Primer Entore Vacuno
Enviado por ljcuevas • 25 de Agosto de 2011 • 1.665 Palabras (7 Páginas) • 667 Visitas
Primer Entore
Es común en los rodeos de carne que las vaquillonas no paran hasta los tres
años. Bajo tales circunstancias no se explota el potencial de las razas que
llegan temprano a la pubertad ni se incentiva la selección por este rasgo. El
entore temprano en la vida de la hembra es de gran importancia económica, ya
que aumenta la eficiencia del rodeo.
La meta al entorar vaquillonas es hacerlo como máximo a los dos años (25-27
meses), y en los casos en que sea posible, anticiparlo a los 15 meses. En esta
forma se logra una vida útil del vientre de 6 a 7 años (6 a 7 perío-dos de entore)
y en ese lapso se producen 5 a 6 terneros.
Vaquillonas de 15 meses para entore
Comparando la productividad de por vida de los vientres que dan cría por
primera vez a los dos años (entore 15 meses) frente a los que lo hacen a los
tres años (entore 2 años), Rovira (1974) encontró en vacas Hereford que
cuando habían llegado a los 6,5 años de edad, el grupo que había parido por
primera vez a los dos años produjo 4,4 terneros por vaca, mientras que el que
lo había hecho a los tres años por primera vez, produjo 3,3 terneros por vaca.
Producción hasta los 10 años de edad de vientres con primer parto a
los 2 y a los 3 años de edad (Adapt. de Rovira, 1974).
Con el entore anticipado se logra un aumento de la eficiencia del stock del
rodeo, ya que se elimina una cate-goría de vaquillonas improductivas y se
pueden reemplazar por vientres productivos, con lo que obtendremos un 10 a
15 % más de terneros.
Cuando la primera parición se produce a los dos años, es factible obtener un
ternero más por vaca en su vida útil como vientre. La factibilidad de esto está
sujeta al nivel alimenticio y al cuidado al primer parto que se brinde a las
vaquillonas entoradas precozmente.
No hay diferencias de peso entre las vacas adultas que han parido por primera
vez a los dos o a los tres años si han recibido una adecuada alimentación.
Las vacas que han parido por primera vez a los dos años, en un rodeo bien
manejado, tienen en cada parición un porcentaje mayor de procreo, que puede
oscilar en un 5 % . Esto significa que las vacas entoradas precozmente
son más productivas de por vida que las paridas por primera vez a los 3 años,
lo que se explica porque la mayoría de las terneras que conciben a los 15
meses son aquellas mas grandes y desarrolladas que por lo general han alcanzado
la pubertad a una menor edad. Es decir, que la relación positiva
existente entre velocidad de crecimiento y fertilidad actuará durante toda la vida
productiva de la hembra. Por otra parte, las vaquillonas que dan cría más tarde
en su vida, tienen mayor propensión en todos sus partos a parir un mayor
número de terneros muertos.
Los vientres entorados precozmente por primera vez tienden en el promedio de
todos sus partos a destetar ter-neros más pesados que las vacas que paren
por primera vez a los tres años. Esto se debe a que las hembras entora-das
precozmente producen mas leche en sus lactancias posteriores, compensando
el mayor peso de los destetes en esas lactancias el menor peso destete del
primer ternero.
Cuando se trabaja con vaquillonas, la edad cronológica se debe corresponder
con la fisiológica, hecho que en nuestro país en gran parte de los casos no
ocurre, porque cronológicamente las hembras son adultas (2-3 años) pero
fisiológicamente vienen atrasadas porque no han desarrollado por mala
alimentación.
Por lo tanto, al entorar vaquillonas por primera vez, se debe estar seguro que
presenten un desarrollo adecuado y que no solo hayan tenido celos, sino que
estén ciclando normalmente en forma regular. Este aspecto cobra ma-yor
importancia en el entore precoz a los 15 meses.
Es importante que las vaquillonas queden preñadas lo más rápidamente
posible durante el entore, a fin que al año siguiente den cría al principio de la
estación de parición y tengan tiempo suficiente para reiniciar su actividad
sexual mientras estén en servicio. El hecho que las vaquillonas comiencen su
primer entore con el desarrollo ade-cuado, permite que la mayoría de ellas
queden preñadas en su primer celo y no al final del período de entore.
Un nivel nutritivo inadecuado o insuficiente impide que muchas vaquillonas, por
no entrar en celo, tomen servicio.
En caso de alimentación irregular, muchas terneras que manifiestan la
pubertad a una edad relativamente tem-prana, luego no continúan ciclando. En
muchos casos transcurren dos o mas meses entre el primer y segundo celo. Es
decir, que es muy importante que las terneras hayan entrado en celo por
primera vez, pero lo es más el que hayan establecido ciclos estrales normales.
Los pesos mínimos ya vistos para el comienzo del entore (270 Kg para entorar
a los 15 meses y 290 Kg para entorar a los 2 años) permiten obtener altos
índices de preñez inmediatamente de iniciado el período de entore. Una vez
alcanzado el peso adecuado compatible con una eficiencia reproductiva
normal, por el hecho que las va-quillonas sean más pesadas, no va a mejorar
la fertilidad. Si no llegan a los pesos mencionados, no significa que no se
puedan entorar, ya que durante el entore (primavera-verano) van a seguir
aumentado de peso por realizarse el mismo en una época en que normalmente
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