RESUMEN UN ACTOR SE PREPARA CAP 5

UN ACTOR SE PREPARA

CONSTANTIN STANISLAVSKI

(Editorial Diana, Cuadragésima cuarta edición, México 2012)

CAPÍTULO V. Concentración de la Atención.

• Hay que aprender a vencer el efecto del gran agujero negro, para avanzar en la labor teatral.

Ejemplo de tragedia para no preocuparse del público: En casa, el esposo de María cuenta mucho dinero que ha traído del Banco donde trabaja, mientras ella baña su bebé en cuarto contiguo, el enajenado hermano menor de aquella, observa al marido romper las fajillas de billetes y arrojarlas al fuego, donde arden levantando una hermosa llama.

María llama al marido para que vea al bebé en su baño; el hermano de María, incapaz de disernimiento, imitando lo que ha visto arroja algunos papeles al fuego y luego fajos de billetes, que para él arden mucho mejor, así, delirante arroja todo el dinero. En ese momento vuelve el esposo de María y loco de sí, al ver el dinero incendiarse, se lanza a la chimenea derribando de un golpe al cuñado, quien cae lanzando un gemido y logra sacar del fuego el último fajo a medio quemar.

Su aterrorizada mujer llega corriendo y ve al hermano que yace en el suelo, trata de incorporarlo, no puede, le pide a su marido traiga agua, pero él, ofuscado no le escucha, entonces va ella. Desde el interior, un grito penetrante se oye: el niño ha muerto, ahogado.

El Director pregunta a los alumnos si esta tragedia no es bastante como para que se desatiendan del público. Actúan la escena con el telón arriba y abajo y casi es lo mismo, pues trataban de expresar los sentimientos forzadamente, independientemente de la posición del telón.

Para el Director, el defecto principal depende de la incapacidad para concentrar la atención, que todavía no está preparada para una labor de creación.

En otra lección, sobre el escenario, con telón arriba y sin mobiliario, todos en fila cerca de las luces y en silencio. El Director pregunta a cuál de las chicas se le perdió un tacón y todas afanosamente se examinaban unas a otras el calzado quedando por completo distraídos, cuando el Director llama la atención y pregunta qué acaba de pasar en la sala y nadie sabe nada.

Recrimina que no se dieron cuenta de que su secretario le llevó unos papeles a firma y eso que el telón estaba arriba. Para desatenderse de los espectadores, hay que estar interesados en algo en la escena. Me di cuenta que desde el momento en que me concentraba en algo tras las luces, dejaba de pensar en lo que sucedía delante de ellas.

Un actor debe tener un punto de atención y este punto de atención no debe estar en la sala. Mientras más atractivo sea el objeto de su atención, más se concentrará ésta.

En la escena hay que hacer un esfuerzo para fijar la atención. Llega a ser un requisito aprender de nuevo a mirar las cosas en escena y verlas. Ejemplos: Con oscuridad completa, de repente aparece luz sobre la mesa cercana al lugar donde estábamos sentados. En las tinieblas esa luz brillaba haciéndose notar. Esa pequeña luz es un ejemplo del Objeto Próximo. Se emplea en momentos de mayor concentración, cuando es necesario reunir toda nuestra atención para preservarla de que se disipe en objetos distantes.

El ejercicio en medio de la oscuridad es fácil, con iluminación se complica. La observación intensa de un objeto despierta naturalmente el deseo de hacer algo con él. Y esto, a su vez, intensifica la observación del mismo. Esta interacción recíproca establece un contacto más estrecho con el objeto que ocupa la atención.

Al pasar a otro ejercicio consistente en elegir alguna cosa cercana o distante y concentrarse en ella, es evidente que antes de que se puedan establecer esos puntos, hay que aprender a ver y mirar cosas en el escenario; esto es difícil de hacer enfrente de la gente y del arco del proscenio.

Todos nuestros actos, hasta los más sencillos, aquéllos que nos son familiares en la vida diaria, se hacen forzados cuando aparecemos tras las candilejas ante un público. He aquí por qué es necesario corregirnos a nosotros mismos, y aprender, de nuevo, a caminar, a movernos, a sentarnos, recostarnos. Es esencial reeducarnos para ver o mirar, oir y escuchar en la escena.

• Una cosa es mirar y otra fijar la vista. Eliminar la observación mecánica y poner atención. Estar atento y parecerlo son dos cosas diferentes. Distinguir entre modos de mirar reales y los imitativos.

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