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PLAN DE NEGOCIO


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  4.126 Palabras (17 Páginas)  •  154 Visitas

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RECOMENDACIONES PARA DOCENTES

Dada la importancia que tiene el aprender a formular preguntas en el mundo actual y la dificultad que representa desarrollar esta capacidad, ofrecemos una serie de recomendaciones que facilitan el diseño de actividades de clase conducentes a alcanzar este fin.

Los docentes son los llamados a liderar este proceso formulando excelentes preguntas, con lo cual, no solo se enriquece y facilita el aprendizaje de los estudiantes, sino que se les muestran posibles caminos. A continuación presentamos una serie de recomendaciones, de autores reconocidos en diversas disciplinas, que los docentes pueden utilizar en sus clases.

Gary Lockwood [B], reconocido consultor empresarial, recomienda lo siguiente:

Elija el tipo adecuado de pregunta a formular. Las preguntas se pueden categorizar básicamente en dos grupos: abiertas y cerradas.

Formule preguntas abiertas cuando desee iniciar un dialogo, debate o reflexión; generalmente comienzan con "qué" "cómo", "por qué".

A su vez, las preguntas abiertas se clasifican en dos tipos: subjetivas y objetivas. Las subjetivas son apropiadas para solicitar una opinión. "¿Qué piensa usted acerca de... ?", "¿Cuáles son sus calificaciones?", "¿Cómo se siente acerca de... ?". Por su parte, las objetivas, son apropiadas para solicitar información específica. "¿Qué pruebas hay del calentamiento global?", "¿Cuál sería una posible solución al calentamiento global según fulano de tal?".

Formule preguntas cerradas cuando desee obtener respuestas puntuales; por lo general, empiezan con "son…", “quién...”, “cuándo...”, "se puede…", “hizo…”, etc. Estas tienen diferentes formatos: a) preguntas de identificación "¿Qué tipo de auto es este?", "¿Quién es responsable de esta situación?", etc. b) preguntas de selección (uno u otro) "¿Qué tipo de pregunta promueve mejor el debate, abiertas o cerradas?", "¿Quién tiene la razón, el coordinador o el profesor?”, etc. c) preguntas del tipo Sí / No "¿Juan López aprobó este año lectivo?", "¿Ya entregaron las calificaciones?".

En conclusión, cuando se deseen respuestas cortas y claras, formule preguntas cerradas. Cuando desee realizar un debate o promover la reflexión, formule preguntas abiertas.

Jamie McKenzie [F], doctor en educación de la Universidad de Rutgers, editor desde 1991 de la publicación “From Now On” y toda una autoridad en el tema, aporta las siguientes ideas que los docentes pueden utilizar en el aula:

Instruya a los estudiantes para que asignen nombres (etiquetas) a los diferentes tipos de preguntas que se hacen en el aula [2]. Esto les permite, posteriormente, seleccionar el tipo de pregunta más adecuado para cada situación.

Vea una película con los estudiantes y solicite a cada uno formular tres preguntas del tipo "¿por qué?". Asigne una historia para leer y solicite formular tres preguntas tipo “inferencia”, etc. Abra un espacio para que cada estudiante comparta sus preguntas con toda la clase.

Solicite a los estudiantes leer un texto en casa y formular dos preguntas sobre este y traerlas a la clase siguiente. Por ejemplo: a) escribir tres preguntas de “comparación” sobre la historia que están leyendo; b) encontrar una pregunta interesante que no tenga respuesta en la lectura; c) identificar una pregunta que el autor estaba tratando de contestar; d) escribir una pregunta que demande pensar (reflexionar) al menos diez minutos para contestarla; e) encontrar una pregunta que no tenga respuesta o que tenga muchas respuestas; f) formular una pregunta secundaria a partir de una principal. Investigaciones corroboran que la comprensión de los estudiantes mejora cuando plantean preguntas a medida que leen.

Con los estudiantes de primaria, empiece con una tipología de tres o cuatro preguntas [2]. A medida que ellos avanzan, se puede llegar a “preguntas de datos”, “preguntas de ¿Por qué?" o “preguntas de imaginación”; para todas ellas pueden utilizarse muchos nombres, lo que importa en realidad es que ellos empiecen a pensar en tipos de preguntas y a etiquetarlas. Cuanto más tiempo se dedique en la clase a pensar en preguntas, es más probable que los estudiantes descubran nuevos tipos de estas.

Con los estudiantes de secundaria, cree una tipología a partir de la clasificación de las preguntas que ellos mismos han generado [2].

Enseñe a los estudiantes que las preguntas son como herramientas: uno no saca de la caja de herramientas un martillo para desenroscar un tornillo. Siguiendo con esta analogía, con frecuencia los estudiantes tienden a sacar de la caja (mente), la herramienta (pregunta) que esté más a mano, lo que lleva a martillar en lugar de desenroscar. Cuando los estudiantes no reflexionan conscientemente acerca de cómo piensan o preguntan, las herramientas de pensamiento, sin etiqueta y no identificables, se escurren a la parte inferior de la caja de herramientas.

Solicite a los estudiantes que vean en casa un programa de televisión en el que entrevisten a alguna persona y anoten las tres preguntas que les llamaron más la atención durante la entrevista; además, pídales tomar nota del nombre y profesión del entrevistado. Abra un espacio en la clase siguiente para debatir las preguntas anotadas por los estudiantes seleccionados aleatoriamente.

Asigne a los estudiantes la lectura de un cuento y pídales a todos que escriban al menos tres preguntas que le harían al personaje principal de la historia. Posteriormente, solicite a un estudiante asumir el papel de personaje principal, mientras sus compañeros de clase actúan como entrevistadores.

Suministre el tiempo suficiente para que los estudiantes respondan preguntas [H]. Algunas preguntas requieren solo 10 segundos para pensar su respuesta; otras requieren minutos, días, meses o incluso siglos (como las grandes preguntas de la humanidad). Junto con la pregunta, anuncie a los estudiantes el tiempo disponible para pensar la respuesta.

Solicite a los estudiantes, en la clase de idiomas extranjeros, formular las preguntas que harían a la recepcionista de un hotel en otro país, para determinar si con estas resuelven sus necesidades (se debe seleccionar un país en el que se hable la segunda lengua que estén aprendiendo estos). Recopilando todas las preguntas formuladas, se puede elaborar una guía para solucionar problemas con base en preguntas. A los grupos de secundaria puede pedirles resolver un problema con el menor número posible de preguntas.

Plantee a los estudiantes problemas en los cuales deban perseverar para encontrar la solución. Muchos

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