RESEÑA FILOSOFIA DEL DERECHO
Enviado por kim3012363255 • 11 de Septiembre de 2021 • Reseña • 1.558 Palabras (7 Páginas) • 159 Visitas
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FILOSOFIA DEL DERECHO.
ESTUDIANTE:
KIMBERLY SOTO MEJIA.
LICENCIADO:
FERNEY RODRIGUEZ SERPA.
BARRANQUILLA, LUNES 23 DE AGOSTO DE 2021.
Iniciare mi escrito definiendo ¿qué es la deontología?
Comprende las reglas del deber y como tal, tiene la misión de regular el proceder correcto y apropiado del abogado en su ejercicio profesional.
La influencia de la deontología jurídica nos lleva a crear algún perfil del buen jurista, se cree que es posible enseñar moral a cualquier profesional utilizando códigos de ética e impartiendo cursos deontológicos de fin de semana o que la profesión legal se puede ejercer conforme a la moral. Hay dos creencias que pierden fuerza con esta tesis, pero todos sabemos que esta profesión requiere un poco de deshonestidad e inmoralidad, pero esto dependerá de las circunstancias de cada profesional.
Para entender bien esta tesis algunos juristas famosos como Eduardo Couture exhortaba en su decimo mandamiento lo siguiente “Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres para ti un honor proponerle que se haga abogado”. Por otra parte Calamandrei afirmaba que los jueces son como loa que pertenecen a una orden religiosa, cada uno de ellos tiene que ser un ejemplo de virtud, sino quieres que sus creyentes pierdan la fe.
De esto se llega a una indubitable conclusión, el jurista sin importar en que rama se desempeñe suele pensar que el ejercicio de su profesión es esencialmente honesto o al menos apegarse a las reglas de la moral dominante en su comunidad. Es totalmente cierto que algunos profesionales tramposos capaces de mentir y engañar a a sus clientes especialmente si hay dinero de por medio. Esta es la excepción y no la regla, de esto podemos admitir públicamente que la hipocresía y deshonestidad son a veces ingredientes necesarios del trabajo que ejercen, de esto sale el famoso dicho “Estudiando derecho para salir torcido” el cual me han dicho muchas veces lo encuentro un poco denigrante, pero lo acepto sin refutarlo ya que no se puede hacer mucho en su contra, ya que existe un estereotipo plasmado generalizando que trata de la presunta bajeza moral de esta profesión, de sus idiotismos éticos.
La pregunta que se quiere contestar concretamente es la siguiente: ¿Es el derecho una profesión esencialmente inmoral? Sí. El Derecho es una profesión esencialmente inmoral. Por «esencialmente inmoral» quiero decir, tratando de ser lo menos ambiguo, que su ejercicio cotidiano en los foros judiciales, administrativos y privados conlleva, a pesar de la buena voluntad de quienes laboran allí, conductas que atentan contra algunos preceptos de la moral pública dominante. De no aceptarse —a veces de manera colectiva— esas pequeñas (o grandes) inmoralidades, entonces la práctica de la profesión se haría muy difícil y acaso hasta imposible. Para ingresar al juego llamado derecho es inexequible respetar a cabalidad las reglas y códigos implícitos que se imponen.
Se presentan tres dificultades que podrían conducirnos a un callejón sin salida como lo es la moralidad e inmoralidad, Se podría decir que el Derecho es esencialmente inmoral, pero resulta que lo que es “moral” para unos no lo es para los otros, y aquello que envenena las virtudes de algunos, alimenta los vicios de los otros. Desde el punto de la axiología lo moralmente correcto o incorrecto Por supuesto, estoy plenamente consciente sobre la vaguedad, la divergencia de contenidos y la pluralidad de opiniones que pueden darse sobre esas nociones, actualmente hay muchas “MORALES” pero todas ellas se contradicen unas a otras.
Con frecuencia se suele menospreciar a los juristas tratándoles de mentirosos y ladrones, pero con ellos también se ridiculiza la labor que el Derecho, como praxis jurídico-política, cumple en la estabilización de los conflictos sociales.
En la segunda parte nos dice que el apego a la moral dominante en una comunidad siempre es cuestión de grados
Sabemos que no podemos ser completamente ángeles o demonios, el actuar del hombre puede entrecruzarse caóticamente, hay conductas profesionales que van desde el delito puro y simple hasta los descuidos morales.
Dicho esto, hay conductas en el ámbito laboral que pueden considerarse un tanto inmorales estas conductas incurren a delitos conscientes de ello, así, por ejemplo, un abogado comete cinco delitos distintos de relaciones sexuales remuneradas con menores de edad mientras les proporciona drogas ilícitas. Además, a través de diversos delitos sexuales, pornográficos y pornografía, graves daños al sistema judicial y cuestionamiento al ejercer su profesión.
Las conductas tacitas o inconscientemente inmorales son las que más se estudian ya que son repetitivas, son aquellas que no resultan, de manera expresa, percibidas como inmorales, pero que después de un análisis más detallado se confirma dicho carácter. El jurista puede actuar incorrectamente por tres razones diferentes, porque no es consciente de lo que hace, porque cree que esta haciendo lo correcto, o porque no puede actuar de otra manera en dicho caso.
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