PERSPECTIVA DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

FAUCLTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

TRABAJO SOCIAL

OPCIÓN DE GRADO

DOCENTE: CATHERINE ARDMIROLA

ALUMNO: MARÍA JULIANA MARÍN LÓPEZ

ID: 295451

PERSPECTIVA DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL

 MÁS ALLÁ DE LA REALIDAD

        Es fácil empezar por decir que nuestro niveles o métodos de intervención son: Trabajo Social de Caso, Trabajo Social de Grupo y Trabajo Social Comunitario; pero en la realidad o en la práctica, esto no resulta tan veraz como quisiéramos, y en algunos momentos esto se nos queda corto a la hora de intervenir.

        Desde la academia se nos forma, con conocimientos básicos y pertinentes para enfrentarnos a nuestras vidas profesionales, siempre enfocados y encaminados, claro está, en los métodos de intervención que han sido diseñados para el que hacer de un Trabajador Social:  

        Trabajo Social de Caso: “Para el Trabajo Social de caso, el pilar fundamental de la intervención lo conforma la relación interpersonal establecida entre el usuario y el Trabajador Social. En ella el profesional deberá desplegar cualidades cómo la creatividad, la improvisación, la racionalidad, la espontaneidad, recursividad, tecnicismo y la paciencia. El proceso de Trabajo Social de Caso, lleva implícito a su vez, los proceso de información, asesoramiento y orientación, apoyo, evaluación, coordinación y un proceso educativo para el cambio.” (Fernández G. Tomás, Ponce de León R. Laura: 2002)

        Trabajo Social de Grupo: “El Trabajo Social con Grupos parte de la experiencia grupal como urdimbre básica de la vida, poniendo de relieve el papel que desempeña como fuente primaria de cambio (…) se encuentra inmerso en una tupida red de interrelaciones, una estructura estable y dinámica que nos ofrece tanto posibilidades como limitaciones para nuestros proyectos personales. (Fernández G. Tomás, López P. Antonio, 2002:15)

        “Los principios éticos que los trabajadores sociales con grupos deben utilizar como guía de su acción nos remiten (...) a la cooperación altruista, la dignidad humana y el Estado de Bienestar como sistema desarrollado para hacer posible el acceso a una vida digna, en función de las pautas que definen el bienestar en un momento histórico determinado” (Fernández G. Tomás, López P. Antonio, 2002:87)

        Trabajo Social Comunitario: “El Trabajo Social comunitario, es una acción con y de la comunidad, no es una acción para ni sobre la comunidad, aunque de se debe minusvalorar el efecto de estas últimas, especialmente, si producen una ampliación de derechos sociales. No obstante, si conviene señalar como premisa básica del Trabajo Social comunitario la participación de la comunidad en los procesos de intervención, y ello solo es posible cuando se organizan acciones contando con la comunidad, las cuales sean sentidas como propias.” (Raya D. Esther, 2008:5).

        Lo anterior se presenta de groso modo, como un acercamiento a lo que podría ser la columna vertical de los modelos de intervención y a la perspectiva del quehacer profesional. Se entiende pues como estos modelos dictan unas líneas de acción, las cuales los Trabajadores Sociales, en teoría, deberíamos seguir para lograr nuestro objetivo profesional “transformación social”.

        Pero lo que es cierto es que esto no es suficiente, ya que si bien son conocimientos  fundamentales para nuestra intervención y quehacer profesional; no son del todo competentes, pues más allá de toda la sabiduría e instrucción que engloba y nos brinda, los Trabajadores Sociales debemos adquirir otro tipo de “herramientas” que nos permitan afrontar la vida profesional.

        Debemos pensar y entender el papel de nuestra profesión a través de un análisis crítico de la historia, para así buscar y comprender en que momento nos encontramos y que papel o rol estamos ejerciendo en nuestras sociedades.

Sólo con una lectura real y dinámica de la estructura social contemporánea, podremos afrontar con un máximo de aptitudes las realidades dinámicas y cambiantes de la sociedad moderna. Esto a fin de llegar a ese horizonte deseado de la transformación social.

En este sentido el Trabajo Social debe adquirir un carácter complejo, multidimensional y global, que aborde desde la realidad puntal de cada sociedad y o contexto, un modo de actuación con un enfoque multidisciplinario  que permita hacer énfasis en los modos de actuación, o más bien en estrategias de intervención acordes y diferenciales para cada sistema social especifico a intervenir.

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