Papel del fioterapeuta en salud

MARCO TEÓRICO

2.2. AUTISMO

Trastorno perplejo del desarrollo que afectan de 5 a 15 de 10,000 niños. (Autism Society of América - 2000), puede ser determinado por las siguientes siglas:

• Trastornos del Espectro Autista (ASD)
• Trastornos Persuasivos del Desarrollo (PDD)

Estos términos no son utilizados para describir un retraso en el desarrollo; más bien una diferencia o desviación del desarrollo en las áreas de comunicación, interacción social, y atención a los objetos.

ASD abarca PDD y además incluye Desorden de Rett, Desorden Desintegrativo de la Infancia, Síndrome de Asperger, y Trastornos Generalizados de Desarrollo -No Especificado de otra forma (PDD-NOS). Estos trastornos describen las diferencias cualitativas y cuantitativas en la habilidad de los niños para comunicarse, interactuar socialmente e interactuar con objetos y rutinas.

El uso del término Trastornos del Espectro del Autismo puede ser más preciso debido a que no se espera que ciertas habilidades de comunicación y juegos se desarrollen al momento de la evaluación inicial. Mientras que los niños pueden cambiar las etiquetas de diagnósticos dentro del espectro a través del tiempo, es probable que continúen incluidos dentro de ASD. (Autism Society of América - 2000)

2.2.1. DEFINICIÓN

El Autismo es un trastorno infantil del  Neurodesarrollo, antes de los 30 meses de vida del niño. Siendo definida por primera vez en 1943, por un psiquiatra austríaco llamado Leo Kanner, desde entonces se han realizado muchas investigaciones buscando la causa o conjunto de causas de esta alteración; siendo actualmente desconocidas.

Se da en 4 de niños de cada 10.000, siendo cuatro veces más frecuente en varones que en mujeres. La Sociedad América del Autismo (ASA), afirman que en la década de 1980 – 1990, los casos han aumentado en un 172%.

CAUSAS

No se ha establecido una única causa, las investigaciones actualmente se orientan hacia la genética, aunque otros mencionan algunos virus como posibles causas entre ellos la rubéola y el citomegalovirus. Así mismo el autismo es considerado con una enfermedad tanto de factores genéticos como ambientales; aunque no se sabe cuáles son las causas de forma concreta. (Creces, 2005).

Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins Hospital en Baltimore, basándose en estudios de mellizos, afirman que entre el 60 a 90 % de los casos, es de origen genético.  Eric Geschwind de la Universidad de California, en Los Angeles, anunció que confirmando estudios había ubicado algunos genes culpables en el cromosoma 17. Otros estudios recientes afirman que son varios genes, incluyendo dos que codifican para proteínas cerebrales, llamadas Neuroliginas, que están relacionadas con la transmisión del impulso nervioso.

También se considera como una causa prevalente a la mayor exposición a virus o vacunas (La Vacuna Triple), que en personas susceptibles, pudieran despertar algo en el cerebro, de origen congénito como la adquisición de infecciones durante la gestación. (Harris Coulter, 1990). Esta teoría fue invalidada por el número de niños vacunados ha disminuido significativamente sin que se constate una disminución paralela en el número de niños autistas diagnosticados.

El Mercurio emitido por algunas fábricas o estaciones eléctricas; como también el incremento de concentraciones de mercurio en los peces son también considerados como causales. Ya que un pequeño estudio realizado por el pediatra Amy Holmes, encuentra niveles bajos de mercurio en el pelo de pacientes con Autismo, en relación a niños normales, por otra parte, Jim Adams, ingeniero químico de Arizona, encuentra que los Autistas tienen tres veces más mercurio en los dientes que los niños sin trastorno en su desarrollo. Lo que da a pensar que pasa algo en el metabolismo o excreción del mercurio.

Relacionado con esto, Jill James de la Universidad de Arkansas, publicó en Diciembre del 2004, un estudio en el que encontraba que los pacientes Autistas, niveles elevados de Glutatión en la sangre, un compuesto natural que sería útil para combatir la intoxicación con mercurio.

Otros afirman que los Polifenoles Policlorinados (PCBs), cuyo uso ha estado prohibido desde el año 1970, pero que aún persiste en el ambiente y animales. Un equipo de investigadores dirigido por Tal Kenet de la Universidad de California, San Francisco, encontró que un tipo de PCB es capaz de producir un daño importante en la Corteza Auditora de las Ratas, que es el área cerebral que Procesa el Sonido y las Señales de acuerdo a su Frecuencia.

Predisposición genética al autismo. En las familias con un hijo con ASD, el riesgo de tener un segundo hijo con el trastorno es de aproximadamente el 5 %, o uno en 20.  

Las causas del autismo aún son desconocidas. Pero existen algunas teorías:

1. Las relaciones del niño autista, su entorno y medio social. Entre los años 50 y los 70 se creía que los hábitos de los padres eran corresponsables del autismo, en particular, debido a la falta de apego, cariño y atención por parte de madre-padre. Estas teorías han sido refutadas por investigadores de todo el mundo en las últimas décadas. El grupo de estudio para los trastornos del espectro autista del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Sanidad califica estas teorías como uno de los mayores errores en la historia de la neuropsiquiatría infantil.

2. Deficiencias y anormalidades cognitivas. Parece existir alguna base neurológica aunque no está demostrada.

3. Ciertos procesos bioquímicos básicos. Se ha encontrado un exceso de secreción de Serotonina en las plaquetas de los autistas. Los niveles anormales de serotonina puede ser causa de una interrupción del desarrollo cerebral normal por defectos en los genes que controlan el crecimiento cerebral y que regulan la comunicación neuronal, posiblemente debido a la influencia de factores ambientales sobre la función genética.  

Coulter en 1985 ha reunido evidencia la causal del autismo inducido por encefalitis, el daño cerebral.

En algunos casos, desórdenes tales como el síndrome del X frágil, síndrome deleción 22q13, síndrome de Rett, esclerosis tuberosa, fenilcetonuria no tratada, rubéola congénita síndrome de Prader-Willi o trantorno desintegrativo infantil causan comportamiento autista, y podrían diagnosticarse erróneamente como Autismo.

Las neuronas espejo realizan las mismas funciones que parecen desarboladas en el autismo. Ya que muestran menoscabada la actividad de sus neuronas espejo en el giro frontal inferior, una parte de la corteza premotora del cerebro; quizás ello explique su incapacidad para captar las intenciones de los demás. Las disfunciones de las neuronas espejo en la ínsula y la corteza cingulada anterior podrían responsabilizarse de síntomas afines, como ausencia de empatía, los déficit en el giro angular darían origen a dificultades en el lenguaje.

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