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1. TEMA:

Plan de nutrición contra la desnutrición neonatal.

1.1 ANTECEDENTE:

Los problemas de desnutrición en el feto a causa del embarazo son cada vez más frecuentes en el mundo; en unos casos por la falta de ingesta de alimentos y en otros casos por una dieta inadecuada. Dentro de los trastornos de la nutrición nos encontramos con la desnutrición y con la obesidad. La desnutrición sobreviene cuando la cantidad disponible de energía o proteína es insuficiente para cubrir las necesidades orgánicas. Cuando las fuentes de energía (proteínas) son limitadas se produce una respuesta adaptativa a corto plazo. La desnutrición es la enfermedad provocada por el insuficiente aporte de combustible (hidratos de carbono - grasas) y proteínas. Según la UNICEF, la desnutrición es la principal causa de muerte de lactantes y niños pequeños y en gran parte de la materna en países en desarrollo.

Las causas de desnutrición se deben en general a deficientes recursos económicos o a enfermedades que comprometen el buen estado nutricional. El estado nutricional en condiciones normales es la resultante del balance entre lo consumido y lo requerido, lo cual está determinado por la calidad y cantidad de nutrientes de la dieta y por su utilización completa en el organismo.

De esta forma, el equipo de UNICEF comenzó a pensar que la alimentación materna como un factor de riesgo para analizar, ya que vendría hacer la principal causa a una desnutrición en el feto, por ser la madre la que transmite toda clase de nutriente al feto ya sea de manera favorable o no. Se considera necesariamente que los nutrientes que consume la madre durante el embarazo son claves para el desarrollo favorable del bebe.

Durante el primer trimestre, la síntesis de los tejidos fetales impone demandas no muy considerables a la nutrición de la madre en virtud del pequeño tamaño del embrión/feto. En cambio, los últimos tres meses son un período de notorio crecimiento fetal cuando se presenta la mayor proporción de acopio de fuentes de energía y minerales en el feto. En consecuencia, conforme avanza el crecimiento del bebé durante el segundo y el tercer trimestre, las necesidades que tiene la madre de ciertos nutrientes muestran un gran aumento siendo las principales en calorías, proteínas y minerales (calcio, fósforo, hierro, zinc, yodo, magnesio, selenio), así como vitaminas (A, D, E y C, ácido fólico, tiamina, riboflavina, piridoxina, niacina y vitamina B12). Ya que está comiendo por dos, necesitará incrementar el consumo de proteínas y calorías (energía), así como ciertas vitaminas y minerales tales como ácido fólico y hierro. Así también, deberá evitar ingerir mariscos crudos, leche y queso sin pasteurizar que pudieran dañar a su bebé.

La desnutrición se relaciona frecuentemente con anemia la cual es crónica y agudizarse en abortos o desprendimientos placentarios. Significa que el cuerpo de una persona no está obteniendo los nutrientes suficientes. Esta condición puede resultar del consumo de una dieta inadecuada

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