Políticas de la educación inclusiva

ACTIVIDAD 3. TEMA 1

Mi conclusión.

Políticas de la educación inclusiva.

Sin lugar a dudas uno de los retos más grandes e importantes de la escuela es lograr una educación para todos, lo cual no es posible si no se fortalecen las políticas relacionadas con la inclusión.

El sistema educativo ha logrado integrar a las escuelas a los niños que tienen necesidades educativas especiales, sin embargo queda mucho por hacer en cuanto a inclusión, la cual no sólo se refiere a que los alumnos se encuentren en un espacio físico como lo es la escuela, esta incluye además la adaptación curricular y llevar a cabo diferentes propuestas de enseñanza, para que todos los niños puedan acceder al conocimiento; logrando desarrollar al máximo todas sus potencialidades independientemente de su ritmo, estilo y formas de aprendizaje.

Necesitamos escuelas que tengan el compromiso y responsabilidad de incluir a todos; que respondan a la diversidad; que sean ellas las que se adapten a los niños y no los niños a la escuela.

Si queremos lograr una educación de calidad es de vital importancia que incorporemos una educación diferenciada que atienda las necesidades de los educandos.

Para lograr este cometido es necesario transformar el sistema educativo, la mentalidad y las actuaciones de todos los miembros de la comunidad educativa.

El estado debe crear políticas para lograr todos estos desafíos; más que crear nuevas escuelas o preparar maestros de educación especial deben generar entornos inclusivos dentro de las escuelas regulares.

Es muy fácil y bonito hablar de inclusión, pero es muy difícil llevarla a la práctica de manera efectiva.

 TRABAJEMOS ARDUAMENTE PARA SUPERAR ESTE ENORME DESAFIO DE LA EDUCACIÓN.

Apostar por el desarrollo de las competencias profesionales, es apostar por la educación.

Ensayo especificando cuales aspectos que hemos revisado en el módulo, organizas con frecuencia tu formación profesional.

Introducción.

Como profesionales de educación tenemos el compromiso permanente de enriquecer nuestro quehacer pedagógico, para poder hacer frente a los nuevos desafíos y reconocer los logros o áreas de oportunidad, pues sólo así lograremos la excelencia que persigue la escuela. Tenemos la obligación de ser maestros competentes, entendiéndose por esto la capacidad de saber hacer de la mejor manera nuestro trabajo. Para poder cumplir con esta responsabilidad es necesario que estemos bien preparados para afrontar todos los problemas o situaciones que se nos presentan en el quehacer educativo.

Una de las competencias que condiciona el buen desempeño de nuestra labor es sin duda la organización de nuestra propia formación continua, ya que al hacerlo estamos desarrollando otras, que inciden directamente en la enseñanza aprendizaje de los alumnos.

El mundo esta en constante cambio y movimiento, al igual que en la educación surgen nuevos paradigmas, enfoques y situaciones diferentes. Para poder estar a la vanguardia y saber como responder a las nuevas exigencias que surgen día a día, es de vital importancia que los docentes tengamos una formación continua.

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