RELATOS DE CLASE Y CONLUSION

1. Redactar dos relatos de clase :

.En una de las tantas clases de didáctica, la profesora comenzó leyendo “la función del arte” de Eduardo Galeano. No comenzó dando teoría, ni conceptos o simplemente narrar los temas que debíamos ver en esa clase (como acostumbraba a ver en cada clase de primaria y secundaria).  Resultó que sí vimos el tema de dicha clase por más que la introducción haya sido distinta.

El empezar la clase con una estructura diferente y además diversas actividades, en caso personal, fue una construcción constante de conocimientos. También gracias a la actividad de ese día fue la primera vez que hable en público y acoté  mi punto de vista del tema que se debatía.  Pude expresar mi pensamiento crítico y a la vez reflexivo, y así siguió el debate agregando problemas y soluciones al tema a tratar.

.Nunca había cursado en una misma aula con alumnos de otros departamentos del Joaquín, como es en la cátedra de didáctica. La experiencia de interactuar con estudiantes que estudien psicología, matemáticas, ingles, historia, etc., al principio ni siquiera se me cruzó por la cabeza lo rico que podía ser el hecho de intercambiar ideas conociendo otras disciplinas, sus autores, sus distintos puntos de vista y el por qué, los distintos métodos y a demás la unión de las distintas asignaturas de cada carrera. Integrando en la clase de didáctica las variedades de conceptos aprendidos,  desligándose  de ser estanca/independiente cada materia.

1. Autoevaluación:

.Al principio del año, durante los primeros meses, no iba a ritmo respecto al material de lectura de  cátedra. No leí los textos de las primeras clases ya que por lo general los profesores tienden a tomar trabajos, preguntas de cada texto, y castigando al que no haya leído. Al observar el distinto manejo de la profesora, me confié en no llevar al día los textos.

Tampoco aportaba o hablaba en los momentos que se discutía sobre un tema específico dado que no había leído ese autor y el miedo de ser juzgada. Sin embargo en las clases lograba comprender los temas pero tal vez no podía explicarlos con fundamentos o las palabras correctas. Unas clases más adelante logré darme cuenta que no estaba siendo lo suficientemente responsable y dedicada con la materia, y fue cuando compré todos los textos que ya tendríamos que haber leído y los que no. A partir de ir a la par de cada clase con los textos leídos obtuve la confianza para aportar  en el aula.

Sin embargo entendí que más allá que algún día no se  llegue con una lectura, no es motivo de quedarse callado si se tiene algo que decir.

El hecho de pensar estar equivocada en lo que pensaba también sumaba para estar callada durante las dos horas de clase. Pero como mencioné anteriormente las distintas estructuras y actividades me dieron la confianza que necesitaba.

.Personalmente en mi caso (como otros compañeros) al ser de otro departamento de la cátedra tenían que aceptar la carta que envié para poder cursar didáctica en otra carrera. Al cursar los jueves mañana y tarde pregunté a bedelía si aparecía en la lista de asistencia y me dijeron que no, por lo tanto hubo 3 clases que no pude asistir a la cátedra, pensando que no  habían aceptado mi carta. Luego fui igual y resultó que si aparecía. El faltar tres clases seguidas me hizo repensar si podía seguir cursando didáctica o ya me había atrasado mucho. Hablé con compañeros preguntado qué habían hecho hasta el momento, que textos había que leer y a demás me uní a un grupo de una red social para estar informada sobre los avisos de la materia.

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