Politica Educativa
Enviado por josevangeles • 3 de Agosto de 2013 • 1.656 Palabras (7 Páginas) • 235 Visitas
El hombre es técnico desde que aprendió a manipular el fuego y tecnológico desde que aprendió que con dos piedras y una rama saca, si se frotaba fuertemente se generaba el fuego.
El hombre es político desde el mismo momento que, junto a otros hombres estableció dinámicas tribales, ejerció algún tipo de organización elemental en lo social, que atribuía roles diferenciados y funciones específicas a cada uno de sus miembros.
A partir de allí, pasando por la rueda y cuanto instrumento para cazar y abastecerse de los elementos que necesitaba y le facilitaban actividades necesarias para su supervivencia, la ciencia y la tecnología, y las divisiones de funciones y tareas asignadas de formas diferenciadas entre los integrantes de las primeras comunidades humanas, ciencia, tecnología, técnicas, política y educación, como forma de transmitir esos conocimientos y esas formas de organización de generación en generación, han sido parte de la vida cotidiana de todos y cada uno de los seres humanos de este planeta, con diferentes formas, importancias, valoraciones y connotaciones culturales universos mentales e imaginarios colectivos que les asignaban sentidos y pertenencias.
Lo sustancialmente particular y propio de estos tiempos, es precisamente la fragmentación, Hablar de educación, política, tecnología, es fruto de una cultura y un sistema social que hizo culto de la fragmentación para alcanzar niveles de comprensión, conocimiento y dominio de lo natural, de las experiencias técnicas, de los conocimientos científicos, como base de un sistema de producción
diseñado para que muy pocos tomen decisiones y concentren beneficios.
En este contexto fragmentario, la educación surge como proveedor de conciencias mínimas, en los sentidos de aceptación pasiva de "Como son las cosas" y capacidades mínimas que permitan contar con mano de obra para las distintas jerarquizaciones en las que, siguiendo ese esquema fragmentario, se escalonaron las actividades productivas y de servicios, otorgando rangos de valor a cada acción o cada mercado por sobre otro u otros.
He aquí la otra caracterización de estos tiempos: La jerarquización. Fragmentación y jerarquización han impregnado y determinado todo el sistema organizacional de las sociedades Capitalistas, a partir de la primera revolución industrial y, obviamente, establece rangos de bienestar en torno al consumo y al menor esfuerzo y la máxima renta o beneficio.
Los jerárquicamente inferiores deberán esforzarse al máximo, para consumir lo necesario y acceder a pocos bienes y servicios con muy poca capacidad de ahorro, en la medida que los ahorros aumentan podemos aspirar a ese ascenso jerárquico que nos permitirá acceder a más beneficios con menos esfuerzo.
La realidad que la misma lógica de competencia que subyace en estas formas lleva a concentraciones que hacen las diferencias entre los más y lo menos, cada vez más amplias y la imposibilidad real de acceder a condiciones de bienestar mayores, provoca un sin fin de situaciones que tergiversan el modelo ideal, visto como bueno y superador de las dinámicas diferentes de señores y esclavos de los tiempos feudales anteriores a la revolución industrial.
Esto viene a cuento de que entiendo un error plantear desde una ubicación fragmentaria, en este caso desde el educador o la educación en general, si le son necesarias para desarrollar sus funciones o tareas, las otras áreas, que definen la estratificación de la sociedad.
A mi modesto saber y entender todas las partes tienen que ver con el todo, la verdadera pregunta que deberían hacerse desde la educación, quienes ejercemos de alguna manera el rol de educadores, es no si necesitamos de la tecnología y la política para cumplir nuestro rol social, sino más bien, ¿cómo, desde nuestras acciones y opciones, aportamos a fortalecer fragmentaciones y jerarquizaciones o aportamos a modificaciones profundas, de modos críticos y dialógicos,
que buscan transformaciones más integrales de las realidades sobre las que ejercemos nuestros roles y funciones y participamos como actores consientes de la construcción social de la realidad? planteado de esta manera, toda relación humana con la naturaleza y con las acciones sociales que la modifican, transforman o utilizan para su desarrollo adquieren una dimensión distinta, mental y conceptualmente diferente de lo que se trata en realidad es desmitificar, por un lado, la cuestión ambiental como algo que nos es dado sin más y que no debe o debe ser modificado lo menor que sea posible por las facultades cognitivas y creativas del hombre.
Esto nos vuelve a condiciones para la que no estamos preparados como especie, toda vez que nuestra capacidad de razonamiento para conocer y dominar
nuestro entorno es lo que nos ha permitido la supervivencia como especie, con respecto a otras claramente superiores en estado natural. (Toda civilización humana necesito agregarse y establecer algún tipo de organización comunitaria, ya que el individuo aislado no puede sobrevivir y procrearse de ninguna forma) Y por otro lado, la comprensión de que las formas gregarias actuales son extremadamente peligrosas para esa misma supervivencia que se supone es el objeto último y primero de la agregación.
Estos peligros se ciernen en las matanzas de hombres por otros hombres, justificadas en las condiciones sociales del presente y en hombres
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