisos para un posterior desempeño en el ámbito laboral. Además, es el proceso educativo que tiene lugar en las instituciones de educación superior, orientada a que los alumnos obtengan conocimientos, habilidades, actitudes, valores culturales y éticos, contenidos en un perfil profesional y que corresponda a los requerimientos para un determinado ejercicio de una profesión.(p 45)
En síntesis, si bien la formación profesional cumple un doble papel, tanto institucional como educativo, también se encuentra en un mundo donde su perspectiva varía en función de la dialéctica social y económica de la sociedad capitalista.
La importancia social de la formación profesional es sin duda un factor de desarrollo involucrado tanto con las condiciones de acción del Estado, como en los factores de calidad de las instituciones de educación superior, debido a que es el medio mediante el cual se administra el proceso de enseñanza aprendizaje inmediato en las aulas de clase.
Su papel como facilitador de herramientas para el desarrollo cognoscitivo y explicativo de ciertas áreas de conocimiento, se encuentra en la actualidad lleno de muchas inconsistencias pedagógicas y didácticas.
La desprofesionalización de la dirección educativa ha sido sin duda algunos de los principales problema de la baja calidad del sistema, ya que se aprecia a la misma, como una oportunidad de empleo en aquellas profesiones no relacionadas con la educación.
Las instituciones de educación superior han apelado a los llamados cursos de formación docente o "componente docente", para aquellos profesionales que ingresan al sistema universitario que no tengan título de pregrado en el área educativa.
Estos cursos que mayormente duran un año o algunos meses, no garantizan la calidad pedagógica esperada debido a su carácter general e intensivo, sin ningún tipo de seguimiento práctico y sin ninguna conexión con la investigación, la extensión y el control permanente por parte de las unidades de dirección académica.
En torno al rol del directivo, este es de sumo interés considerar
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