Pedagogía General Básica
Enviado por mariool • 6 de Diciembre de 2012 • Tesis • 2.390 Palabras (10 Páginas) • 490 Visitas
Nombre: Mario Olave rivera.
Carrera: Pedagogía General Básica.
200 - 1
Ramo: Currículo & Evaluación.
Profesor: Bernardo Sèves.
Fecha: 23 Junio 2011.
Una de las tantas cualidades o características del ser humano, es que biológicamente este es un ente mamífero, lo que significa que este permanece generalmente nueve meses dentro de la placenta uterina, ligado a su madre a través del cordón umbilical, es decir que desde la matriz los seres humanos dependemos de alguien más para llegar a alcanzar nuestro básico desarrollo.
Posteriormente al parto o dar a luz, mediante la crianza o formación que se nos da, ya sea con valores, estudios, moral, etc. Los seres humanos alcanzamos una integridad -asociada a una identidad mediante procesos naturales de maduración- que logra soltar los cabos de los grilletes de ciertas dependencias inherentes a la falta de identidad y discernimiento o carencia de conciencia de sí mismo y/o de lo que nos rodea.
Al desarrollar esta noción de nuestra existencia se logra la capacidad de libre elección la cual podemos asociar a lo que llamamos autonomía, es decir que un sujeto o sujeta disponga libremente de sí mismo/a, para decidir que vía seguir, que postura adoptar, como, cuando, cuanto y donde desenvolverse o como quiera que se llame a la toma de decisiones.
La autonomía nos ayuda a no doblegarnos al momento de decidir, ya que ligado a esta subyacen los concretados cimientos de quien rige e impera sobre sí mismo, todo esto es fundamental para quienes han decidido tomar las riendas de suscitar el conocimiento en la sociedad para que esta logre comprender, conocer y desenvolverse con el mundo. Este es el caso de los docentes quienes espontáneamente son capaces de deliberar sobre toda acción que se presenta en los centros educacionales.
Pero muchas veces esta libertad de resolución se disfraza con una verdad dogmática establecida y prescrita por otros, incitando respuestas para toda acción en conformidad de lograr los objetivos primordiales de quienes sitúan por sobre las sociedades un principio imperante. En verbigracia se puede citar un animal doméstico como el perro quien muchas veces depende de su amo para su subsistencia, el cual en ocasiones lleva una soga al cuello, en este caso una soga muy extensa la cual le permite circundar al perro en un amplio espacio consiguiendo que este haga una “vida normal” dentro de los parámetros que se le quiere dar, dándole la noción de independencia. Pero el perro nunca estuvo libre, tuvo espacio que es distinto, ya que siempre estuvo atado.
Esto mismo ocurre con el marco para la buena enseñanza, cual disimula tal almanaque educacional como flexible o depositante de albedrío en cuanto al desempeño docente (la misma libertad que se le hace creer al perro) pero su único objetivo es lograr cumplir el nivel macrocurricular creado por el ministerio nacional de educación para así lograr la educación envasada que este promueve ( la cual hay que inferirla), por ende una sociedad instruida sobre la homogeneidad, es decir, seguir tales parámetros conlleva a una educación, un sujeto, un solo pensamiento, lo que significa dejar fuera la reflexión y todo cuestionamiento de lo que sucede y nos rodea.
Tales criterios son identificables o semejantes al modelo de profesorado como técnico ejecutante, el cual se caracteriza por ser un subordinado de los niveles más altos de conocimiento o de aplicación teórica, en este caso si lo relacionamos con el marco para la buena enseñanza, este sería el jerarca y el profesorado como técnico ejecutante seria el subordinado, ya que este es un mero reproductor de la educación como disciplina, la que implica que toda gestión educacional este enclaustrada y sistematizada bajo el alero de este enmarcamiento para la educación.
Esto significa que el concepto de autonomía se torna ilusorio por la ya encasillada labor del profesor en el centro educacional.
El modelo de profesor como técnico ejecutante, basa su enseñanza sobre el conocimiento empírico analítico cuya acción técnica sobre los objetos se torna con el objetivo de la obtención de resultados óptimos, el técnico ejecutante trata de montar estos mismos procedimientos sobre los seres humanos en este caso sobre sus estudiantes, buscando los mismos efectos que estos obtienen al aplicarlos sobre objetos cuyos resultados son predeterminados.
Este prototipo de enseñanza no discrimina que así como cada ser humano es único, cada instancia o acción que este provoca también es única, lo que significa que para cada acción se debe generar una resolución, de tal manera no existe índice al cual acudir que sea capaz de abarcar en totalidad acciones coherentes con la educación.
También podemos darnos cuenta que al profesorado como técnico ejecutante denota una incapacidad de activar los conocimientos previos de sus alumnos, por lo tanto genera una dependencia a lo que sugiera su quehacer como docente, es ahí donde estaría acudiendo a una guía de como desenvolver en parte su misión, es decir acudiría al marco para la buena enseñanza para regir sus técnicas de aplicación del conocimiento, por ende el técnico-ejecutante no toma conciencia de las finalidades de la educación, el solo se dedica a repetir sistemática y estratégicamente una y otra vez los contenidos, tal máquina de torno produce una y mil veces la misma pieza cuyo modelo sirve para una determinada labor. El técnico ejecutante sería el encargado o la matriz encargada de producir aquellos engranajes que posibilitan y que el sistema necesita para poner en marcha su movimiento.
El marco para la buena enseñanza prescribe un articulado, pero paramétrico conjunto de características a seguir para lograr una resolución en problemáticas que se creen susceptibles a ocurrir en centros educativos, lo que nos da a entender que quienes diseñan las bases del currículo ven el desempeño estudiantil como solo un sinnúmero de logros y resultados.
Todas estas medidas y cuantificaciones nos revelan la carencia de reflexión sobre la educación y como hemos notado en nuestro corto proceso de formación docente la reflexión es un proceso inherente a la educación.
Entonces notaremos que esta metódica noción de lo que es la educación converge con la rutinaria y objetivizada percepción que adquiere el técnico ejecutante con respecto a lo que a este lo rodea, adoptando tal postura de resultados sobre sus estudiantes.
Esta manera de ver la educación es estática e inmutable a través del tiempo, ya que los contenidos educativos entregados a los estudiantes son dogmáticos y perpetuos en la vida de los estudiantes, lo que provoca una especie de cosmovisión estancada o un oscurantismo, ya que les hacen creer que
...