PRÁCTICA DOCENTE. PLANEACIÓN

Después de realizar una dinámica de bienvenida, la maestra inicia la clase de matemáticas, retomando la clase anterior, recuerdan algunos datos importantes que hayan trabajo y que son la base para el tema del día, la forma en que lleva a cabo dicha retroalimentación es muy dinámica, realiza un juego, en el que, aquel alumno que pierda debe responder una sencilla pregunta previamente elaborada por la maestra, la cual aborda detalles que ya se han trabajado, es emocionante para los estudiantes hacer este tipo de actividades, como ya se sabe los alumnos disfrutan jugar, pero en esta ocasión el castigo les ayudará en el aborde del tema.

Como ya se mencionó la forma de trabajo de la maestra es muy dinámica, puesto que así lo exige el grupo, con la actividad anterior es como se diagnóstica a los alumnos, se puede observar claramente, quién o quiénes tienen ideas claras del tema, y quiénes aún no comprenden lo que se va a trabajar, existen alumnos con gran conocimiento sobre la lección a trabajar, también hay algunos que aún no tienen una idea clara, y sólo un 15% de los alumnos no tiene ni la menor idea de lo que la maestra está haciendo, el porcentaje mencionado son aquellos alumnos que presentan alguna dificultad para aprender (NEE) o que tienen problemas de asistencia regular, debido a situaciones en casa y/o familiares.

Para poder diagnosticar a los alumnos según su ritmo de aprendizaje y saber quiénes necesitan una atención más específica, la maestra realiza un examen al inicio del ciclo escolar (examen de diagnóstico), el cual permite saber el nivel de conocimiento que los alumnos traen del grado anterior, además hace un análisis minucioso de las observaciones realizadas en la cartilla del ciclo anterior, sin embargo a veces eso no es suficiente, así que durante todo el ciclo es necesario ir realizando algunas actividades que permitan canalizar a los alumnos dependiendo el nivel en el que se encuentren, las cuales consisten en actividades impresas y dinámicas que van a dar la pauta para conocer mejor el ritmo de aprendizaje de los alumnos, además que diariamente con las actividades cotidianas se puede observar a los alumnos y analizar su desarrollo, por lo cual es importante siempre estar pendiente de ellos, del mismo modo es necesario conocer un poco su historia familiar, puesto que esto también influye en gran medida en el desarrollo y proceso de aprendizaje del mismo.

PLANEACIÓN

Por lo mencionado anteriormente la maestra realiza dentro de su planeación actividades específicas para esos alumnos, las cuales son de dificultad menor, y se basa más en dibujos, fotocopias, material manipulable y de mejor comprensión para ellos, en el caso de los alumnos que constantemente faltan a clase, la maestra no puede hacer demasiado por ellos; ya que los padres de familia hacen caso omiso a sus peticiones, así como a los citatorios enviados; sin embargo hace siempre lo posible por atenderlos, orientarlos y sobre todo incentivarlos para que asistan con regularidad a la escuela.

La planeación es la parte medular del proceso enseñanza – aprendizaje, ya que a partir de ella se generan los ambientes adecuados para llevarlo a cabo, una planeación es más que una simple secuencia de actividades, es un proceso de análisis, el cual tendrá como principal objetivo guiar a los alumnos al conocimiento, tal y como lo menciona Jean Piaget el alumno presenta etapas de desarrollo y es en relación a éstas como debemos realizar las actividades, es decir hacer un trabajo en el que el maestro debe tomar en cuenta la etapa de desarrollo en la que se encuentran sus alumnos, las necesidades que presentan y el contexto en el que se encuentran; todos estos aspectos son importantes a la hora de diseñar una planeación, ya que de ellos depende que las actividades sean efectivas en su mayoría, cabe mencionar que no siempre se llevará a cabo la planeación tal y como se diseñó, puesto que durante el desarrollo de la misma pueden surgir algunos contratiempos y/o dificultades en el desarrollo de las actividades, lo cual se tiene que superar con el rediseño de las mismas u omisión de otras si es necesario.

La planeación la realiza semanalmente ya que lo considera más oportuno, además que día a día va realizando adecuaciones de acuerdo al avance o dificultad que los alumnos presenten en el desarrollo de las actividades.

El salón es lo suficientemente amplio para la cantidad de alumnos, sin embargo, la ubicación de los mismo considero no es la adecuada, ya que el pizarrón es pequeño y los alumnos deben concentrarse en medio para poder ver lo que en él se escribe, así que el resto del espacio queda libre y no se aprovecha en su totalidad, en embargo en ocasiones cuando la actividad a realizar lo amerita su utiliza la mayor parte posible del área.

EJECUCIÓN

Dependiendo la actividad a realizar hace uso efectivo del espacio, tal fue el caso de la clase de matemáticas en el que se encontraban abordando el tema de “La posición de las cifras” (U, D, C, UM), al principio el tema resultó ser de conocimiento y dominio de la mayoría de los alumnos, sin embargo conforme avanzaban en él, se notó cómo algunos no comprendían la ubicación y el nombre que recibe cada cantidad dependiendo el número de cifras que lleva.

La base de todo proceso enseñanza-aprendizaje son las estrategias que en él se emplean, ya que por medio de ellas se llegará al aprendizaje esperado. Es importante mencionar que las estrategias a utilizar deben ser las adecuadas en relación al contexto de los alumnos, así como a la etapa de desarrollo en la que se encuentran, del mismo modo es de vital importancia rescatar los conocimientos previos del grupo, por medio de las mismas.

Cabe mencionar que el proceso de enseñanza no es más que guiar a los alumnos a la adquisición de un aprendizaje significativo, es decir el maestro debe cumplir la función de ser un mediador del proceso, tal como se menciona a continuación;  la enseñanza es un proceso que pretende apoyar o, si se prefiere el término “andamiar” el logro de aprendizajes significativos^[1].

De acuerdo con Coll, Pozo, Sarabia y Valls (1992) los contenidos que se enseñan en los currículos de todos los niveles educativos pueden agruparse en tres áreas básicas: Conocimiento declarativo, Procedimental y Actitudinal.

La enseñanza debe considerarse como un proceso conjunto, es decir en el que se ven incluidos varios aspectos, no sólo constitucionales, sino también del contexto en el que se está llevando a cabo el proceso, ya que de ello depende que el desarrollo de las mismas resulte efectivo, es un cambio constante entre el educador y el educando; la enseñanza corre a cargo del enseñante como su originador; pero al fin y al cabo es una construcción conjunta como producto de los continuos y complejos intercambios con los alumnos y el contexto instruccional (institucional, cultural, etc).^[2]

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