Posicionamiento (PR2)

A continuación se realiza un análisis sobre las desigualdades que se proyectan en la película, El odio, de nacionalidad francesa la cual fue dirigida por Mathieu Kassovitz en el año 1995. 

La película se ubica en Paris, Francia a finales del siglo XX  y relata su sociedad más marginal mediante la visión de tres jóvenes de nacionalidad francesa pero de diferentes razas: un judío, un árabe y un negro. La diversidad de las culturas nos muestra tres maneras diferentes de afrontar las situaciones que viven los personajes, así como sus diferentes formas de vida en un mismo gueto de misma condición.

Vinz, Saïz y Hubert son amigos y los tres viven en Les Muguets, un barrio marginal de París bajo la discriminación y los abusos de la autoridad y medios de comunicación. Muchos viven del trapicheo como Hubert, hay conflictos diariamente y la supervivencia depende de la picardía. Tras una revuelta nocturna en Les Muguets un chico árabe es victima de una paliza propiciada por la autoridad del barrio lo que lleva a Vinz, ya cansado, a robar una pistola a uno de los policías para cambiar la situación de aislamiento en la que vive el barrio asegurando matar a un oficial si su amigo moría. A partir de este momento los tres personajes se enfrentan a conflictos peligrosos y transcendentales motivados por el odio a la autoridad.

La primera desigualdad a resaltar es la jurídica, la película se desarrolla en base al odio de los personajes, sobretodo de Vinz, hacía la autoridad por la brutalidad con la que actúan contra los marginados. Esto queda reflejado en una de las primeras escenas cuando tras una revuelta nocturna en Les Muguets la policía saquea violentamente a Abdel, un joven del barrio quedando a las puertas de la muerte. También queda reflejado en la escena en la que Saïd y Hubert acaban en una comisaria de París simplemente porque son de otra clase y es un punto fácil al que atacar, tanto es así que uno de los policías dice: “alomejor dentro de dos horas han salido, hay que aprovechar…no me importaría cargármelos”. Su abuso va más haya y antes de soltarlos les maltratan física y sobretodo psicológicamente. El comentario de uno de los policía a otro que está aprendiendo el oficio demuestra el poco respeto y la superioridad con que la autoridad trata a los desfavorecidos: “lo más difícil es no pasarse, pero es que no puedo”. En la misma escena se observa la desigualdad racial tras los comentarios racistas de uno de los policías: “con las ganas que tengo de arrancarle los ojos a un negro”.

La siguiente desigualdad es la geográfica-urbanística, esto queda reflejado en el barrio donde viven Vinz, Saïz y Hubert rodeado de edificios graníticos, azoteas, descampados, plazas abandonadas y túneles entre otros, todos ellos en un estado bastante deteriorado a consecuencia de los estropicios que propician los jóvenes donde pasan el mayor tiempo de sus días para trapichear, sobrevivir y convivir. El cambio todavía es más abrupto cuando los tres jóvenes salen del barrio para ir a París donde nada tiene que ver, se trata de la ciudad de ensueño donde todo esta en orden, incluso la policía es amable. Los tres jóvenes quedan sorprendidos una vez llegan a un piso de París, Saïz comenta: “esto no es un piso, es un castillo”.

Otra de las desigualdades que se observan en la película gira entorno a la educación algo muy ligado con la desigualdad laboral, así pues los personajes no trabajan ya que en su gueto no tienen oportunidades laborales por lo que estudiar lo ven como una perdida de tiempo ya que si acceden a trabajos, por supuesto fuera de su barrio, serán puestos laborales muy poco remunerados. Los jóvenes del barrio se pasan todo el día en la calle lo que explica que muchos de ellos caigan en la droga, esto se puede observar en una escena de un parque del barrio cuando la cámara enfoca unas jeringuillas usadas para pincharse droga. El contexto en estos barrios explica que los niños no vayan a escuela pues las personas que les rodean tampoco lo hacen. Hubert es el único al que le preocupa su futuro y el de su madre la cual supone un lastre más, esto explica que tenga que conseguir dinero trapicheando. Sobrevivir en un barrio marginado depende de la picardía fruto de la experiencia, de las vivencias aprendidas en la calle, Huber le pregunta a Sinz si va a matar a el policía cuando este le contesta: “¿crees que hay otra forma de hacerse respetar?”. El problema de educación también se refleja una vez los jóvenes llegan a París y empiezan a discutir sobre los problemas que acarrearía si mataran al policía cuando Hubert le dice a Vinz “si hubieras ido al colegio sabrías que el odio atrae al odio” cuando este le contesta “no he ido al colegio yo soy de la calle y me han enseñado que si pones la otro mejilla te dan por el culo”. En este caso se puede observar los valores que  proporcionan ir a la escuela, esto se refleja normalmente en la capacidad de inadaptación y en la capacidad de poseer una mente abierta pero quien no va a la escuela no tiene esperanzas no conocen nada mas hayá de lo que ve y lo que los jóvenes de estos barrios ven son peleas continuamente y una vida violenta, no conocen que hay más hayá y lo ven imposible de alcanzar.

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