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Problemas Del Artico


Enviado por   •  16 de Julio de 2014  •  2.548 Palabras (11 Páginas)  •  531 Visitas

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MONOGRAFÍA DE AMBIENTE, DESARROLLO, Y SOCIEDAD: EXPLOTACIÓN DE RECURSOS EN EL ÁRTICO

Esto es una alarma real: el Ártico se derrite. El volumen del hielo en el polo norte se redujo un 36% en la temporada de otoño y 9% en la de invierno entre los años 2003 y 2012. Se ha comprobado que el calentamiento global no solo derrite el hielo sino que también está calentando el océano Ártico y las tierras que lo rodean. Las estaciones están cambiando, hay invasión de nuevas especies y las que son autóctonas se esfuerzan por sobrevivir, los lagos desaparecen y los ríos se están redirigiendo por el paisaje que se derrite. Y esto no es algo momentáneo, estamos hablando de un declive acelerado que no se podrá regular si no se toman medidas drásticas urgentemente. El problema es que mientras que hay gente que mira al Ártico con horror ante la veloz reducción de éste (que es uno de los componentes claves del sistema que apoya la vida en el planeta), también hay quienes anticipan con ansiedad los recursos sin explotar por su previa dificultad para conseguirlos, ya que yacen bajo la nieve y el hielo, este hielo que está desapareciendo.

En este ensayo voy a desarrollar todas las consecuencias posibles de los distintos problemas que ocurren en el Ártico tanto ambiental como política y socialmente, en base al calentamiento global, la extracción del petróleo, y las distintas corporaciones y Estados que quieren apoderarse de este territorio tan importante para la vida en la Tierra.

¿Qué sucederá si se explota indiscriminadamente el Ártico?

El hielo refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco al planeta y estabiliza los sistemas meteorológicos. Actúa también como aislante de la temperatura del Mar Ártico. Por ello, lo que sucede en el Ártico repercute a nivel global. Por tanto, proteger el hielo significa protegernos a todos nosotros.

Según algunas estimaciones, la región puede tener alrededor de un 13 por ciento del petróleo aún no descubierto en el mundo, así como un 30 por ciento de los yacimientos de gas, y gran cantidad de recursos minerales. El calentamiento global acrecienta la posibilidad de su acceso, y además, paradójicamente, su explotación agravaría los efectos del calentamiento. Esto se produce ya que la extracción de petróleo supone una liberación de más gases de efecto invernadero, que volverían a alimentar el cambio climático, produciendo más calor y más deshielo. Además, nos arriesgamos a sufrir un vertido de petróleo que sería imposible de atajar en las condiciones extremas de la región, y pondría en peligro su delicado ecosistema. En cuanto a las consideraciones ambientales para explotar estos recursos, se unen las sociales y políticas. El Ártico es habitado por cuatro millones de personas. Un 15% de la población lo constituyen las tribus indígenas, que tienen derecho a los recursos naturales de la tierra en la que habitan, que además les pertenece legalmente. Y a pesar de todo, los analistas y expertos afirman que la idea de la explotación del Ártico va a ser cada vez más común en los próximos 40 años, en función de la aceleración del deshielo.

En definitiva, el derretimiento de los hielos a causa del calentamiento global puede ser empeorado por la explotación de los recursos que estos tienen. Esto provocaría que menos calor solar dirigido hacia la tierra sea reflejado, agravando la situación de calentamiento acelerado del planeta; y no es necesario desarrollar todas las predicciones que hay acerca de las consecuencias del calentamiento global y el efecto invernadero. Pero sí hay que tener en claro que esta explotación indiscriminada sería un camino aún más rápido para que esto suceda.

Un ejemplo de lo que puede pasar: la catástrofe del Exxon Valdez de 1989

Las estadísticas dicen que la catástrofe del petrolero Exxon Valdez, en 1989, no fue la peor en cuanto a la cantidad de crudo derramado. Aun así, sus consecuencias fueron catastróficas. Ocurrida en medio de un paraíso de la fauna y la flora, en Alaska, la colocó en el centro de la atención mundial. A más de dos décadas de aquel desafortunado episodio, el escenario del incidente sigue siendo un paraíso perdido y, por ahora, irrecuperable.

La bahía de Prince William es uno de los parajes más idílicos de los EE.UU. e integra en su mayor parte el Parque Nacional Bosque de Chugach, que atrae a miles de turistas cada verano para observar su fauna y flora de belleza única; y en el 24 de marzo de 1989, cinco minutos después de la medianoche, el petrolero "Exxon Valdez", recién salido del puerto y cargado con 1,26 millones de barriles de crudo, intentando evitar los hielos flotantes colisionó contra el arrecife Bligh.

Profundas roturas en su casco desataron uno de los más graves derrames de petróleo de la historia por sus consecuencias. La mayor parte del derrame se produjo durante las primeras 8 horas después del accidente. En la primera media hora, el Exxon Valdez derramó al mar unos 115.000 barriles de crudo. Para las 6 de la mañana, el derrame ya era de 215.000 barriles. En total, se perdieron unos 260.000 barriles.

Algunas de las consecuencias de este desastre fueron la muerte de unas 250.000 aves marinas y alrededor de 2.800 nutrias de mar. Otros animales afectados fueron las poblaciones de focas, salmones rosados, orcas y águilas calvas, sin contar las pérdidas en invertebrados y animales pequeños. Otra víctima de la tragedia fue el estilo de vida de los pueblos de la región. En una encuesta que fue publicada 10 años después del accidente, entre el 50% y el 80% de los pobladores había cambiado sus hábitos para sobrevivir.

Hoy, a veinticinco años del accidente, la región sigue absolutamente contaminada. En conjunto, la devastación ecológica que provocó el derrame fue inmensa, contaminó 44.000 kilómetros cuadrados de superficie oceánica y más de 1.900 km de la costa de Alaska.

Las técnicas para acelerar la degradación de los hidrocarburos fueron desde suministrar grandes cantidades de nitrógeno y fósforo a las regiones contaminadas, hasta sacar con palas la arena y las rocas. Pero a pesar de los esfuerzos, todavía hay restos de petróleo hasta en algunas de las playas contaminadas por el accidente.

Este episodio muestra una visión de lo que puede ser provocado no por el calentamiento global ni ningún otro fenómeno natural, sino exclusivamente por el hombre y su codicia. Se perdieron especies, se arruinaron ecosistemas, los habitantes tuvieron que cambiar su estilo de vida, y hoy en día el lugar sigue siendo inutilizable y no apto para vivir. No se sabe ni siquiera cuándo se podrá revertir el efecto de este desastre.

¿Qué más está ocurriendo hoy en día?

Por otra parte, saliendo de los

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