PLANEAMIENTO EDUCATIVO

PLANEAMIENTO EDUCATIVO

El planeamiento  educativo se basa sobre las políticas educativas que se establecen en cada país. Dicho en otras palabras, es el que se implementa a nivel nacional, tomando en cuenta el tipo de ciudadano que se quiere. De ahí salen los otros planeamientos como el curricular y el didáctico. En ese sentido, Moreno (2009) indica:

El  planeamiento  educativo  es  el    proceso  por  el  cual,  sobre  la  base  del  análisis  de  la  situación y la previsión de necesidades en materia de educación, se formulan objetivos coherentes con la filosofía y política nacional y se establecen los medios y secuencias de acciones indispensables para lograrlos, y los instrumentos y recursos que estas acciones implican (p. 19).

Por consiguiente, el planeamiento es un elemento determinante en el sistema educativo y por tal razón, existen distintos tipos, cada uno con características específicas y distinto nivel de jerarquización, pero que se interrelacionan. El planeamiento que se describe en este trabajo es el de aula o didáctico y conlleva una serie de fases que son: diagnóstico, programación y elaboración del planeamiento o planes.

En lo que respecta al primero, como se detalla en el mapa semántico, está conformado por una serie de elementos, que tienen como propósito conocer de manera integral sobre todo al estudiante; pero también, a la comunidad donde se localiza el centro educativo. Todo lo anterior con el propósito de tener una visión tanto general como individual de los discentes y su entorno; por cuanto los diferentes aspectos que se indica en la lectura intervienen de manera positiva o negativa en el proceso de aprendizaje. Así pues, el conocimiento de los aspectos físicos, socioemocionales, intelectuales, personalidad y socioeconómicas son factores que deben ser considerados a la hora de la programación.

En ese sentido, la programación son las distintas acciones que se realizan durante las lecciones; por tanto, primeramente se debe determinar los objetivos de aprendizaje, que son establecidos en los programas de estudio. Estos son guías para las otras acciones como la estructura de aprendizaje, selección de los contenidos, las técnicas de enseñanza, las actividades, los recursos auxiliares, los instrumentos de evaluación y la distribución de tiempo.

Es fundamental que los docentes tomen en cuenta primeramente la distribución de los objetivos, para así establecer los demás componentes como las técnicas de enseñanza que son las que organiza el docente a través de las cuales pretende cumplir su objetivo. Son mediaciones a final de cuentas lo que se busca es que los discentes asimilen los temas. Estas se encuentran en constante relación con el contenido, el interés delos estudiantes y el tiempo.

De acuerdo con Castillo y Pérez (2011) las técnicas se conciben como “el conjunto de actividades que el maestro estructura para que el alumno construya el conocimiento, lo transforme, lo problematice, y lo evalúe; además de participar junto con el alumno en la recuperación de su propio proceso” (p. 91). De este modo las técnicas didácticas ocupan un lugar medular en el proceso de enseñanza aprendizaje, son las actividades que el docente planea y realiza para facilitar la construcción del conocimiento.

En el proceso enseñanza aprendizaje, el docente puede emplear diversas técnicas; pero estas deben tener claro aspectos como actividades que se vayan a realizar, recursos didácticos necesarios, tiempo, nivel de los estudiantes, objetivo o tema del programa de estudio, contextualización curricular y demás. En consecuencia, las técnicas son muy importantes porque ayudan a facilitar la asimilación de los estudiantes y, por tanto, deben elegirse aquellas que sean dinámicas y que motiven.

A través de las actividades didácticas, se realiza la interacción, se determinan los recursos o material que contribuyan al proceso enseñanza aprendizaje. De igual forma, se escogen las técnicas o estrategias metodológicas. Todo lo anterior con la finalidad de que los estudiantes comprendan los diferentes contenidos y, de ese modo, participen activamente y logren así una mejor asimilación. De igual modo, es de suma importancia la elección de los recursos auxiliares que según Molina (2016) “son aquellos materiales que contribuyen en el desarrollo de proceso de aprendizaje y sirven de apoyo para las actividades, técnicas y estrategias con la que se espera lograr los objetivos propuestos”. (p. 48). Por tanto, estos cumplen una serie de funciones en el quehacer educativo, y son de gran ayuda para facilitar el logro de los objetivos. Por tanto, estos deben ser empleados tomando en cuenta el objetivo que se desea alcanzar, puesto que tienen que tener estrecha relación entre el tema y el efecto del recurso didáctico para el logro de la asimilación por parte de los discentes.

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